Mundo Paralelo 11 Parte: 4 E
Grupo B (Rose sin apellido)
Tengo cinco flechas, dos escuchadores; un pájaro...como dije fácil, una flecha para cada escuchador; y tres para el pájaro; si no fallaba que no fallaba nunca, ganaría sin siquiera sudar. Agarre una flecha con lentitud, pues no tenía prisa para acabar; la puse en mi arco y tense el mismo. Mientras preparaba mi arma, pisaba sobre los escombros siendo tan sigilosa como una pluma cayendo; ya que iba descalza y no usaba zapatos. Los escuchadores se mantenían a la escucha sin moverse; el pájaro daba alaridos y se daba golpes contra la pared más cercana para quitarse la flecha.
Pensándolo bien esto iba a ser aburrido, iba a serlo; hasta que de repente; algo golpeo las puertas de afuera abriéndolas de par en par.
— Vaya, tenemos compañía – pienso, contenta.
Y no me equivocaba, poco después de sonar los golpes; escuche como subían las escaleras...uno, dos, tres, cuatro, cinco y seis; seis enemigos. El pájaro, dos escuchadores y seis más; cinco flechas. Vaya tendría que hacer el numerito de circo, para poder matarlos a todos; ya no sería fácil al menos seria cuanto menos...entretenido.
Agarro una piedra con mi pie y la lanzo contra un cristal con fuerza, un escuchador de los que llega y otro de los que había; saltan hacia el cristal y acabo con ellos con dos flechas en su cerebro. Sonrió, estoy jugando al tiro al plato con ellos; y están cayendo en el juego.
— No son más que platos – pienso y continuo, mientras una sonrisa de chica mala; se me posa en la cara.
Por el estrepito que formaron los dos cuerpos al caer, uno de los que estaba ya aquí y otro de los que llegan; van al mismo lugar. Ambos son derribados por mi antepenúltima flecha y por mi penúltima, queda el pájaro y cuatro enemigos más. De repente una explosión fuera, me hace sonreír; ni yo ni ellos recibiremos más refuerzos y veo que la batalla de mi hermano se recrudece. Agarro dos piedras con ambos pies y las lanzo unos metros para arriba con rumbo de colisión, una vez colisionan tres de los cuatro se lanzan hacia ellas; aprovechando que estoy en el aire dando una voltereta apunto y disparo. Al caer, el cuarto se lanza hacia mí y con el cuchillo, acabo con él; mientras miro hacia detrás para ver que los otros tres son un pinchito de escuchadores clavados a la pared por las cabezas.
El pájaro me mira, ya se ha quitado la flecha y esta cabreado se le nota; pero solo consigue sacarme una sonrisa de niña mala juguetona. Mira a sus compañeros, todos caídos; y sus ojos se inyectan en ira, sale corriendo con la intención de atravesarme con su pico; lo esquivo dando una voltereta lateral de una mano y su pico se clava en el espejo. Queda atrapado, no seria justo acabar con el de esa forma tan inhumana; asi que con toda la tranquilidad del mundo me pongo a buscar flechas que no estén rotas. Una vez que encuentro cuatro flechas y las saco de las cabezas donde estaban; me siento en un mostrador a esperar a que el pájaro saque su pico de la pared.
— ¿Sabes? Eres fuerte, pero aquí tu ventaja es inútil; no tienes espacio para moverte, para atacar; ni para volar. Aquí solo eres un pajarraco muerto y voy a comerte – digo con mis piernas cruzadas
Escucho ruido por las escaleras y miro de reojo, es otra vez ese humano que tras mirarme y ver que lo tengo todo controlado sigue su camino; ascendiendo por las escaleras.
— Como si fuera a querer o poder ayudarme, humanos... - niego con la cabeza, mientras pienso en esto.
El pájaro al fin saca su cabeza y hace un sonido horrible de furia, da un aleteo y se lanza hacia mí con velocidad y crueldad; en el camino se carga todo lo que está a su paso cortándolo y atravesándolo a su paso. Pero justo cuando va a atravesarme, me vuelvo traslucida y golpea con todo lo que tengo detrás; partiéndose las alas en el intento y dando volteretas.
— Craso error, ahora si que estas muerto; ya no podras escapar cuando la cosa se complique...porque ¿sabes? Va a complicarse – una intensa mirada de odio, repugnancia y asco; se me escapa de mi gran autocontrol y entonces me decido a acabar con el.
Cuando se levanta y me busca con la mirada, recibe dos flechazos; uno en cada ojo. Mientras grita y cae hacia detrás por la impresión; disparo las otras dos flechas a las alas. Que, aunque rotas, aun le duelen y grita; grita mucho.
— Divertido – digo riéndome
— ¿Dónde deje el cuchillo? – pienso, y entonces hago un gesto; ya sé dónde lo deje.
Voy a donde está el escuchador muerto con el cuchillo en el ojo y lo saco, no sin esfuerzo; tengo que poner incluso un pie en su cara para evitar que se venga con el cuchillo su cabeza.
— Penoso – digo mirando alrededor — ¿Sabes? Ahí afuera hubieras tenido ventaja, pero aquí dentro; la ventaja es mía. Sin embargo, tengo que admitir que fue muy inteligente por tu parte, tirarme escuchadores; fueron sin embargo unos aliados pésimos...si hubieras traído a un observador, la cosa hubiera sido distinta. – digo observándolo, mientras me acerco; aun intenta levantarse sin éxito.
Una vez estoy frente a él, lo cojo por el cuello y el a cambio me araña; con sus garras. Pero le doy un cabezazo, acto seguido tras un grito de dolor; intenta atravesarme con su pico dos y tres veces, pero lo esquivo con extrema facilidad. Sus garras se aferran a mis hombros haciéndome daño, pero solo intenta desesperadamente matarme; entonces hundo mi cuchillo en su diminuto cerebro. Haciendo que poco a poco me suelte y caiga muerto, inerte; justo en ese momento me doy la vuelta y algo encima explota. Miro hacia arriba, el techo se me va a venir encima y ni siquiera el modo sin sombra; podría salvarme de eso o eso creo.
— Oh mierda, puto hu... - pero no llegue a terminar la frase, todo el ayuntamiento se me vino encima; sin más avisos ni más dilación. Todo acabo ahí.
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Un Mundo Paralelo (Reedicion)
Science FictionUnos niños normales y corrientes cogen un libro misterioso. Tras eso se meten en la casa abandonada de la zona, para hacer las típicas trastadas de los chavales, pero ninguno podía imaginar a que los llevaría eso. Tras todo el jaleo, solo uno se des...