Capitulo 9

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Me dispuse a decorar toda la casa y en fin, es navidad. Por mucho que la pase aquí sola sin compañía tendría que arreglar esta casa. A mi siempre me gustaba adornar todo para navidad, poner un árbol, muchísimos adornos por la casa, guantes para las chocolatinas de Papá Noel, dejar leche y galletas para los Reyes Magos (tradición que seguimos por algunos familiares españoles)...

Pero claramente tendría que comprar todos esos adornos y por supuesto, tendría que comprar el árbol. Me abrigué y salí a la calle, iba a arrasar con todo los adornos, mi casa iba a quedar preciosa.

Entre en 400 tiendas cogiendo todo lo que veía y me gustaba, siempre con prudencia comprando y no derrochando el dinero, tendría 3 o 4 bolsas de adornos, me pare a merendar, tanto andar me había dado hambre. Luego seguí buscando algunos adornos más para mi árbol y después caí, que el árbol en sí no lo tenía.

-Perdone, ¿sabe usted donde hay árboles de navidad?

-4 calles más abajo chiquita - sonreí, me di la vuelta y resoplé. Tendría que andar 4 calles más, como si fueran cortas las calles...

Veía a la gente por la calle feliz, agarrado de la mano de sus parejas, gente de todo tipo y de toda clase, para el amor no hay ni edad, ni color, ni prototipo... Solo si amas a una persona, se siente. Que es la persona indicada para arriesgar todo por ella.. ¿Por que me he puesto así de profunda? Sonreí sola pensando que estoy loca, todo esto se debe a la magia de Nueva York.

Llegué reventada por fin a donde venden los árboles, había algunos muy pequeños y otros demasiado grandes. Tenía que pensar que tendría que caber por la puerta así que me acerque a uno que vi desde lejos, es como si me llamara diciendo que ese era el mío.

-¿Cuanto es?

-80 dólares señorita

-Me lo llevo- sonreí, era bien barato para ser real no de plástico. Me lo ató y me lo dio, oh mierda... No lo puedo llevar a casa andando, no podía con todo y pesaba un montón. Me arrepentí al momento de no haberlo pensado antes, llamé a mis tíos y no podían venir, como era obvio estaban trabajando. No quería llamar a Theo por qué no tenía el porqué de llevar mis cargas pero no me quedaba otra, me armé de valor dejando la vergüenza a un lado y marqué su número

-¿Hola? ¿Dafne? ¿Que pasa? ¿Estás bien?

-Hola Theo, es que... A ver, me he venido arriba y he comprado muchísimos adornos y un árbol

-Y no sabes como llevarlo ¿no? Voy para allí con mi otro coche, mándame la ubicación y en 10 minutos estoy allí

-Muchas gracias Theo eres mi salvador - solté una risita y colgué. Le mandé por mensaje la ubicación y esperé sentada en un banco que había por allí, a decir verdad no había tenido que convencerle mucho para que aceptara. Mis ojos caían de sueño cuando pitaron a mi lado haciendo que saltara del miedo,vi que era Theo, salió del coche

-¿Ese es tu otro coche?

-Si- cogió el árbol y lo subió arriba, luego lo ató- Listo, este coche es para cosas así digamos

-Muchas gracias - le di un abrazo en modo de impulso, tosi y me monté en el coche

-¿Te gusta?- dijo sonriendo, asentí. Todo el camino estuvimos en un silencio agradable, hasta que lo rompió

-¿Piensas decorarla tu sola?

-Si, siempre lo he hecho sola en mi casa y tal. Bueno con un poco de ayuda de mi hermana

-Si necesita algo llámame, adiós Dafne- me sonrió y cerré la puerta. Gracias a Dios que me ayudo a meter el árbol porque si no, no podría haberlo hecho yo sola... Respire hondo, me esperaba una tarde noche muy larga

-Madre de Dios, si que he comprado cosas.

Cuando quise sacar todo lo que había comprado, no tenía sitio para ponerlas. Reí, yo siempre igual volviéndome loca con todo lo que me apasiona o me gusta. Me tiré como tres horas, poniendo todo para que quedase perfecto, colgando cosas por el balcón o poniendo adornos incluso en la puerta, estaba quedando realmente precioso...

Naciste sólo para mi..Donde viven las historias. Descúbrelo ahora