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Tomo una escoba del rincón más abandonado dentro de la cocina; lleno de telarañas, polvo y mucha mugre

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Tomo una escoba del rincón más abandonado dentro de la cocina; lleno de telarañas, polvo y mucha mugre. Layla se posiciona sobre una de las mesas de la cafetería, observando cada movimiento que hago al limpiar, no parece tener iniciativa por ayudarme.

—Sé que estas enojada conmigo—aclaro—, pero tienes que ayudarme, baby.

No responde nada, observa sus uñas sin prestarme atención, como toda una diva. Ella me encanta, pero eso no significa que en ocasiones quiera lanzarla de un puente por su carácter maldito.

—Así que no me contestaras, pues bien, eres una cobarde—comienzo a tararear una canción mientras limpio.

Su rostro se enfurece, aprieta fuertemente sus manos en puños, da un gran salto de la mesa donde estaba sentada y se acerca a mí con un paso pesado. Ya estando cerca de mí, desquita su ira con un golpe directo a mi abdomen. Me reclino un poco por el dolor, mas sin embargo regreso rápido a mi compostura.

—Vuélveme a llamar así, y recibirás un rodillazo unos centímetros más abajo—amenaza con su dedo señalándome.

— ¿Qué? Acaso no prefieres una verdad que duela, que una mentira que destruya—le reclamo muy cerca de su rostro.

— ¡No tienes el derecho de llamarme cobarde!—vocifera.

—Eres una cobarde por no querer mostrar tus sentimientos—digo muy claro, ella voltea a ver a otro lado—. Porque tienes miedo a decir lo que sientes.

—Porque no es fácil. Porque no me sirve de nada sentir algo. Porque...

— ¡Pero crees que es más fácil guardar tus temores para ti sola!—recrimino—. ¡Yo solo intento ser un amigo para ti, solo quiero verte bien, es que no entiendes que...!

— ¿Qué te gusto? Lo sé. Porque siento temor, ya que creo que siento lo mismo por ti— suelta de repente interrumpiéndome. Su comentario me ha dejado taciturno. Coloca uno de sus cabellos tras su oreja y toma asiento en una de las bancas de las mesas; suelta un suspiro—. Indeseadamente me he enamorado de ti, y en la manera que me haces sentir, y... si me da miedo, que en realidad todo esto sea una ilusión, y que le hueco que tú has llenado en mi vida, se vuelva a vaciar.

Tomo asiento junto a ella, y sostengo su mano, llevandola hasta mis labios y le doy un beso en el dorso de esta. Ella voltea a verme con los ojos llenos de ilusión; yo le regalo la mejor de mis sonrisas.


💙💜💙

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—Se Despide Fer🎈

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