-Esto es precioso Theo - dije dejando las maletas en el suelo del hotel. Esto era realmente bonito, las calles eran diferentes a las de Nueva York, o Londres, o España, todo era azul y blanco, todos los edificios. El hotel era una verdadera pasada, tenía 5 estrellas y por fuera era súper bonito, por dentro no me lo quiero ni imaginar.
-Me encanta esa mirada
-¿Cuál?
-Tienes los ojos brillosos de la emoción, se nota que te gusta- dijo y sonreí me salió instintivo lanzarme a sus labios, a juntarlos fuertemente. Me separé y mire sus ojos grises, junte nuestras narices e inspire su aroma.
-He reservado dos habitaciones, una al lado de la otra. No estaba seguro de que quisieras dormir conmigo en la misma habitación o en la misma cama todos los días- se tocaba el pelo, estaba nervioso siempre hacía eso.
-Theo, eres todo un caballero. Pero te has gastado más dinero tontamente - quité la mano de su cuello y le di un beso en los labios- Ya hemos dormido juntos pero gracias.
-Subamos a ver las habitaciones- me dedico una sonrisa y subimos, nos dieron las llaves. Supongo que serían iguales, así que entre en la mía. Esto era increíble, todo muy ordenado, una cama preciosa, la ducha era inmensa y unas vistas en la terraza increíble. Theo se había pasado y mucho, deje la maleta y me senté en la cama observando todo con detalle. Pegaron a la puerta
-Esta abierta pasa, si eres Theo claro - dije y escuche su risita detrás
-¿Quieres descansar verdad? Duerme lo que quieras, si me necesitas estoy aquí al lado. Cuando te levantes me avisas y ya vemos ¿vale?- mire la hora eran las tres de la tarde allí
-Muchas gracias Theo, por todo
-Deja de decirme gracias eh, que nos quedan dos semanas aquí -se acercó a mi y me dio un beso en la frente- Descansa- cerró la puerta y me tiré en la cama, era tan blandita que me quede enseguida dormida.
La puerta sonaba...
-Va- dije gritando, me levante y abrí
-Son las 7, creo que es hora de que te arregles para salir a dar una vuelta al menos.
-¿Ya has estado aquí?
-Si, una vez con mis padres vine
-Me ducho y me arreglo, no tardo
-Esta bien, haré lo mismo bella durmiente
-Mientras sea bella para ti- saque la lengua y cerré la puerta. Me introduje en la gran ducha, me puse el albornoz y abrí la maleta. Me coloqué un vestido de tirantes en marrón, algo holgado con unas sandalias altas y me dejé caer el pelo. Me maquille un poco, metí todo lo necesario en el bolso, junto con las llaves de la habitación y salí. Pegue en la de Theo
-Increíble que una mujer se vista antes que un hombre- dije viéndolo sin camiseta, me apoye en el marco de la puerta a esperarle
-Puedes entrar eh- entre y me senté en la cama
-¿Donde iremos?
-Por el día se admira más todo, daremos una vuelta por al lado del mar y cenaremos algo
-Esta bien, pago yo- dije sonriendo
-No- me devolvió la falsa sonrisa - Venga vamos- me cogió de la mano y salimos del hotel, su contacto me hacía tan bien, me gustaba mucho estar con Theo.
Pasamos toda la noche dando una vuelta cerca del mar, lo echaba de menos, me encanta el mar y creo que Theo lo noto
-¿Te gusta el mar?
-Me encanta- dije sonriendo
-Pues mañana venimos un rato si quieres
-No tengo bañador
-Eso se soluciona fácil Dafne - dijo entre risitas
-Tienes razón - dije poniendo los ojos en blanco- ¿Puedo tocar el agua?
-Venga vamos- me quite las sandalias y toque la arena, estaba fresca, anduve por ella un rato y luego me acerqué al mar dejando a Theo sentado en la arena. Moje un poco mis pies, estaba fría pero se sentía bien, respiré hondo recordando miles y miles de recuerdos. Mi abuela me decía que aunque creas ver el límite del mar, realmente no existe aunque te lo quieran hacer creer tus ojos, me decía que : todo lo que ves no es, ni todo lo que es lo ves al principio. Me costo entender esa frase y aún no se si realmente estoy en lo cierto, varias lagrimas cayeron por mis mejillas al recordarla, al recordar inevitablemente a mi padre a mi madre y a mi hermana, ya que nos veníamos todos en familia a la playa a pasar el día entero, siendo "felices". Hace semanas que no se de ellos ya que Mike se había enterado que estaban planeando venirse aquí conmigo y solo dejaba que Irene y mamá me llamaran de cuando en cuando, nadie sabía nada y mejor que fuera así, solo por que mi madre me lo pidió, que esperara unos meses más y me prometió que vendrían me mantenía callada. Me sobaron los brazos, enseguida me di la mirando a Theo
-Ehh, tranquila ¿que pasa?- me abrazó y creo que era lo único que necesitaba
-Recuerdos, felices y otros no tanto - sonreí amargamente, me limpio las lágrimas
-No quiero verte llorar ¿vale? Yo estoy ahora aquí, contigo, juntos - me beso la frente y me abrazó, me sentía protegida en sus brazos
-Esto era lo que necesitaba, sentirme así- le mire a los ojos y le bese, fue un beso muy tierno y lento, sintiéndonos los dos, nuestras respiraciones unidas y nuestros corazones sintiéndose -Gracias
-No me las des, venga vamos a cenar- me limpio de nuevo las lágrimas y me agarro de la mano, me sentía afortunada, feliz por primera vez pero no plena.
Mantuvimos una cena muy amena, hablando de todo tipo de temas y riendo como nunca, esto era una buena terapia para lo que había recordado antes. Ya era casi media noche y nos dirigimos al hotel, nos despedimos en las habitaciones, saqué las llaves y vi que Theo miraba en todos lados
-Mierda, me he dejado las llaves en la habitación
-Pues perfecto, te iba a decir que durmieras conmigo hoy, si tú quieres..-dije de sopetón, me miro rápido y me sonrió
-Gracias entonces por qué se me hayan olvidado- sonrío-Echaba de menos dormir contigo
-Venga pasa, lo que pasa que no hay pijamas de hombre- 10 minutos después Theo llevaba puesto un pantalón corto mío de pijama y no llevaba camiseta
-Que sexy - dije riendo
-Es cómodo, ¿te importa...?
-Menos mal que son camas de matrimonio, si no no se donde dormiríamos- dije negando por su pregunta, nos metimos en la cama y se sentía raro, pero no incómodo. Mire sus ojos y él los míos, era todo tan bonito. Beso mis labios, juntando mas nuestros cuerpos.
-Theo
-Tranquila, no voy a hacer nada que tú no quieras. Te lo prometo- dijo sonriéndome, me siguió besando y luego uno en la frente -Buenas noches pequeña
-Buenas noches Theo - le di un corto beso y me acurruqué en sus brazos, sintiendo su corazón y su pecho descubierto. Me estaba enamorando de Theo, y eso me daba miedo...
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Naciste sólo para mi..
Romance¿Son las coincidencias las que nos llevan a encontrar o conocer a ciertas personas?¿O es el destino el que nos guía hasta ellas? Un hilo rojo nos conecta, no importa el tiempo, no importa el lugar. Se puede estirar, tensar o enredar, pero nunca...