Capitulo 3: "Primer Beso"- Parte 1

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CAP 3: El primer beso - parte 1.

10 años.

Jane y Daniella no dejaban de fastidiarme. De un dia para otro les había entrado en la cabeza la odiosa idea del primer beso. Era repugnante, yo seguía creyendo que eso era sólo un método para traspasarse baba.

Jane nos había confesado que un chico de la escuela le pidió un beso y que ella se lo había dado. A la semana llegó Daniella diciendo que consiguió que un niño la besara. Y ahora esperaban mi turno.

Mis labios estaban sellados, no besaría a nadie. No estaba dispuesta a correr ese riesgo, podría contagiarme alguna enfermedad, besarse era muy peligroso.

- Vamos, no tiene nada de malo. Es la mejor sensacion del mundo, son como miles de mariposas en tu estomago... - argumentó Jane mientras comíamos helado en la terraza de mi casa.

- Y ademas te tiemblan las rodillas... es tan romantico - siguió Daniella y ambas suspiraron a la vez. Yo resoplé y me llevé una gran cucharada de helado a la boca.

- No, gracias. Paso. Y aunque quisiera, jamás lograría que alguien me besara, soy ___ la descerebrada, ___ la torpe, ____ la inútil... - podrí seguir nombrando los apodos que me ponían mis compañeros , pero no quería amargarme la tarde recordando lo cruel que podían ser los niños. Emily me decía que no les prestara atención, que nuestro padre era el jefe de los suyos y que si me apetecía podía hacer lo que quisiera. Emily se estaba transformando en una chica malvada con el correr de los años.

- Bueno, entonces con un niño que no vaya a nuestra escuela - me dijo Daniella y algo se encendió en su mirada. Noté que Jane estaba con el mismo rostro cómplice, se miraron y sonrieron.

- Y que esté cerca, que te conozca y que se muera por ti. ¿Se te ocurre alguien Dani? - pregunto Jane. Me estaban asustando, sonreían de una manera amenazadora.

- Sea quién sea, no lo haré. Sólo tengo diez años, quiero vivir mi infancia sin enriedos amorosos.

- ¡_____, es normal! - exclamó Jane. Que testarudas eran mis amigas.- ¡No lo haré! - les grité -. No besaré a nadie.

- Bien, si esa es tu decisión - Daniella se cruzó de brazos y miró de soslayo a Jane, quien hizo lo mismo y se pusieron de pie -. No beses a nadie, no te podemos obligar. Pero... nunca mencionaste algo sobre si un niño te besara.

- ¡No, no , no , no! - les espeté.

Las corrí de mi casa y les dije con seriedad que me hablaran cuando pensaran racionalmente.

A la mañana siguiente, me encontré en el desayuno con Piero. Desde que se cambió de escuela se había vuelto más esquivo. Intenté hablarle y decirle que haría sufrir a Sandra, pero él parecía estar en otro mundo, asi que desistí y en semanas las cosas quedaron como antes.

Saludé a Ellen, que me preparaba un tazón con cereales y pan tostado, y le dediqué una fría mirada a Piero como unos buenos días.

Sin embargo, a diferencia de los otros días, el no se levantó de su silla y dejó su comida a medio terminar, sino que se quedó allí con la mirada perdida observando su cuchara.

- ____, quiero hablar contigo - me dijo de repente. Ellen nos miró y sonrió.

- Le llevaré el desayuno a tu madre, ____ - tomó una bandeja con una taza de café y unos pastelitos de fresas y salió, dejándonos solos.

- ¿Que quieres?

Él se acomdó en su silla y presencié por parte de él: inseguridad.

Abrí la boca como tonta, Piero el niño listo de todos los tiempos estaba nervioso. No pude evitar reírme.

Marry MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora