Al tercer periodo, en la clase de historia, Layla se encuentra a dos asientos por delante de mí. Presta suma atención al tema que explica el profesor mientras yo le presto atención a ella. Rompo un trozo de papel de mi cuaderno y comienzo a escribirle una nota.
"Aun me debes el beso de ayer. Te salvaste por la campana."
Lo hago una bolita y se lo aviento, golpeando su hombro y cayendo al suelo. Con su zapatilla la arrastra hacia ella y disimuladamente la recoge, para luego desplegar la hoja. Voltea a verme con su misma mirada inexpresiva sumamente helada. Toma su lápiz escribiendo, arruga la hoja y me la lanza de vuelta con disimulo.
"Los retos se cumplen el mismo día que se proponen, para otro día ya no valen. Suerte para la próxima."
No me rindo a la primera y escribo otra nota:
"Entonces me debes una cita."
Layla responde amenazante:
"Si me castigan por tu culpa me las pagaras."
Sigo insistiendo, sé que aceptara.
"Entonces qué? Aceptas o no?"
Con sus típicas respuestas cortantes, lo abrevia todo con un simple...
"No"
Una última vez, trato de suplicar y espero que funcione:
"Por favor Layla."
Lanzo la bolita, pero esta vez da en el hombro equivocado. El profesor se da la vuelta y recoge el papel, para desplegarlo y leer. Lo rompe haciéndolo pedacitos para enseguida buscar con su abrupta mirada a quien culpar.
—Señorita Layla, salga por favor—indica el profesor señalando la puerta.
—Pero profesor yo...
— ¡Salga!
Layla tomo sus cuadernos y su bolso a regañadientes, camina con pasos pesados hasta la puerta, pero antes de retirarse da una media vuelta y me ve muy enfadada.
—Por cierto profesor, las notas las escribió el rubio imbécil de haya atrás—me señala sin abstenerse.
—Jake, salga usted también, y espero aprendan que en mi periodo de clases ¡no se permite andar tonteando!—increpa despidiéndonos del salón.
Salgo rápidamente para poder alcanzar a Layla, la detengo del brazo, a lo que ella contesta dándome un empujón en el pecho siguiendo su marcha.
—Layla, espera por favor.
— ¡Calla!—exclama casi por estallar.
—Yo solo quería...
—Cierra ya la boca, ¿sí? Deja de creer que puedes ayudarme, solo... aléjate.
—Está bien, lo siento.
💙💜💙
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—Se Despide Fer🎈
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Retando a tu corazón
Short StoryEn una escuela secundaria, Jake disfruta de cada momento junto a sus amigos. Un chico muy positivo, alegre y con gran sentido del humor. Su peculiar actitud lo lleva a veces a meterse en líos, o en esta ocasión, llevar su curiosidad al límite por un...