Espero con aburrimiento que el chico con cabellos platinados por fin decida aparecerse. Lo he visto hoy a la hora del receso, pero no ha estado tan exasperante como siempre, y luego en el laboratorio de Química, ha salido de clases sin siquiera dar un motivo.
Siento una vibración dentro de los bolsillos de mi pantalón. Una llamada entrante de tío Gregg es la que me distrae de mis ideas. Presiono el botón color verde en el que se dibuja una figura de teléfono, y la gruesa voz de tío Gregg resuena desde el otro lado de la línea telefónica.—Mi pequeña Marika—saluda gentil.
—Sabes que no me gusta que me llames Marika, ¿verdad?—le recuerdo.
—Sí, ya lo sé pequeña, pero es que me recuerdas tanto a tu madre…—la línea queda muda por unos segundos—. En fin, ¿qué tal has estado estos días sin mí? ¿Todo bien?
—Todo bien tío. Además, si sucediera algo, me has entrenado lo suficiente para encargarme de cualquier problema.
—Está bien—dice soltando una pequeña carcajada—. Este, Layla…
— ¿Sucede algo malo tío?—me apresuro ante su tono algo nervioso.
—No, nada malo. Es solo que de parte de la empresa me están ofreciendo un nuevo puesto. Un puesto fijo, en una ciudad fija. Ya no tendríamos que mudarnos de ciudad en ciudad. Seria aquí, en Miami.
Y el miedo vuelve a aparecer, abriéndole camino a mi sentido de la razón, que golpetea con ideas continuas mi cerebro.
Te dije que no debías hacerte amiga de nadie, te lo dije. Pero no, tenías que incluso enamorarte de él.
Calla mente.
—Bueno yo…—no sé qué decir.
—Sería una buena oportunidad. Establecernos aquí, en un lindo apartamento con vista al mar. Podrías comenzar por fin desde cero, poder conocer nuevas personas y hacer amigos en la secundaria, que sabrás que nunca tendrás que decirles adiós por una nueva mudanza. ¿No es eso lo que siempre has querido?
—La verdad, me gusta mucho aquí. Además, he conocido a unas cuantas personas…—mis palabras no son nada convincentes.
—Dime algo pequeña. ¿Acaso te has enamorado del rubio vendedor de flores, limosnero y con garrote?—suelta otra carcajada.
Un ataque al corazón sería una descripción muy escasa para describir lo que siento ahora, estoy hecha un manojo de nervios.
—Es que, esto…
Un portazo se oye de repente. Cuelgo la llamada y guardo mi baratija de celular en mi bolsillo del pantalón.
— ¡Por fin! Ya era hora de que aparecieras Jak…—me quedo a medias.
Uno de los amigos de Jake es el que ha entrado. Enarca una ceja viéndome atentamente.
—Si, como veras, no soy Jake. Soy Logan, mucho gusto—dice dando una forzada sonrisa ladeada, mientras mantiene sus manos en los bolsillos de su chaqueta.
—Layla—respondo para presentarme—. ¿Qué haces aquí?
—Jake me ha pedido que te viniera a ayudar, así que dime, ¿para que soy bueno?
— ¿Y él, dónde está?
—Parece que ha tenido un pequeño problemilla en casa—toma una escoba y empieza a barrer. Se da cuenta de rostro confuso—. ¿Es que acaso no te dijo nada?
—Pues no lo sé, ¿de qué hablas?
💙💜💙
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—Se Despide Fer🎈
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Retando a tu corazón
Short StoryEn una escuela secundaria, Jake disfruta de cada momento junto a sus amigos. Un chico muy positivo, alegre y con gran sentido del humor. Su peculiar actitud lo lleva a veces a meterse en líos, o en esta ocasión, llevar su curiosidad al límite por un...