Manda Al Insomnio A Dormir: 8 simples pasos para curar el insomnio

CUANDO EL INSOMNIO NO ES INSOMNIO

Existen otros trastornos del sueño —aparte del insomnio— y no deben ser tratados con las estrategias en este libro. Es importante tener un diagnóstico preciso de tu problema. Acude con un especialista para determinar cuál de estos trastornos puedes estar sufriendo.

Los trastornos se dividen en dos tipos: disomnias y parasomnias:

DISOMNIAS

Son trastornos que afectan la cantidad, calidad y horarios de sueño. Se categorizan de la siguiente manera:

Hipersomnia primaria: se caracteriza por un somnolencia excesiva durante el día y la prolongación del sueño durante la noche. Básicamente, es lo opuesto al insomnio. La persona tiene dificultades para mantenerse despierta y duerme en exceso.

Narcolepsia: enfermedad autoinmune que se caracteriza por un exceso de somnolencia irresistible durante el día. Puede causar parálisis, debilidad muscular, alucinaciones hipnagógicas o hipnopómpicas. Las personas que padecen narcolepsia tienden a quedarse dormidas en lugares no deseados durante largos periodos de tiempo.

Apnea del sueño: se caracteriza por un cese completo de la respiración por al menos veinte segundos de duración. La persona despierta repentinamente en la noche porque ha dejado de respirar.

Trastorno del sueño circadiano: desestructuración del sueño por cambios de horarios. Una persona que trabaja de noche y duerme de día puede sufrir este tipo de trastorno.

Pseudo-insomnio: El sujeto presenta quejas por no poder dormir; sin embargo, una polisomnografía (estudio del sueño) atestigua ciclos del sueño completamente normales. En la mayoría de los casos existe un problema psiquiátrico que está causando este trastorno.

PARASOMNIAS

Trastornos que se caracterizan por la interrupción del sueño sin alterar el sueño-vigilia:

Pesadillas: sueños terroríficos que despiertan al individuo.

Terrores Nocturnos: activación vegetativa brusca por gritos o llantos de angustia, se prolonga de uno a diez minutos. Es difícil despertar y calmar al individuo. Los sueños nocturnos difieren de las pesadillas en que el individuo (generalmente niño o adolescente) no recuerda lo que soñó. Si los papás del niño tuvieron más miedo que el niño mismo y sólo ellos recuerdan el episodio, definitivamente fue un terror nocturno.

Sonambulismo: episodios repentinos de comportamientos motores complejos que implican que el individuo se levante y empiece a andar.

Es importante recordar que el insomnio secundario no se resolverá con la información que encuentres en este libro. Si sufres de insomnio debido a depresión o ansiedad, corregir estos problemas deberá ser tu prioridad. Una vez resueltos, podrás tener una buena noche de sueño.