Camino de lado a lado, con las manos juntas tras mi espalda, desesperado por su llegada. Luego de unos minutos, Layla por fin arriba el patio . Pero esta vez, hay algo diferente en ella, lo puedo notar.
— ¿Te ha gustado el regalo?—pregunto.
—Sí, gracias. Es solo que… ¿por qué?—retira un mechón de cabello de su rostro, colocándolo tras su oreja—. ¿Por qué sigues insistiendo?
—Me gustas Layla, es simplemente eso.
Me ve a los ojos seria y me escudriña muy bien, buscando algún rastro de mentira en mis palabras. Alzo una ceja y le lanzo un beso para tratar de cohibirla, pero permanece atenta observándome. Rueda los ojos y empieza a caminar por el césped.
— ¿Sabes Jake?... ¡Lo odio!—exclama con un bufido—. Odio no poder aborrecerte, maldito cretino.
Una risotada se me escapa, mientras me incorporo a su lado siguiéndole el paso.
— ¿Eso quiere decir que también te gusto?
—Tampoco te pases. Creo que podríamos... ser amigos—encoje los hombros.
—Okay… entonces amigos con derecho—levanto una ceja pícaramente. Layla hace un mohín ante mi propuesta.
—Me retracto, ya estoy empezando a odiarte.
Luego del recreo y un arduo día de ejercicios en química y matemáticas, por fin suena el timbre, anunciando la hora de salida para regresar a casa. Me despido de Logan, cuando diviso a la chica antipática, caminar sola por la acera. Apresuro un poco el paso, hasta alcanzarla.
— ¿Te ayudo?—ofrezco ya con su bolso en mi hombro.
— Vaya, pero si es Don Caballeroso—dice en tono sarcástico—. Dime, ¿acaso no tienes más amigos?
—Claro que tengo, pero prefiero acompañarte a ti.
—Pues no necesito tu compasión—me arrebata su bolso.
Se adelanta, tratando de dejarme atrás, más sin embargo la sigo. Me adelanto y me pongo de frente a ella, mientras trato de no tropezar por ir caminando en reversa.
—No creas que te libraras fácilmente de mí—amenazo.
—Eso lo tengo claro, desde el primer día en que te entrometiste en mi vida—suelta sin sentimiento.
La tomo de los brazos, atrayéndola hacia mi pecho, y estando ahí pongo mi brazo alrededor de su cadera. Trata de forcejear, pero no logra zafarse de mi agarre. Incluso, puedo notar un leve sonrojo.
—Te dije que no sería fácil—aclaro—. ¿Qué pasaría si te robo un beso?
— ¿Y qué pasaría si te dejo sin descendencia, con una patada en las bol…?
La callo con un suave beso; no he podido aguantar un poco más la tentación. Puedo sentir sus delicados y firmes labios, con un deje de sabor fresa. Ella no dice nada, no hace nada, su vista se mantiene ida luego del acto. Da la vuelta y empieza a caminar en el absoluto silencio.
¿Acaso habrá sido la pizza con cebolla del almuerzo?
💙💜💙
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—Se Despide Fer🎈
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Retando a tu corazón
Short StoryEn una escuela secundaria, Jake disfruta de cada momento junto a sus amigos. Un chico muy positivo, alegre y con gran sentido del humor. Su peculiar actitud lo lleva a veces a meterse en líos, o en esta ocasión, llevar su curiosidad al límite por un...