Faltando pocos cinco días para la convención, la cual se hará el quince de diciembre, me encontraba totalmente preparado, ya tenía la historia completa, también ya he hablado con una vieja editorial para poder imprimirla, teniéndola lista para la competencia. Otoño paso en un abrir y cerrar de ojos, esta vez, en vez de ese fresco aire el cual se podía sentir cuando salía de mi apartamento, se convirtió drásticamente en unos poros de nieve que congelaban a cualquier persona la cual no estuviera bien abrigada.
No he vuelto a ver a Milla, máximo hemos llegado a hablar por mensaje, pero ha sido muy poco, me pregunto, ¿cómo estará?
Mi ventana se veía totalmente empañada por el frio, y al fondo se podía ver los poros de nieve caer con aquella sutileza, uniéndose todos al momento de llegar al suelo.
El café que estaba tomando era dulce, me encanta hacerlo de esa manera, estaba caliente, así que el frio del exterior no me afectaba tanto, el problema... Es que no tenía comida, entonces me toco salir.
Me puse un sobretodo el cual era de color marrón, no quería quitarme mi pijama y con esto lograba cubrirla, junto a un gorro que me había encontrado por ahí.
Para cuando salí al supermercado, el árbol que se encontraba enfrente de mi hogar estaba lleno de nieve, era sorprendente ver que las hojas las cuales caían en otoño estaban totalmente cubiertas de nieve. Pero, de esa manera es que se notaba el cambio de estación, a la más fría de todas, invierno.
Dentro del supermercado recordé la veces que vine con Milla, se me hizo una sonrisa al momento de acordarme de esos momentos tan bonitos que tuve con ella en este año.
Entonces agarre una canasta, y recorrí todo el supermercado, recordando todas las cosas que he pasado con Milla; Fui a comprar un paquete de comida para descongelar, entonces recordé la vez que me regaño por tener la nevera con pura comida de ese estilo.
Cada cosa que agarraba, daba paso a un recuerdo que tenía con ella, incluso al momento de pagar, me acorde de todo el dinero que gaste la primera vez que la conocí.
Me fui del súper mercado con una gran sonrisa, por primera vez estaba recordando cosas bonitas que me han pasado en la vida.
De camino al edificio pasaba por el centro comercial Akatom, y no pude evitar sentir nostalgia, ya llevo más o menos cuatro años viviendo en este sector de la ciudad; Así que agarre mi teléfono, para revisar si alguien me decidió escribir o llamar, pero no fue nada más que una ilusión. No pude evitar soltar un suspiro ya que mis esperanzas no se habían hecho realidad.
Luego de pasar por el centro comercial Akatom, pase por el parque en el cual me encontré con mi padre, era algo magnifico lo que estaba viendo, ya que todo estaba lleno de nieve junto a un color cristalizo. Sé que he tenido un mal recuerdo en este parque, pero no puedo verlo de mala manera, era algo tan hermoso que simplemente lo deje pasar.
Mientras caminaba dentro de él, pase por un camino un poco cerrado, el cual llevaba a mi hogar; el camino estaba totalmente lleno de nieve, los árboles que lo rodeaban también. Mientras más caminaba, mas huellas iba dejando en el suelo, y seguramente se desaparecerían con el pasar del tiempo.
Una gran ráfaga de viento paso por mi cuerpo, causando que se me cayeran los lentes, por suerte cayeron arriba de la nieve, así que lo máximo que tendría que hacer es limpiarlos.
Poco a poco, les quite la nieve que le había caído, evitando que se dañaran. Cuando me los puse, al fondo pude verla, estaba justo enfrente de mí, con sus ojos hermosos verdes, al igual que sus bellos labios, con una gran chaqueta marrón, y un gorro de color negro, estaba viendo a la persona a la cual quería ver.
- ¿No me esperabas ver verdad? - Me pregunto Milla, no tenía palabras para expresarme. - ¿Haz comido bien? ¿Lograste terminar tu historia? - Me seguía invadiendo con preguntas, y con un nudo en la garganta el cual no quería expresar, respondía a todos con un "si".
Estaba tan alegre de verla, que no sé qué decir, mucho menos que hacer, pero ella si sabía; entonces caminó, atravesando la nieve acumulada, hacia donde yo estaba, y me abrazo.
-Sabes... Te he extrañado. - Sutilmente susurro a mi oído.
-Tambien me has hecho falta- Respondí mientras empezaba a abrazarla con todo mi cariño.
Pasamos esa tarde juntos, hablando de todo lo que no habíamos podido hablar, riéndonos de nuestras anécdotas, claramente soltamos una que otra lagrima. Resulta ser que su padre la estaba buscando por todas partes, entonces decidió volver a su hogar para evitar preocuparlo.
Antes de separarnos nuevamente, me pidió una copia del nuevo libro, el problema es que solo tenía cinco, que eran para los jueces; así que Milla, me agarro de las manos, mirándome fijamente.
-En cinco días te volveré a ver en la convención, esperando con muchas ansias mi copia firmada por ti. - Sus ojos brillaban mientras pronunciaba cada palabra, no pude negarme. Al final, le prometí dárselo el día de la convención.
Los cuatro días restantes, pasaron en un abrir y cerrar de ojos... Llegando por fin el tan aclamado día.
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Una Sonrisa Mas
RomanceLa historia da vuelta en torno al protagonista llamado Hugo, el cual es un exiliado de la sociedad, con una infancia un poco dura el tratara de buscar nuevamente una razón de vivir