-Ahí estaba yo un exiliado de la sociedad haciendo lo que hacía en mí día a día... Estar frente del computador, viendo millones de cosas, se presentaban una por una, es como si quisieran que me mantuviera ahí todo el día, y le hago caso, es divertido sentirse tranquilo no estar con aquellas millones de personas las cuales casi siempre te hacen sentir que eres basura o una marioneta de ellos para satisfacer sus necesidades. Un día me llego un mensaje de un contacto que no recordaba haber agregado, que empezaba y terminaba con un cotidiano.
-Hola!-
Decidí responderle, abriendo así una conversación con un completo extraño, poco a poco fueron pasando las horas y seguíamos hablando de cualquier relato de la vida, era como si nos conociéramos, Antes de terminar la conversación me dijo aquel extraño.
«¿Acaso no te hartas de vivir? De vivir en la misma hipocresía de siempre?» Lo que me pareció un poco confuso, pensaba que casi nadie pensaba eso. Respondí en cuestión de segundos
-Si!- Pero no sabía la razón de responder tan rápido, parezco desesperado buscando una razón de vivir.
Esa persona me pregunto qué le parecería verla la semana siguiente, para conocernos en la vida real, no me negué pero tampoco acepte así que lo deje en un "Tal vez" Aun así no me prestó atención, de una vez respondió el lugar y la hora en la que nos veríamos, sorprendido al igual que confundido decidí ir a ver qué tal era esa persona que decidió escribirme sin razón alguna. Al final dijo
-en el centro comercial Akatom a las 2:00pm-
Ese día fui más temprano de lo normal hacía un calor un poco intenso pero había una brisa un poco fuerte, era cálido en pocas palabras, me senté en un asiento que había por ahí, decidí esperar a que aquel extraño llegara, me quede dormido a los minutos, es raro que yo salga, de pronto escuche una vos muy leve y agradable preguntando quien era.
Abrí mis ojos; Lo primero que vi fue aquel cabello marrón con rasgos amarillos que te decían tranquilidad, baje poco a poco mi mirada, lo segundo fueron aquellos ojos de color verde que de alguna manera era demasiado curiosos, y una sonrisa que era muy reluciente la cual suspiraba el verano, ella me pregunto.
-Eres Hugo?- A lo que decidí responder de una forma un poco extrañado
-Si?- Ella volvió a sonreír y dijo.
-Oh enserio? Yo soy... Milla, mucho gusto!- sin saber qué decir, o responder, asombrado por su belleza, decidí desviar la mirada hacia otro lugar, no estoy acostumbrado a mirar a la gente a la cara, me ponen nervioso, así que respondí con la mirada desviada .
-Es un gusto también- Ella extrañada por mi forma de actuar, puso su mano en mi mejilla y movió mi cara lentamente a donde estaba ella, se movió directo hacia mi oído mientras me susurraba.
-Mi mirada está aquí no me tengas miedo, soy amigable- Se movió hacia atrás poco a poco, quitando así su mano de mi cara, mi mirada no se podía mover de ella, parecía hipnótico
-Listo?- me pregunto, mientras volvía a mostrar esa sonrisa tan reluciente que tenía.
-Si- le respondí. Me sujeto de la mano, levantándome poco a poco de mi silla,
-Nunca has tenido una cita verdad?- Al momento de escuchar eso, me vino a la mente un recuerdo de hace unos años, ese intento de hacer florecer el amor con una persona, pero rápidamente se marchito. A lo que respondí postrando mi cara hacia abajo.
-Si- Milla, me miro directamente a los ojos, se veía un reflejo muy hermoso en ellos.-Enserio!?- Respondió, parecía sorprendida de ello, susurre acertando a esa pregunta.
-Whao, yo nunca había tenido una!- Me lo dijo de una forma sorpresiva, me lo dijo mientras caminábamos por el centro comercial, me percate de un error que había tenido en su oración así que decidí corregirla,
-Había?, no será he tenido?- A lo que puso una sonrisa un poco macabra.-nope, Esta es mi primera cita, pero buen intento al corregirme!-.
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Una Sonrisa Mas
RomanceLa historia da vuelta en torno al protagonista llamado Hugo, el cual es un exiliado de la sociedad, con una infancia un poco dura el tratara de buscar nuevamente una razón de vivir