Naciste sólo para mi..

Capitulo 5

Después de terminar de ordenar todo me dí un baño templado con bastante espuma para quitar todo rastro de sudor y relajar mi cuerpo. Puse algo de música lenta, en el aleatorio de Spotify.

Después de un buen rato, sumergida en mis pensamientos y pensando en los pros y contras de enamorarse de alguien o querer a alguien (todo provocado por miles de canciones de amor que salieron en la playlist) decidí no enamorarme más de nadie que no me corresponda. Aunque también pensé, en que ¿Como sabría si el hombre que conozca sería el indicado? Pues bueno, supongo que eso se sentirá en el momento que mires a la persona o cuando estés cada día con ella.

Pero mientras tanto no volveré a enamorarme, ilusionarme o querer a ningún hombre durante un tiempo, vine aquí para disfrutar la experiencia de estar en esta gran ciudad sola, disfrutando y no sufriendo de nuevo por alguna tonta ilusión que me haga por algún neoyorquino guapo o atractivo que intente seducirme. Rechazaré a todo hombre que se me acerque de cualquier manera.

Rei, me hizo gracia a la conclusión que llegue solo por haber escuchado canciones de desamor o por haberme sentido tan mal ayer, haciéndome reflexionar hasta tal punto, una conclusión demasiado aniñada.

Pero por otra parte, pensé y llegué a la conclusión de que el amor verdadero no existe, cuando dicen que tus padres te aman incondicionalmente, eso es falso, ¿Por qué si no mi padre me pegaría?. Creo que le deberíamos de haber parado los pies hace tiempo, pero duele saber que tu padre te pega, o simplemente verle en la cárcel desde tan pequeña.

Siempre veía a mis amigas felices con sus padres, mientras que nosotros no eramos una verdadera familia, estábamos rota, aunque hacíamos de ver que eramos muy felices de cara a la gente o incluso al resto de mi familia.

Pero ya se acabó, nunca volveré a soportar a alguien así en la vida, aunque sea mi padre, no lo quiero ver más, nunca más.

En cambio, mi madre, ella siempre luchó por nosotras, siempre quiso lo mejor para nosotras y trabajó siempre duro para darnos todo lo que pedíamos a mi hermana y a mi, ella es mi salvadora, aunque por otra parte también estoy enfadada con ella por no dejar a ese hombre que tanto dolor nos causó y causa todavía, se que ella lo hace por nosotras, pero tiene que entender que ya nos afecta a todas, a las tres, que no podemos permitirlo más.

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El frío de la noche de New York azotaba mi cara, congelando cada parte de ella, esta situación se estaba haciendo cada vez más habitual, pero hoy hacia tanto que hacía llorar a mis ojos, hacer sentir mi nariz congelada por no soportar tan baja temperatura. Hoy estábamos a -5 grados, pero me apetecía salir y no pensar en los fantasmas del pasado. Aunque creo que hubiese sido mejor haberme quedado en casa.

Caminé varias calles, abrigándome cada vez más, subiéndome el chaquetón casi hacia la nariz para proporcionarle un poco de calor. Sumergida en mis absurdos pensamientos, choqué con alguien haciendo que cayera fuertemente al suelo debido a la nieve descongelada que había en él, recibí un fuerte golpe en la cabeza por el bordillo y todo se volvió negro.

Luces blancas iluminaban mis ojos impidiendo que pudiera abrirlos del todo, varias voces de fondo se escuchaban, pero no podía  adivinar lo que decían. Noté un fuerte dolor en la cabeza, me toqué y tenía una venda. Abrí los ojos y habían varios enfermeros.

-¿Donde estoy?- pregunté desconcertada mirando a todos lados

-Se ha despertado, hola señorita Thompson- habló una enfermera- Mire la luz ¿Vale? Sígala, ¿Recuerda cómo se llama?

-Eh, si, Dafne

-¿Está bien?- mire hacia mi lado derecho y allí estaba sentado aquel chico, Theo

-¿Que hace aquí?

-Si, está estable señor, nos retiramos. Si necesitáis algo, llámenos. Reposa Dafne, lo necesitas.- se retiraron y cerraron la puerta

-¿Está bien ?- me preguntó-Es decir, ¿Como se siente?

-Me..me duele mucho la cabeza

-Lo siento, fui yo, andaba con mucha prisa. La traje aquí para ver que no le había pasado nada.

-Oh, era usted quien me empujó

-Lo siento de verdad no fue mi intención- dijo con cierta preocupación

-No, está bien, tranquilo- me miró

-Mañana tendrá el alta señorita Thompson, tenemos que hacerle algunas pruebas, luego tendrá que tener cuidado con la venda de la cabeza y llevarla un par de días,cuando se la quiten alguien tiene que ayudarla a curarse las heridas, puesto que usted no llegará a vérselas. Buenas noches.- aviso una enfermera entrando de imprevisto

-Yo la ayudaré , me siento obligado a hacerlo, déjeme hacerlo por favor

-No tiene porque, tranquilo, llamaré a mis tíos

-No de verdad, déjeme ayudarla, hará que me sienta mejor.-dijo con esperanza en sus ojos, estaba confusa no entiendo el porqué de tanto interés

-¿Por qué tanto interés?

-Mañana vendré si usted quiere a primera hora para llevarla a su casa, descanse es demasiado tarde.

-¿Que hora es?

-Las tres de la madrugada

-Oh, está bien, la verdad que me vendría bien descansar. Gracias por todo, si mañana está ocupado no tiene por que venir no es necesario de verdad

-Tranquila, a las once estaré aquí. Buenas noches Dafne

-Buenas noches Theo- todo había pasado demasiado rápido como para asimilar la situación.

No podía dormir, no conciliaba el sueño, simplemente no tenía. La cabeza me dolía me daba punzadas, aún con el suero puesto. Pulsé el botón para llamar a una enfermera para que me trajera algunas pastillas para el dolor, después de poco tiempo la enfermera entro dándomelas.

-Debería de haber dormido un poco señorita, es malo para la herida no descansar. Tome estas pastillas,son las únicas que le calmara el dolor. Son las que le mandaremos para su casa

-Gracias, y perdone ¿Sobre que hora llegue aquí?

-Sobre las diez y media, la trajo aquel hombre, se le veía muy preocupado. Descansa, le vendrá bien

-Si, gracias.- poco a poco fui cerrando los ojos, el dolor ya estaba bajando y cada vez me iba relajando