Capítulo 3

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El maldito avión había aterrizado y finalmente podía ver el paisaje de la ciudad a través de la ventana del auto, casi un año fuera del país y ya me estaba volviendo loco, los asuntos internacionales de la empresa eran cosa de David, pero al estar yo de vacaciones y él enamorado, tuvo como resultado un viaje por todo el continente europeo follando hermosas mujeres y cerrando tratos millonarios, pero esto no hubiera sido posible sin mi amaba Macarena quién en un tiempo que ya me parece muy lejano, era quien arreglaba mis reuniones y calentaba mi cama. Hoy en día era la única mujer sin la cual no podría vivir, mi mejor amiga y mano derecha. El tiempo en el que gritaba mi nombre al borde del orgasmo se habían ido junto con su amor por mí.

Desbloqueo nuevamente mi móvil, yendo directamente a la galería donde se encuentran una selección de las mejores fotos de mi nueva nuera, unas en traje de baño en mi piscina, con un hermoso vestido de lentejuelas sentada en la barra de algún club de moda, pero la que más me gustaba era donde se encontraba con una pequeña pijada, lentes de lectura y el libro de: "Adivina quién soy" de Megan Maxwell, al parecer le iba la lectura erótica, todas cortesía de mi hijo, había otras en las que salía él junto a ella, esas no me parecían tan interesante. Aun me sorprendía lo parecida que era a su madre.

-Deja de comerte a mi sobrina con los ojos Robert, es solo una niña. Lo más importante es la novia de tu hijo – La voz de Macarena interrumpió mi deleite personal. El camino a casa fue relativamente corto, Luís nuestro chófer aparco el auto y ambos bajamos de auto con dirección a la puerta principal. Al fin, hogar, dulce hogar.

-No tiene nada de malo ver a la nueva integrante de familia, mujer – Respondí restando importancia a su comentario. Era verdad quería conocerla muy bien.

-Eres zorro viejo Robert, yo soy la que cubre tus andadas. Aléjate de ella, sabes el efecto que tienes en las mujeres, pero ella en

particular está prohibida para ti – Dijo mientras baja del auto y tomaba su maleta de mano.

- ¿Celosa? – Pregunté sólo con el fin de molestar, ya sabía la respuesta.

-Hace muchos años que me cure del efecto; "Soy Owen el rey del mundo". Hablo muy en serio mantente tu distancia con Kate. No te lo pido por el bien de ella sino por tu hijo. Te has follado a sus mejores amigas, profesoras del colegio, preparatoria y universidad, hasta a sus futuras candidatas a novia. Sabes, ella es especial, puede que logres engatusarla, ella te seguirá el rollito y terminará en tu cama. La podría consolar y mandar nuevamente a Italia donde puede rehacer su vida, pero a tu hijo no lo recuperaras jamás, realmente la ama – sentencio y quise volver al ataque y jurar que me alejaría de la linda Katherina, pero una llamada entro a su móvil y me interrumpió.

El momento había llegado después de un largo tiempo me encontraba de nuevo aquí, el único lugar en el mundo donde soy solo Robert, no el señor Owen. solo una persona común y corriente que le gusta la cerveza muy fría y la pasta al dente.

-Subiré los regalos, no quiero que nadie del servicio rompa nada de lo que compré. Tú ve dónde están los chicos y por el amor de dios recuerda lo que te dije – Me advirtió para luego desaparecer escalera arriba.

Buscar a los chicos, seguramente estarían echando un polvo contra alguna de las paredes de la pequeña casa que compartían. Me dirigí a la cocina por un poco de whisky antes de tener frente a mi hijo y a la pelinegra de labios carnosos, de solo pensarlo siento ganas de comerla de un bocado.

A casi un metro de mi habitación favorita unos pequeños ruidos llaman mi atención, son, ¿Jadeos? ¿Gemidos? ¿Gruñidos? Y pequeños y casi audibles ¿Ah? De una voz femenina en pleno lapsus coital. Estaría viendo el jardinero una porno de medio día.

Me asome al arco de madera que dividía la cocina del pasillo. ¡Que se congele el mismísimo infierno! La escena que tenía ante mis ojos me dejó pasmado y más empalmado de lo que ya venía, la curvilínea Kate junto con mi hijo follaban de manera magistral sobre la encimera, definitivamente no volveré a ver este lugar igual.

Me recosté sobre la viga de madera cuando su mirada conecto con la mía. Pensé que reaccionaria, no fue así sus oscuros ojos se fundieron con los míos intensamente. Podría jurar que la pasión de su mirada la despertaba yo y no mi hijo, le dedique una sonrisa, ella cerró los ojos y los abrió nuevamente unos segundos después.

Se abandonó por un segundo a todas las sensaciones sin apartar su mirada de la mía hasta que el orgasmo se apodero de ella. Quise irme, jugar con su mente, hacerle creer que lo había soñado. Pensé en cambiarme de ropa, pero más divertido sería ver su reacción al darse cuenta que los había pillado.

- ¡Diablos David! Esta no era la forma en la que quería conocer a mi hermosa nuera – Dije tratando de parecer chistoso, aunque ganas de reír era lo menos que sentía en este momento.

-Viejo... Llegaste... – Hijo mío ¿En serio estas preguntando eso? No soy el más reciente holograma que cree que trae de regalo un pene que cambia de colores.

-Si hijo, por lo visto tú también – Quise mantener el tono burla para bajar la incomodidad de ambos ante tan bochornosa situación.

-Papá, no te pases... – Me reprendió él, y yo solo le regale una de mis lobunas sonrisas, lo que era nada más la antesala a lo que estaba por venir.

-Te entiendo hijo, con una novia así no saldría de estas cuatro paredes – Le respondí con picardía, aunque era totalmente cierto, ya quisiera yo tener en horizontal a semejante belleza napolitana.

-Papá, quiero presentarte a Katherina Giovanelli, mi novia y sobrina de Macarena – Hasta que por fin se había decidió a presentarme formalmente a la nueva dueña de mis retorcidas fantasías.

-Mucho gusto señor Owen, es un placer conocerlo – ¿Placer? Ya me encaré de enseñarte el significado de esa palabra.

-El placer es mío – Dije de manera cortes, seria mejorar detener mis oscuros pensamientos o estaría listo para armar una carpa.

-Hijo disculpa la interrupción, sé que no me esperaban hasta dentro de dos horas, pero el cielo estaba despejado, así que para que esperar. – Le dije con atención fingida, lo más que deseaba era poder quedarme unos veinte minutos a solas con la pelinegra.

-No hay problema papá ¿Dónde dejaste a Macarena? – Pregunto viéndome de manera extraña, como si hubiese leído mis pensamientos.

-Está arriba dejando sus cosas en uno de los cuartos de invitados, su piso esta inhabitable para sus alergias, porque no vas a ayudarla a subir sus mil y un maletas - Era un caballero nato, no diría un no por repuesta. Cuando estuvo lo suficientemente lejos ataque.

-Así que Katherina – Susurre acercándome un poco más a ella cuando estuve seguro que David se encontrara fuera de la habitación.

-Kate, llámeme Kate señor Owen – Respondió con nerviosismo.

-Entonces soy Robert para ti – Dije queriendo ponerla más nerviosa y cerrado con totalidad el espacio que nos separaba.

-Ya nos conoceremos íntimamente querida nuera – Ronroneé en su oído, no podía perder la oportunidad de estampar mis labios de su tibio cuello, y sin decir nada más subí a mi habitación.

Realmente estaba provocando a la novia de mi hijo, iría al infierno, pero qué más da, no es como si no se tuviera la mitad de este reservado para mí. Necesitaba hablar con alguien que supiera hasta donde podía llegar para tener a una mujer en mi cama. Uno, dos, tres... Contesta.

- ¡Oh Dios mío! Ha vuelto niño malo a la ciudad – Respondió Gerard Brown, mi mejor amigo desde la infancia y mi compañero de caza y otras cosas.

-Houston tenemos problemas – Al decir la frase que habíamos adoptado desde hace muchos años solo para ocasiones realmente complicada la conversación se transformó en algo más serio.

- ¿Qué demonios sucedió? – Pregunto serio.

-Amigo mío, me quiero follar a mi nuera – Y luego un ''Hijo de puta'' comencé a relatar lo sucedido la ultima hora.

No importaría que tan malas serían las consecuencias, la decisión estaba tomada, me llevaría a Katherina Giovanelli a la habitación del amor. Pero no podía parar de pensar que estaba viviendo dejá vu.

Seduciendo lo ProhibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora