Un Mundo Paralelo 3

57 17 16
                                    

Mundo Paralelo 3

Pase por el silencioso sótano que apenas si estaba iluminado con la ayuda de mi linterna, había varias estanterías con algunas cosas que eran practicas para ciertos usos, pero no usadas demasiado frecuentemente. Tales como pintura, tuberías de pvc y otro tanto de cosas del mismo estilo o parecido. Mientras recorría el sótano me di cuenta como mi cuerpo temblaba, quien me mandaba a mí a hacerme el héroe y lo que más miedo me daba es que no estaba en condiciones de serlo, en este momento, sino fuera porque me sentía en deuda con ellos. La verdad es que hable antes de pensar, como siempre.

Pasada la primera parte, llena de estanterías casi vacías, vi un montón de ataúdes tapándome el camino, eso me obligaba a andar en zigzag, al asomarme dentro vi cuerpos, del mismo modo que mi amiga, vivos, algo así como parados en el tiempo, o eso había entendido con la explicación que me habían dado. Esperando inútilmente a que alguien los despertara y ese alguien según lo que dijeron mis compañeros de la base, jamás llegaba.

Todo esto era impactante, era una escena bastante tétrica, pero no había nada más que yo pudiera hacer allí, al menos por ahora. No podía pararme a contar ya que el ruido de la batalla empezaba a mermar por la distancia que había caminado, por ser un sótano y una estancia con bastante grosor de paredes, sin ventanas y con solo dos puertas, pero a pesar de todo eso el ruido seguía sonando, recordándome a cada segundo la función que debía desempeñar. Y todo eso solo significaba que ese sonido llegaba hasta la otra parte de la ciudad, así que debía darme prisa, por otra parte, lo que podía contar a simple vista, habría más de cien sepulcros abiertos, poniéndome los pelos total y absolutamente de punta.

Era tan esperanzador como frustrante y a su vez espeluznante, por igual, sino supiera que no estaban muertos, huiría de aquí y no volvería jamás.

Con cada paso que daba por ese mohoso, húmedo y sucio sótano, se escuchaba un poco menos el sonido de la batalla, empecé a mentalizarme que pronto estaría fuera y que cualquier ruido seria un enemigo, que además intentaría matarme sin contemplaciones, tuve que negar dos o tres veces con mi cabeza, para quitarme la idea de que iba a morir, ya que, no me sentía en disposición de luchar, por eso decidí...que debía evitar a toda costa, enfrentamientos directos e innecesarios.

Al fin llegue a la puerta del fondo, era una recia puerta blindada, de madera endurecida y hierro, y las bisagras eran de hierro también, había una gran cerradura de metal, y la pared era como siempre de piedra, férrea roca de un tipo, que jamás había visto.

Pero no tenía tiempo de pararme a observar los detalles, abrí la puerta y la maldije en voz baja al ver todo el ruido que hacia al abrirse, chirridos, sonido de arrastrar, aunque intente que la puerta no hiciera ruido, estaba demasiado oxidada y dada de si, como para que no lo hiciera. Volví a empujar con todas mis fuerzas para conseguir cerrarla, mientras que hacia todavía más ruido si cabe decirlo. Escuche un grito inhumano, y entonces me agache, apunte con la linterna a todas partes con rapidez y vi a uno de ellos saltando sobre mí, justo a tiempo para dar una voltereta por el suelo y esquivarlo a lo justo, mientras que el se enzarzaba con la puerta, supuse que la puerta aguantaría, así que me centre en correr, para salvar mi vida, ascendiendo por la rampa, ya que acababa de subir de una pequeña, cuesta.

Cuando acabe de subir uno de esos monstruos estaba parado delante de mí, gritando y escuche dos gritos a cada lado mío, haciéndome suponer que estaba rodeado de ellos, para colmo el de la puerta reacciono ante sus gritos. Mi respiración agitada por los nervios y por la carrera que recién había pegado, la humedad del ambiente no ayudaban mucho, los disparos de fondo ayudaban un poco, parecían un poco aturdidos por la diversidad de ruidos, eso me hizo suponer, que cuanto más lejos estuviera de los disparos, mas fácil les seria localizarme. Mire a mi alrededor, estaba en un muelle comercial, aunque eso no parecía de ayuda ahora mismo, los tres que tengo rodeándome se preparan para saltarme encima, eso me hace pensar, que el de detrás esta o en el aire o preparándose también, quizás no saltan porque no saben mi localización exacta, debo moverme, sin hacer ruido, eso es un problema, tengo miedo, pero no puedo quedarme aquí quieto, los demás me necesitan y por otra parte, que me ubiquen, es cuestión de tiempo. Intente ser silencioso, aunque no me sentía muy silencioso respirando y moqueando así, di un par de pasos hacia el lado siendo, lo más leve que puedo, pero maldigo mi suerte, cuando golpeo una maldita lata vacía, haciendo mucho ruido, los cuatro saltan en el momento, me cubro con las manos esperando mi muerte, pero para mi sorpresa...han caído en el último lugar donde golpeo la lata, golpeándose los cuatro y cayendo al suelo, aturdidos. Aunque el estruendo ha sido grande, me repongo y salgo huyendo, ya que ahora es mi oportunidad y quizás...no tendré otra más, así que no me paro ni un segundo a mirar atrás.

 Un Mundo Paralelo (Reedicion)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora