Capítulo - 24PETER
Odio no tener la razón, el control de mi vida, dos cosas que están totalmente fuera de mis manos ahora. No tengo cabeza para nada. Ni ganas para nada. Euge se ve preocupada siempre y me siento culpable por hacerla sentirse mal, pero no puedo evitarlo, no puedo poner una sonrisa en la cara cuando lo que quiero es pegar a alguien, es largar todo patas para arriba y volver a ella. Cosa que no puedo y eso me frustra completamente.
A cada día me pongo más infumable, de eso lo se. Me comprometo a saber sobre la salud de mama y de cómo están todos en casa, afuera de eso soy solamente yo, sin una parte de mi mismo."-Te dije que te amo.
-Que buena noticia, creía que estaba sola en la área amorosa.
-No, pasa que tienes compañía."Hay momentos que deseo rendirme, que ya no tengo fuerzas para lugar o afastarem. Donde no puedo conmigo mismo y me siento mal, mal por no poder ayudar a mi familia y estar bien, y mal por no poder estar con ella. Sosteniéndola en los momentos difíciles.
La brisa que entra por la ventana acaricia mi face levemente, me imagino sus manos, percorrendo toda la longitud de mi cara, su mirada de concentración mientras parece que graba mis facciones, donde parece memorizarme. Siento un escalofrío al pensar en eso. En ella tocándome y amándome.... una curiosead ronda mi mente, estaría ella pensando lo mismo? Desearía lo mismo?
>>Me gustaría mucho que si<<
Oh si, eso me gustaría muchísimo.
Cuando otro escalofrío percorrido toda mi espalda y cerré los ojos, tuve que apartar el pensamiento de mi cabeza, pensar en otra cosa me haría bien, tenía que hacer otra cosa que no pensar en ella.
Sos mi via de escape, y ahora que no te tengo, adonde escapare?
Es lo que pienso todo el día, antes la tenía para sostenerme y para que la sostenga, y ahora nada, no la tengo más y me aterra la idea de que sea demasiado tarde cuando llegue a volver.
Me encuentro absorto en mis pensamientos cuando escucho que tocan la puerta, la silueta del hombre se muestra bastante angustiado, me doy cuenta que es mi padre y me levanto mirándole a los ojos, muestran terror y abatimiento. Está tan agotado como yo.
-Papa, qué pasa, porque ya volviste? -debía de estar con mama, es su turno de estar con ella, pero cuando negó bajando la cabeza mi mundo se cayo totalmente, NO, no puede ser- Pa'.... decime algo por favor.
-Yo...no... perdón hijo. -siguió con la cabeza baja y la presión en mi pecho aumentaba a cada segundo, eso no puede estar pasando, no con ella, no con mi mamá-
-Y donde...donde están los chicos? Ya saben? -negó levantando la mirada y afrontando mis ojos llenos de rabia y dolor- Donde está ella?
-Peter...
-DONDE CARAJOS ESTÁ MI MAMA? -le grite y se asusto, no soy un tipo agresivo pero ahora no puedo contenerme- Decime.
-Está en el hospital. Están haciendo todo lo que falta para que... -de ahí no escuche nada más, estaba muerta->>Muerta<<
Estaba palabra sonaba en mi mente y me destruía. Mi mama, ahora no está más entre nosotros, no más.
Mire a mi papa y sin decir nada más salí, corrí lo más deprisa que pude hasta llegar al hospital, discutí con un par de enfermeros cuando por fin me dejaron pasar a verla. Y la image de ella me destruyó aún más, pálida, delgada, con bolsas negras bajo sus ojos.>>Muerta<<
Me acerqué lentamente y segure su mano, fría, totalmente sin color. Sus ojos cerrados y su expresión de paz, que hace mucho no veía en su cara. Después de lo que creo que fueron horas ahí, parado, sosteniendo su mano alguien me toca el hombro, me giró para ver una Euge tan destruída como yo, mal consiguiendo sostenerse de pie. Cuando mi mirada llego a sus ojos sentí un escalofrío correr por todo mi cuerpo, estaba ida, tan sin vida que me aterro. Se abalanzó sobre mi de una manera abalada, dejando salir todo lo que le atormenta, llorando desconsoladamente y empapando mi jersey. No me importo en lo más mínimo, quería sostenerla y que se calme, hacerla sentir mejor. Pero se que nada ahora le hará sentir mejor. No de la forma que imagina.
Pasamos los primeros cinco días asegurándonos de que todo lo que hicieran con mama era correcto, todo lo que necesitaba para el enterro y unas cosas más. La cerimônia la hicimos allí mismo, solamente nosotros y nuestro dolor, aguantándonos para no caer en la más profunda oscuridad.
Y cuando no pude más aguantar eso, después de una semana más, hice lo que tenía que hacer. Lo que debí de haber hecho hace mucho. Lo que ansío con todas mis fuerzas y deseos más profundos.
Lo que más quiero en este mundo.
Volver a mi amor.