Capítulo - 19PETER
Me desperté con los gritos de mi hermana, me pare sobresaltado de la cama y corrí hacia dónde estaba. Llegue a la puerta de la habitación de mama con mi corazón latiendo a mil, hace unos días no se estaba sintiendo bien y me estaba preocupando un montón. Abrí la puerta y mama estaba acostada en la cama, desmayada y Euge a su lado segurando su mano y intentando hacer que se despierte, tenía los ojos llenos de lágrimas y tartamudeaba las palabras, corrí y tome a mama en brazos llevándola a mi auto. Maneje lo más rápido posible hacia el hospital más cerca con Euge en prantos, lloraba como nunca.
-Euge tranquilízate por favor. -le dije intentando sonar tranquilo- Respira y hace un esfuerzo de cálmate si? -asintió con dificultad y me centré solamente en manejar y llegar al hospital deprisa-
Menos de diez minutos después llegamos al hospital, salí del auto y time a mama otra vez en brazos pasando por la puerta principal, dos enfermera llegaron con una naca y la pusieron allí, di un paso para acompañarla pero na enfermera me detuvo.
-Hasta acá jovencito. Deja que hagamos nuestros trabajo. -me dijo y llevaron a mi mama hacia adentro, los nervios me cor comían y mis manos sudaban, necesitaba calmarme-
-Peter... -susurró Euge abrazándome, lloraba mucho aún y no sabía qué hacer, Yeyo se quedó con Papa en casa, fue lo mejor que pide hacer-
-Todo estará bien, tranquila. -le dije mientras acariciaba su pelo y guardaba mis dolores y ganas de llorar, tenía que ser fuerte por ella, por todos-Una hora después el doctor salió y nos avisó que podríamos pasar a verla, estaba conectada a algunas máquinas y respiraba con ayuda también. La mire esta pálida, delgada y sin fuerzas, me costó mucho no llorar al verla así pero me hice el fuerte, me senté a su lado y segure su mano derecha, le di un besito allí y me dio una sonrisa intentando tranquilizarme.
-Tranquilo chiquito. -susurró, tosido unas dos veces y volví a hablar- Estoy bien.
-Que bien mama.
-Euge?
-Allá afuera, solo dejan pasar de a uno, cuando salga ella viene. -asintió y le di otro besito en la mano-
-Y tu novia? -sonreí ante la pregunta, ni enferma se olvida de joderme-
-No es mi novia mamá.
-Pero la quieres.
-Mucho.
-Y...
-Y eso, la quiero. Mucho. Pero no sé...
-Tienes que arriésgate Peter, le gustas, lo vi en sus ojos al mirarte, en cómo se le brillaban cada vez que estaban juntos y cuando se tomaban de las manos. -sonreí y me acarició la mejilla- Búscala mi hijo, no dejes que pasa mucho tiempo para decir lo que sientes. Puede que sea demasiado tarde. -me dijo y asentí medio confuso, luego le di un beso en la frente, le susurré un te amo y salí, Euge esperaba ansiosa por verla. Le dije que iba a salir y que se quedara haya que llegue, me fui a una lanchonete que quedaba cerca y me senté en la mesa del fondo-Pedí un café y en minutos el mesero me lo trajo, mire la pantalla de mi celular por minutos, no sabía si hacerlo o no, si esperar o decirlo de frente. Toque el icono de nuestras mensajes y me quede ahí, leyendo nuestra conversa y recordando cada momento.
>>¿Estas?<< - le mande el mensaje, necesitaba verla, ahora-
Estaba esperando su respuesta cuando me llegó un mensaje de Euge diciéndome para volver que teníamos que hablar. Enserio.
Me congele y volé devuelta al hospital, entre al cuarto que mama estaba, el 137. Estaba mama durmiendo, le habían dado algo para diminuir el dolor y le dio sueño, Euge y el doctor. Los dos me miraron y mi hermana ni estaba nada bien, sentí que venía lo peor ahora.
-Señor Lanzani...
-Peter.
-Peter, bien. Lo que tengo para decirte no es muy bueno. -lo mire enarcando una ceja ya aflito, Dios mío que no sea nada grave- Tu mana está mal, muy mal. Tenemos que transferirla a otro hospital, y no queda cerca digamos.
-Donde es doctor?
-Europa. -ahí mi corazón paro, mudarnos a Europa? Y Lali, fue lo primero que pensé- En España tienen mejores equipamentos y todo para que este mejor y ella lo necesita ahora. -asentí y disculpándome salí del lugar, necesitaba aire, se me dificultaba ver a dónde estaba yendo-Saque mi telefone del bolsillo y vi que tenía un mensaje de Lali, sonreí instantáneamente y lo abrí.
>>Acá estoy lunares. ¿Qué pasa?<<
>>¿Podes encontrarme en la plaza cerca de su casa?<<
>>Vale. ¿Ahora?<<
>>Si<<
>>Nos vemos allá.<<
>>Te espero Lalita.<<
Con el corazón en la mano me fui al auto, no lo puedo creer que la voy a dejar. Como todos en su vida lo hicieron. Mis manos sudan y mi corazón late a mil, ya me la imaginaba llorando y con los ojitos tristes y me mataba. No me gusta que la lastimen, y ahora la voy a lastimar yo.