18.- Bienvenido al silencio.

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El viaje fue algo largo pero tranquilo, me sentía muy bien a lado de ese pequeño; cuando llegamos a la cabaña que tenía ya predestinada para este objetivo, la misma estaba tan adentrada del bosque que la posibilidad de encontrarnos era nula.

Bajamos las pocas maletas que alcancé a formar y entramos a la reconfortante cabaña, dejamos las maletas en la entrada e inmediatamente acorrale a Haru contra la pared, besé su nariz.

-¿Quieres comer?

Estaba sonrojado, me gustaba poder ponerlo así.

-¿Ehhh? en realidad estaría bien para mi dormir...- dijo tímido.

-¡Perfecto!.- Exclamé, lo tome en mis brazos cual princesa dirigiéndome hacia la habitación.

-¿Seguro qué quieres dormir?- Lo miré

-Ehmm... Sí, por supuesto ¿A qué más se va a la camita?

Sonreí

-Lo que digas mi pequeño.

¿Qué mierda me pasa hablándole así?

Abrí la puerta lentamente acercándome después a la cama enorme que estaba en el centro de la habitación, lo recosté en la misma.

-Yo iré a ducharme, puedes dormir si lo deseas más tarde cocinaré la cena ¿De acuerdo?

-Esta bien Matsui.

Asentí con la cabeza.

Aún seguía sucio por lo antes sucedido, me duché con agua totalmente fría ni siquiera podía sentir la temperatura del agua ¿Qué estaba sucediendo conmigo? desde la aparición de Haru he matado mucho más personas de lo normal y claro que es peligroso.

Pienso que aislarme aquí con Haru, es el modo perfecto de calmar las cosas antes de esto yo había preparado este lugar  por ende hay suministros para casi 4 meses, salí de la ducha encontrándome con un Nagasaki dormido e indefenso... pasaron por mi cabeza pensamiento eh... ¿cómo decirlo? bastante... ¿eróticos? sí creo que esa es la palabra.

Sacudí mi cabeza tratando de eliminarlos de mi mente, me recosté en la cama dándole la espalda a Haru quería evitar que esos pensamientos llegarán a acciones puesto que, haru debía descansar.

Y estaba por cerrar los ojos cuando los delicados brazos de él rodearon mi cintura, esto me puso muy nervioso ¿Qué pasaría si pierdo el control? aquél terminaría con más cicatrices.

-H-Hace frío Matsui...- Estaba temblando, trague saliva y voltee hacia mi pequeño.

-Ven acércate, te abrazo.

Tome su pequeño cuerpo en mis brazos, pero temía que mi cuerpo reaccionará mal, pues aquél pensamiento permanecía en mi, observe los ojos brillantes de mi acompañante.

-¿Matsui?

-Sí

-¿En qué piensas?

¡Mierda!

-Eh... ¿Por qué la pregunta?

-Te encuentras muy serio

-Pues Bienvenido al silencio.

-Vamos, sólo dímelo

Se acerco a mi.

-¿No querías dormir?

-Sólo era una pequeña siesta.

Dejé de abrazarlo y me acomodé mirando al techo, a lo cual el pequeño Haru contesto sentándose en mis piernas, Basta por favor... eso es demasiado provocativo para mi además que confianzudo se ha vuelto, hizo puchero mientras se recostaba en mi pecho.

-¿No me dirás?

Tenía un leve sonrojo en su rostro y lleve mis manos a su cintura.

-Me estas provocando demasiado ¿Sabes?

-¿eh? ¿En qué sentido?

-¡Uhggg! Haru, mierda... - Bajé mis manos a su trasero

Dio un respingo con un sonrojo más notable en su rostro, pego su frente a la mía con sus manos apoyada en los lados de mi cabeza uní nuestros labios en un beso no tan inocente mientras introducía mi lengua para explorar su pequeña boca.

-Sí seguimos no podré controlarme Nagasaki...- Advertí entre el beso, pareció no mostrar mucho interés puesto que su playera negra terminó en el suelo; me senté en la cama aún con el en mis piernas, besé sus labios, su mandíbula para bajar por su cuello, dulce y tan suave... Su tierna voz resonaba en la habitación ese silencio me encantaba puesto que me permitía apreciarlo completamente.

Saqué mi camisa mientras mordía ligeramente el labio inferior de Haru, me sorprendió que él comenzó a moverse en mis piernas estimulándome, juro que casi logró sonrojarme ¿Tan débil soy ante él?  tomé su cintura con fuerza mientras lo dejé abajo de mi.

-Eres un pequeño pervertido.- Lo miré sonriendo

-Este...- Se sonrojó levemente.

Mordí una de sus mejillas mientras que iba quitando todas la prendas que se atravesaban en el camino de mis manos, cuando estuvo desnudo procedí a besar su cuello mientras que dejaba marcas en el mismo, lo sostenía con fuerza  de los brazos, después de un tiempo noté que más tarde habría unas marcas ahí. Dirigí unos de mis dedos a su entrada pero antes hice que Haru los lubricara con su boca, él no paraba de soltar jadeos y gemidos, mi dedo entraba y salía de aquella cavidad al mismo tiempo buscaba su punto.

-Agh... Ma...tsui

-Dime Haru

-Te amo.- sonrió y yo me paralice un segundo.

-Por supuesto que lo haces.- Solté una risita.

-No seas tan engreído Matsui

-También te amo Haru.- lo besé mientras que lo abrazaba como si el fuera mi mundo porque en realidad lo era, todo me valía un carajo hasta su llegada no me preocupaba por el dolor de mis víctimas hasta su llegada, no importaba la edad, raza o sexo de la victima siempre terminaban muertos. Pero él lo cambio todo en mi, bueno casi todo.

Lo cargué haciendo que sus piernas rodearan mi cintura y de un sólo movimiento saqué mis pantalones y ropa interior, acaricie su trasero en ese momento también me senté en la cama. Seguí estimulando su entrada con mis dedos para evitar el dolor.

-Ah... Matsui... Agh... V-vamos te quiero...- Lo dijo en un tono poco audible, guardo silencio.

-¿Eh? ¿qué dices?- Acerqué mi oído a su boca.

-Esto... que te quiero a ti Matsui.

-Va, ¿Estas consciente de lo que pides cierto?

Asintió

Tome sus caderas y fui penetrándolo, sus manos apretaban mis hombros yo lo sostenía con firmeza para mi sorpresa ahí sentados, Haru se comenzó a mover soltaba algunos gemidos en voz baja.

-Oh Haru, déjame escucharte.

Abrazó mi cuello y acercó su boca a mi oído, Dios eso no pudo volverme más deseoso de él, rodee con mis brazos su pequeña cintura para después dejarlo abajo de mi nuevamente, acomode sus piernas en mis hombros Lo penetre tan fuerte que su gritillo resonó en toda la habitación, ya no pensaba contenerme, entraba y salía de su interior se notaba que cada vez lo hacia más violento y más duro, pero él no ponía objeción, besé su cuello mientras lo penetraba y Haru apretaba mi espalda, encajaba sus uñas y se entregaba completamente a mi.

El Asesino Enamorado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora