Un día más en el Instituto, ya me aburrí de estudiar y es que solo llevamos una semana del nuevo ciclo escolar. Soy muy cabezotas a la hora de aprender, en especial en cosas como algebra y física fundamental.
Golpeteo en mi cuaderno con el extremo de mi lápiz, un bostezo se me hace imposible de abstener. Estos días han sido algo cansados para mí, a veces siento que no puedo más, pero con ver su rostro cada mañana me reconforto...El timbre suena, anunciando por fin la hora de mi materia favorita: Recreo. Como es de costumbre, salgo al patio con mis amigos a sentarnos a una banca. Mía y Logan se adelantan, tomando los asientos de en medio, para que no les quede volando el trasero en los extremos. Mientras tanto, yo voy a paso lento, observando como siempre a la solitaria chica que se sienta en la mesa del rincón.
—Que aburrido chicos. ¿Qué podemos hacer?—cuestiona Mía, cuando por fin llego.
— ¿Qué tal, cositas ricas nena?—como siempre el pícaro de George queriendo cumplir sus fantasías.
—Vete al carajo, patán—la chica no se tienta la lengua para responder.
— ¿Qué les parece verdad o reto?—propone Logan, despegando la vista por fin de su videoconsola portátil.
No nos parece mala idea y buscamos algún objeto útil que esté a nuestro alrededor. Tomo una botella vacía tirada entre los arbustos del patio, regreso con los chicos para comenzar la dinámica.
—Muy bien, iniciemos—Mía le da la vuelta, y cuando esta para, la señala a ella. Se da un golpecito en la cabeza ante su mala suerte.
—Ahora Mía, ¿verdad o reto?—pregunto.
—Bueno, voy a arriesgarme a decir reto—responde la pelinegra con un aire atrevido.
—Está bien, te reto a que me des un beso—propone George.
Mía le saca el dedo medio, pero aun así, como debe cumplir el reto, se levanta de la banca y se dirige hasta él. Lo toma de los hombros, y en un descuido, le lame de la barbilla hasta la oreja mostrando un mohín.
—¡Asquerosa!—exclama asqueado, como si él se hubiera llevado la peor parte.
—Jodete, maldito puerco, que sabes a sal—arremete contra él Mía, jalándole un mechón de su cabello castaño.
George solo suelta un quejido, aun así no deja de sonreír como idiota. Seguimos dando vuelta a la botella, que para apuntando al antes susodicho.
— ¿Verdad o Reto?
—Verdad—responde George.
— ¿Es verdad que te gusta mi hermana?—el adicto a los videojuegos parece querer quitarse alguna duda.
—Claro, si está bien buena—responde con explicites el castaño.
Logan al escuchar las palabras de George, se abalanza hacia él para soltarle un buen puñetazo, pero aún podemos detenerlo antes de que haga algo de lo que se arrepienta. Definitivamente con este juego, puedes perder amigos.
—Está bien, sigamos—Logan parece tragarse con dificultad su enojo.
La botella vuelve a dar vuelta y esta vez me apunta a mí. Trago en seco.—Jake ¿verdad o reto?
—Reto.
—Pues... ve hablar con la chica que se sienta sola en la mesa del rincón—me reta Mía con una ceja alzada.
Volteamos todos a ver en dirección a esa mesa, habitada nada más por la chica de cabellos negros y piel blanca que se mantiene en soledad todo el tiempo.
—Claro—no dudo al contestar.
—Por un mes—añade George.
Siempre me llamo la atención porque esa chica se sentaba sola, ¿acaso era muy tímida? Desde principio del ciclo escolar se sienta sola en la mesa del rincón, a leer un libro, nunca la he visto con alguien. Y ahora con este reto, tendré la oportunidad de conocerla, por eso no titubee ni un segundo en decir que sí.
Ella es mi reto, mi oportunidad.
💙💜💙
¡Hola y bienvenidos a esta pequeña historia!
Soy Fer, aunque escribo bajo el seudónimo de Anim KF.
Espero sea de su agrado la historia y logren encariñarse con los personajes, especialmente con
Jake y Layla.No olvides votar si te gusta y dejar un comentario de lo que piensas acerca de la historia.
¡Gracias por tomarse el tiempo de leer!
—Se Despide Fer🎈
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Retando a tu corazón
Cerita PendekEn una escuela secundaria, Jake disfruta de cada momento junto a sus amigos. Un chico muy positivo, alegre y con gran sentido del humor. Su peculiar actitud lo lleva a veces a meterse en líos, o en esta ocasión, llevar su curiosidad al límite por un...