Capítulo - 29PETER
Lali se durmió en la mitad de la película, me quede mirándola un largo rato antes de que el sueño me gane.
Me desperté como en a las nueve de la mañana, el timbre soñando y yo medio aturdido por lo que le rodeaba. Mire a Lali y sonreí por lo tranquila que se veía así de dormida, extrañe un montón estar así con ella. Mire a mi alrededor y recordé donde estaba. En su casa. El timbre siguió soñando y yo me pare rápidamente despertándola.
-Lali...La...-la llame pero no sé despertaba- Mi amor. -le di beso en los labios y abrió los ojos lentamente sonriéndome-
-Que pasa? -dijo con una voz somnolienta y restregándose los ojos. Hermosa-
-El tiemble. -abrió los ojos rápidamente y se paró-
-Ve a mi habitación. Quédate allá. -asentí, corrí hacia la escalera pero volví, me miró extrañada y le di un beso en los labios para luego correr otra vez hacia la habitación, escuche el sonido de su risa y cerré la puerta, me puse la ropa que vine y me senté en su cama para aguardarla--BOLUDA CASI ME MATAS DEL SUSTO! -le escuche decir y baje corriendo las escaleras deparándome con Lali y Euge riéndose a carcajadas-
-Que haces acá Euge?
-Vine a ver si estabas vivo boludo, llegaste y no volviste más.
-Si, estoy bien, te podes ir.
-Déjala Peter. Entra... -luego le pego en el brazo y Euge la miró riéndose- Nunca más me hagas eso boluda. Casi me matas. Creí que eran mis padres. -las dos se rieron y se fueron a la cocina, yo me volví al salón y me senté en el sillón. Mire alrededor y sonreí, volví. Y ahora la amare como nunca- Mi amor... -llegó Lali a mi lado y me tomo de la mano, luego dejó un besito allí y me llevó a la cocina junto a mi hermana-
-Traje un poco de todo. -dijo mostrándonos las dos bolsas que cargaba- Hay... helado, palomitas, Coca Cola, chocolate... -sacó todo y dejó arriba de la mesa, con Lali nos miramos y me blindó una de sus hermosas sonrisas, con nuestras manos entrelazadas le di un beso y nos quedamos mirándonos a los ojos. Hasta sermos interrumpidos por Euge, obvio- Mira tortilitos, no me voy a quedar. -enarque una ceja y me cierro un ojo- Traje un poco de comida porque sabía que ustedes dos no iban a salir. Si, se que soy lo más y que me aman un montón. -Camino hacia nosotros y se despidió de Lali, la lleve a la puerta y le dio un abrazo- Cuídate Peter. No quiero ser tia aún... -la mire espantado y se fue riéndose. Volví a La Cocina y Lali ya estaba comiendo el pote de helado, sonrío y me ofreció un poco. Puso la cuchara en mi boca y cuando la saco la bese, sabía tan bien en sus labios-Me doy la vuelta en la mesa y me agacho cerca de ella, está sentada en la silla y puse mis manos en sus rodillas, simplemente me quede observándola, deleitándome de lo hermosa que es y de esos ojos profundos que tiene.
-Lali.
-¿Qué?
-Nada. -le sonrío- Simplemente extrañe un montón poder decir su nombre y que no le quiebre como un niño.
-Y yo extrañe escuchártelo decir.
Ella extendió la mano y acaricio mi cara, mi ceño y mis mejillas. Su tacto es tan dulce. Sencillo. Pero tan ella, que me quema cuando su dedo indicador pasa por mis labios entreabiertos.
-Sabes... -empezó a decir y cierro los ojos- Desde el día en que te fuiste sentí que algo de mi sé fue también. Que... ya no era yo, sin vos. Te necesite más que nadie. Tu abrazo. Tus besos. Tu voz tranquilizadora. -decía aún con los ojos cerrados y tome una de sus manos y la apreté, suspiro y siguió- Pensé en los boludos que fuimos -nos reímos y le saque una lágrima que habla escorrido- Pero ahora, ahora quiero que sea distinto. Quiero tenerte aquí, todo el tiempo, junto a mi. Quiero crear recuerdos inolvidables, y todos con vos. Quiero ser más, y se... se que solo puedo ser más con vos. -suspiró una vez más y abrió los ojos encarándome, nuestras miradas conectadas, nuestras manos entrelazadas, nuestro amor emanando por toda la casa- Te amo más que nada en el mundo Peter, y no soportaré perderte. No otra vez.
Dicho eso se acercó y me beso. Un beso Cartago de amor y sentimentos. Un beso lleno de palabras no dichas, aquellas que no te salen, que prefieres demostrarlas. Un beso único. Nuestro beso.
-Te amo más que nada en mundo mi amor. -le susurré y me sonrío, con a sonrisa más perfecta del mundo que me llena la vida por completo-