Naciste sólo para mi..

Capitulo 33

-Dafne- lo miré

-Tráeme un poco de agua por favor - dije mirando al suelo. Me lo trajo enseguida y se sentó a mi lado en el suelo, tenía que irme y no podía permitir que Theo se enterase, conozco a Theo y si él se enterase no lo permitiría y sólo se pondría en peligro y no puedo ver que alguien más que me importa esté en peligro y mucho menos por mi culpa. Bebí un poco de agua, tendría que hacer algo y rápido, solo tenia dos dias para desaparecer de aquí

-¿Qué piensas? Habla conmigo Dafne- lo miré, le toqué la mejilla con ternura

-Te quiero, eso nunca lo olvides ¿Está bien?- dije sonriendo de lado

-¿Por qué lo iba a hacer Dafne?- varias lágrimas cayeron -¿Qué está pasando que no me estés diciendo?

-Nada- aparté las lágrimas -Sólo quería que lo supieras, vamos a dormir es tarde, mañana por la mañana veremos qué podemos hacer

-Vamos a cenar primero, tienes que comer algo por favor - me miró cogiéndome las manos

-Está bien - sólo quería pasar mi última noche con el feliz o por lo menos fingir serlo. Me senté a ver cómo preparaba la cena, varias lágrimas cayeron, no podía imaginarme la vida sin él, no verlo despertar con esos mechones rizados repartidos por su cara, sus labios inchados, su torso desnudo o simplemente sin sentir sus brazos protegiéndome. Me las aparté para que no se diera cuenta

-Me analizas ¿Eh?- dijo dándose la vuelta y dejando los platos en la mesa

-No he tenido nunca una mejor vista- dije sonriendo- Tiene muy buena pinta

-Todo para mi pequeña gran amor - miré el plato y sonreí, como lo echaría de menos, mis ojos se aguaron, no podía seguir más con este sufrimiento. No podía permitir que Theo me viese llorando, tuve que aguantarme las lágrimas y contener el nudo que tenía tanto en la garganta como en el pecho. Comimos entablando cualquier conversación que seguía con él pero sin dejar de pensar en lo que tenía que hacer. Lo abracé por la espalda mientras lavaba los platos, metí mis manos dentro de su camiseta y fueron subiendo hacia sus hombros. Noté como su cuerpo se tensó, dejó los platos y se detuvo. Se dio la vuelta y me pegó contra la mesa de la cocina, sus ojos desprendían fuego, sus ojos grises estaban más oscuros de lo normal, sus labios mojados irritados. Le quité la camiseta y me mordí el labio, miré sus ojos y me cogió, me rodeé en su cintura y me pegó contra la pared. Rei por el golpe, fue lentamente besándome el cuello, lo pare y me bajé

-¿Qué pasa?

-Esta vez, lo hacemos a mi manera- le empuje contra la cama, haciendo que cayera de espaldas. Sus manos apretaban la colcha, me reí ante la situación. Me fui quitando la camiseta poco a poco, la solté en el suelo. Él se levantó para tocarme pero no se lo permití, me subí encima de él y fui depositando besos por todo su torso desnudo. Quiso tocar mi espalda pero le agarré las manos

-Dafne- gruñó en mi oído, quité su pantalón y lo miré, me miró sonriendo. Me volví a subir encima quitándome los pantalones que llevaba- Ya está bien- me dio la vuelta dejándome abajo

-Has durado demasiado- mordí su labio -Sin tomar el control- le besé lentamente y poco a poco nos fuimos fundiendo uno sobre otro convirtiéndonos en uno, como siempre lo habíamos hecho.

-Theo- lo llame-Te quiero, siempre ¿Vale?

-Siempre pequeñaja- dijo adormilado, esperé a que se durmiera y me levanté sin hacer ruido. Me vestí y cogí varias cosas mías las metí en las dos mochilas de deporte que tenía y volví al cuarto, me quedé en el marco de la puerta mirándolo. Lo echaré tanto de menos, escribí una nota.