Al día siguiente me levanté sobre las doce, me dispuse a desayunar en casa por el frío que hacía y la nieve que caía. Recibí la llamada de mi hermana.
LLAMADA
-¿Irene?
-Hola Dafne, ¿como estás?- notaba entusiasmo en sus palabras
-Pues muy bien aquí que me acabo de levantar, la diferencia horaria me está afectando-reí-¿Como que has llamado?¿Pasó algo?
-No pasó nada fuera de lo común, ya sabes.
Estuvimos conversando unos minutos más con Irene, me daba mucha pena estar a tantos kilómetros de ella pero este era mi sueño desde pequeña y por fin lo había conseguido, y no aguantaba más allí. No me arrepiento por nada del mundo, llevo poco tiempo y me he enamorado más aun de esta hermosa ciudad.
Hoy visitaría algún que otro museo, algunas calles famosas y volvería al Central Park, me gustó bastante el ambiente de allí para descansar y observar las fotos tomadas del día. Podía respirar pureza, tranquilidad y sobre todo lo que necesitaba, paz, para mi mente y mi corazón.
Hoy no iría tan pronto a la calle, estaba realmente cansada de la caminata que me di ayer por varios sitios de la ciudad. Primero descansaría y luego saldría.
~~~~~~~~~~~~~~~
Tomé varia fotos del Museo Metropolitano de Arte, visité también otro museo de arte antiguo. Luego visité algunas calles famosas que me dejé ayer por visitar y ya se me hizo tarde, cené un perrito con una coca-cola, me apetecía comida basura, y volví al Central Park. Me senté en el banco de ayer, a estas horas siempre estaban todos ocupados. Al parecer la gente también le gustaba descansar allí y admirar el paisaje.
Estuve revisando las imágenes, hice unas cuantas al paisaje del sol cayendo, verdaderamente hermoso. Noté que alguien se sentó a mi lado y era aquel chico de ayer, de nuevo trajeado con su maletín con bastante estrés, resopló y me miró. Aparte rápido la mirada, pero por lo que se ve él aún seguía mirándome, notaba sus ojos clavados en mi.
-¿Por que se sienta en mi banco?- lo miré extrañada por lo que acababa de decir, no pude reprimir la risa irónica que me salió.
-Esto que yo sepa es público, no de su propiedad-dije observando el paisaje, poco a poco iban alumbrando las luces por la caída del sol. Él me miró desafiante , mientras que yo lo miraba incrédula, y de nuevo nos fundimos en un profundo silencio. Me levanté por frío para irme, vaya chico mas descortés. Miré hacia atrás y él me observaba.
No podía sacarme a ese chico de la cabeza, nada más que hacia recordar sus ojos color gris como los míos mirándome fijamente y su voz grave, sus rasgos... ¿Quien se cree para decirme que ese banco era suyo? Que él se sentara allí todos los días son cosas diferentes, a que el banco fuese suyo. Me resulta realmente gracioso el comentario que hizo, ¿Su banco? ¿Que se pensaba?.
Estaba realmente cansada, así que me puse el pijama con una bata de seda por encima y me acosté, el sueño se iba acercando cada vez más a mi hasta que caí...
Al día siguiente me levante por un mensaje que llegó a mi móvil de mis tíos, avisándome que hoy vendrían a recogerme para pasar el día con ellos, ver su casa, su campo, su piscina aunque en estos tiempos no es que sirva de mucho. Nos iríamos a comer y eran las doce de la mañana.
Me duche y vestí simple con un jersey, unos pantalones, unas botas, y un precioso gorro de gato junto a un chaquetón para calentarme, por el frío y de nuevo la nieve que había. Bajé ya que el escuche el claxon.
-Hola tía Eli- la saludé con un beso- ¿Y Filippo?
-Hola cariño, está en el coche esperándote que te subas para llevarte a comer al típico restaurante de aquí- dijo sonriendo- Según dice él
-Hola cariño, ¡pero que grande estás!- me dijo Filippo, mi tío- Rober está estudiando y no ha podido salir de casa, pero tenía ganas de verte
-Bueno cuando lleguemos a vuestra casa lo veré-dije-Quien diría, yo neoyorquina- rieron y me sentí bien, por fin alguien que conocía.
-Nueva York es precioso, recuerdo cuando de pequeña decías que te trajéramos pero tus padres no te dejaban por que está al otro lado del mundo y eran muchas horas de separación- sonrió Eli tiernamente, me acuerdo perfectamente de ese momento. Sonreí.
-Bueno Dafne,el restaurante es de muy buena calidad a mi me encanta comer allí, si no pregúntale a tu tía-dijo Filippo agarrando la mano de Eli.
-Y tanto, siempre quiere ir allí.-dijo sonriendo
-Bueno, tendré que verificar que es buena comida- dije cruzándome de brazos en modo desafiante. Filippo siempre fue mi tío favorito, tenía mucha complicidad con él me alegraba de que estuvieran aquí para apoyarme, el siempre lo hizo y siempre fui su ojo derecho desde pequeña, pero entonces se mudó pero aún así nada cambió entre nosotros dos.
-Realmente está deliciosa- dije con la boca llena, mis tíos se rieron
-Siempre tengo razón - dijo Filippo moviendo la cabeza de lado a lado de forma graciosa -Me alegro que te guste, podríamos venir otro día si quisieras
-Cierto, ya que estás aquí te podemos exprimir mejor- dijo mi tía, sonreí
-Me parece bien, siempre que me traigáis aquí - los dos sonrieron. Me sentía bien en ese momento, necesitaba esa terapia de risas.
Pasamos la tarde charlando en su casa, ya había visto a Rober, había crecido bastante. Hablábamos sobre nuestras carreras, él estudiaba la carrera de economía y le estaba yendo realmente bien. Él casi siempre fue de notas muy altas al igual que yo, éramos los primos "brillantes" de la familia, así nos llamaban todos.
Ya se hizo tarde y me dejaron cerca de casa, iba caminando cuando vi de nuevo a ese chico frente a mi, andando, nos miramos una milésima de segundo y enseguida el odio recorrió mi cuerpo por su tono de superioridad el otro día al decirme lo del banco, pasamos uno por al lado del otro sin quitarnos la mirada de encima, luego cada uno tomó su dirección. No entiendo como una persona puede llegar a ser así de hipócrita o de engreído, no tener consideración por las personas o solo simple respeto, tendrá sus "por qué" pero no es justo que sea así con gente que ni conoce. Abrí la puerta del portal y subí, estaba muy cansada, necesitaba dormir y recuperar fuerzas...
ESTÁS LEYENDO
Naciste sólo para mi..
Romance¿Son las coincidencias las que nos llevan a encontrar o conocer a ciertas personas?¿O es el destino el que nos guía hasta ellas? Un hilo rojo nos conecta, no importa el tiempo, no importa el lugar. Se puede estirar, tensar o enredar, pero nunca...