Un Vecino Temperamental SeongJeong [Minific]

Capítulo 7

JeongMin

Cuando era pequeño siempre imaginaba mi futuro. Me tomaba el tiempo de imaginar mi graduación, mi casa que con esfuerzos compraría con una gran alberca y un gran jardín. Incluso un hermoso animal exótico que sería un hermoso leopardo caminando por los alrededores. Todo lo planeaba desde pequeño, siempre me agradó tener todo en absoluto orden para no fallar.

Todos mis planes comenzaron con la ayuda de mis padres, dándome lo que ellos llaman un ejemplo de "plan de vida". Por lo que desde aproximadamente los doce años hasta hace poco, tenía mi vida totalmente organizada.

Mi plan de vida de niño a la que comencé a formar en mi adolescencia no cambió mucho. Claro que no estaba capacitado para cuidar de un leopardo, pero, en cuanto a la casa con enorme jardín, seguía en planes. Como también el casarme y tener dos bellos hijos. Algo un poco cómico ahora.

No imaginé que mi sexualidad se alterará al llegar a vivir en este edificio. Conocer a Shim HyunSeong en una circunstancia no muy buena y que este se me enterrara en lo las profundo de mi ser alterando absolutamente toda mi persona.
Después de esto pude decir que mi perfecto "plan de vida" se fue a la mismisima mierda. Nunca me arrepentí de aquello, yo sabía el tipo de persona con la que me estaba enredando, prometí hacerlo cambiar para que ambos estuviéramos como una pareja normal.

La primera vez que me falló, le dí una segunda oportunidad, no iba a ser fácil que un chico "Don Juan" fuese a cambiar tan de repente, pero, cometí el error de no pensar ante la situación de que me engañara un par de veces más. Nunca pensé que llegaría a presenciar tan horrible acto. Definitivamente mis ideas y esperanzas eran un completo asco.

Incluso mis hermosos planes lo eran.

Me sentí débil, como jamas en mi vidas me había sentido, fallé a mi promesa de jamas dejar que me pisotearan y debilitarse ante eso. Pero, en ese preciso momento lo único que pude hacer fue, lanzarle una estupidez y salir corriendo como si no hubiese un mañana de ahí. Jamás en mi vida algo me había hecho sentir una diminuta pizca de mierda. Tan insignificante. Jamás había sentido un dolor tan desgarrador en mi vida. Me sentí vacío, sin nada, solo con ese maldito nudo en la garganta y esa opresión en el pecho que me hizo soltar el llanto. Mi Seong, jamás lo fue y jamás sería sólo mi Seong.

No sentía mi rostro, lo tenía entumido. No sabía cuánto había corrido, lo que me pareció fue correr una maldita eternidad. Sólo podía contemplar figuras amorfas por el agua empantanando mis ojos, sin darme tiempo a librarme de ella. Sin darme tiempo a nada.

De un momento a otro mi cabeza comenzó a girar, haciéndose presente ese dolor tan familiar en los últimos días. Esas punzadas que me hicieron parar en seco. Intenté inútilmente mantenerme firme pero la vista comenzó a nublarse, oscureciendo poco a poco todo frente a mí. Un fuerte golpe me segó de inmediato, mi vista se tornó negra del todo....

HyunSeong

Sólo podía gritar por ayuda, sentía como la gente llegaba a rodearnos. Mis manos se llenaron de ese líquido rojizo que en los últimos segundos se había convertido en mi peor pesadilla, al cargarlo para acomodarlo en mi regazo sólo lograba deslizarse hasta mis codos, sus hebras rubias se tornaron de un color carmesí mientras el líquido espeso se deslizaba por su cuello. Estaba perdiendo mucha sangre y yo estaba perdiendo la razón.

Lo abracé con toda la fuerza con la que jamás lo había hecho, besando toda la extensidad de su rostro, su frente, sus mejillas, sus párpados, su nariz, sus labios. Todo su rostro término empapado con las gotas saladas que se deslizaban del mío, mientras trataba de cubrir la herida en su cabeza con mis manos en un inutil intento. Me sentía desesperado.