El corazón me iba a mil por hora, Theo me miraba fijamente a los ojos pero no hablaba ¿que le pasaba?¿a caso quería dejarme? Después de la noche que habíamos pasado, ¿me dejaría? Me removí quedando frente por frente, me iba a estallar el corazón si no me hablaba ya.
-¿Que pasa Theo?-dije mirándolo, me pegué a él y sonrió
-Me estoy enamorando de ti Dafne- me dió un pequeño beso en la clavícula entonces todo se relajó, mi respiración podía funcionar y solté todo el aire contenido. Lo abracé y luego sonreí
-Me habías asustado- susurré en su oído -Pensaba que habíamos hecho todo esto y me dejarías
-¿Estas loca?¿Enserio crees que te dejaría?
-Nunca se sabe Theo,nunca se sabe- un escalofrío recorrió mi cuerpo y suspiré, me abracé a él
-¿Estás bien? Llevas varios días rara
-¿Por qué dices eso?
-Te noto feliz si, pero el otro día en la playa, mensajes que te cambian la cara...No se Dafne, solo te observo - le acaricié la cara
-Recién afeitado, me encanta - dije dándole un tierno beso en los labios, él me miró fijamente- Theo no pasa nada
-¿Estás segura? Si pasa algo sólo dímelo
-Está bien, pero no me pasa nada ni ha pasado nada - resopló no muy convencido
-Vale, confio en ti - me dio un beso en la cabeza y nos abrazamos para dormir. Se sentía tan reconfortante, notar su pecho desnudo, sus brazos bien tonificados abrazándome y protegiéndome.
-Dafne- susurró
-Que quieres ahora Theo
-No me has dicho nada ante mi declaración -rei bajito
-Creo que en mi reacción obtuviste mi respuesta -miré sus ojos en la noche- También me estoy enamorando de ti, desde hace ya tiempo
-Ahora si duermo feliz, ya te dejo descansar - me abrazó más fuerte y al fin pudimos dormir.
-Buenos días -dije mordiéndome el labio viendo cómo Theo salía del baño con la toalla atada a la cintura. Los pelos un poco mojados y alborotados, varias gotas de agua en sus hombros y sus ojos grises brillantes.
-No pensaba que te despertarías ya- sonrió viendo mi cara -Me apetecía ducharme ¿te desperté?
-No, tranquilo-se agachó para darme un beso
-Buenos días princesa- entró de nuevo para peinarse un poco la locura de su cabello- Ah y me encanta que me comas con la mirada, que lo sepas
-¿Crees que te como con la mirada?- me mordí el labio posándome en el marco de la puerta, me miró y me apartó el labio de mis dientes
-Si- susurró de un modo demasiado sensual y gruesa, no dejaba de mirar mis labios y eso me excitaba bastante
-¿Y como lo sabes?- susurré cerca de sus labios, agarre mis brazos alrededor de su cuello, él me cogió de la cintura y me pegó a él. Me encantaba sentir nuestra cercanía
-Por tu mirada- me dio un beso en el ojo -Por tus cejas- me dio otro beso en la ceja-Por tu mejilla- dio otro beso en ese lugar-Por tu nariz- me dio otro beso, sus susurros eran cada vez más excitantes y más roncos -Por tus labios- se los quedó mirando, subió la vista a mi mirada, sus pupilas estaban dilatadas. Sus ojos grises estaban más oscuros que nunca, mojé mis labios con intención de provocarle. Algo empezó a notarse un poco más arriba de mis caderas, y no era nada mío. Era su reacción ante mi tentación, mordió su labio y todo en mi se activó. Todo en mi empezó a palpitar, de deseo. Sonrió ante mi reacción, acercó su cara y esperaba que me diera el beso pero no, me susurró en el oído
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Naciste sólo para mi..
Romance¿Son las coincidencias las que nos llevan a encontrar o conocer a ciertas personas?¿O es el destino el que nos guía hasta ellas? Un hilo rojo nos conecta, no importa el tiempo, no importa el lugar. Se puede estirar, tensar o enredar, pero nunca...