Debo de haber estado esperando por lo menos 5 horas a que Helen me llamara, y he acabado por llamarla yo.
Estaba tragándome la bazofia de Las Kardashian en la tele. Y me empezaba a aburrir la espera por la boda entre Kanye y Kim.
Así que he apagado la dichosa televisión y he terminado por hacer unos cupcakes, un batido detox ( de esos verdes y asquerosos) que se acabaría por pudrir en la nevera ( y te preguntarás ¿ para que coño haces batidos si "vives sola" y no te gustan? Pues no lo sé, la verdad. Solo sé que me fascinan los coches y las licuadoras, no te digo más.)
Decido revisar mi fanpage de libros en Instagram @_unicornia_lectora_ y...
Sorpresaaa: ¡3765 seguidores! ¡¡A ver si llegaremos a 4k!!
Conocí a Helen gracias a Instagram. A ambas nos encanta leer, y, como era muy inactiva, Helen pidió a sus seguidores (entre los cuales me encontraba yo), si alguno de nosotros quería ayudarle con la cuenta. Y allí me ves a mí, entrando en acción. Más tarde, cuando ya era administradora, Helen y yo decidimos ampliar nuestro imperio de administradores, llegando a ser un total de 5 personas actualizando y subiendo fotos a la cuenta cada día. Supongo que ese es el secreto para tener muchos seguidores; actualizar y ser muy constante.
Y esa es la historia de como empezó mi amistad virtual con Helen.
Ahora, ambas estamos ahorrando para ir de vacaciones en navidad juntas a Londres.¡¡¡Solo quedan 4 meses!!! 3 si no contamos este... Pero supongamos que contamos este mes.
Hagamos cálculos:
31 días + 31 días +30 días +31 días ( Setiembre, Octubre, Noviembre y Diciembre) = 123 días!!!
Y 1 día son 24 h...
24 x 123= ¡¡¡2.952 horas!!! ¡Casi nada!
Y si 1 hora son 60 minutos...
2952 x 60= ¡¡¡177.120 minutos para ir a Londres con Helen!!!
Y si 60 minutos son 60 segundos...
177120 x 60= ¡¡¡¡10.627.200 segundos!!!!
Conclusión: Tengo demasiado tiempo libre, me aburro demasiado y mi vida es una puta mierda.
Voy a llamar a Hel.
Transcuren bastantes minutos hasta que Helen no responde a mi videollamada.
Sonríe pero veo un enorme moraton en su mejilla izquierda.
—Joder Hel, ¿que coño te pasa en la cara?
—Ha venido Thomas. Le he cabreado, ha sido culpa mía...— Me responde quebrando esa falsa sonrisa y empezando a sollozar. Thomas es su novio. Le conoció hace un mes en un museo, por lo que me hacontado, el es amable, majo, considerado... ¿Que tipo de novio maltrata a su chica? ¿Uno muy amable, majo y considerado?
—Hel.
— ¿Que?
—¿Donde te ha pegado?
—En la mejilla y una patadita de nada en la espalda...
—Enséñame el golpe.—Hel se gira, y se levanta un poco la blusa de cuadros. Tan solo unos centímetros. Está todo de color rojo. Aún tiene que salir el morado, pero el glpe es del tamaño de un puño.
—¿Lo ves? No es pra tanto, y , como te decía, he sido yo la causante de que se enfadara.L gente comete errores Ivy.
—No pensarás que es tu culpa que ese capullo te haya pegado, ¿no?
— ¡No le insultes!— Me grita hecha una fiera. Dios mío, es peor de lo que imaginaba.
— ¡Sí! ¡¡¡Si le insulto, joder!!! —También pierdo los nervios, no voy a permitir que le toque ni un pelo. Y menos que ella se sienta culpable.— ¡Eso es puro maltrato de género! ¡¡¡Es un puto maltratador!!! ¿Que coño tengo que hacer para que entres en razón?
—Piensa con la cabeza Ivy. Acción reacción.
—¿Así que con esas estamos? ¿Acción reacción dices? Bien, pues la acción es que el te ha pegado, ¡¡¡y la reacción es llamar al 016!!!
—No lo voy a hacer. Joder, lo exageras todo un montón.— Ok, cambio de planes. Engañar a la víctima. Sigilosamente, enciendo la grabadora de voz.
—Se llama Thomas Gundersen, ¿no?— Mi tono está notablemente más calmado, aunque por dentro me hierve la sangre.
—Sí. ¿Por qué tanta curiosidad?
—Thomas Gundersen... ¿ Qué más? ¡Me suena muchísimo!— Mentira. Todo mentira. Pero es por su propio bien.
—Armstrong... ¿Le conoces? ¿Por eso lo preguntas?— Me dice, toda ilusionada.
— ¡Sí! Era un crack en la escuela, ¡Íbamos en la misma clase!¿De verdad te ha pegado?— Bien, bien, bien... Sólo necesito mantener a Helen engañada unos segundos más. Sólo unos segundos...
— Sí... Mejilla y espalda, nada más.Y te repito que yo le provoqué, fue culpa mía. No se lo tengas en cuenta.—Resopla cansada. Y entonces la voz le cambia, se ensombrece repentinamente — Pero eso ya te lo había contado...
Y entonces, le veo en la cara que se empieza a dar cuenta del engaño. Pero eso ya no me importa. Tengo lo que quería. ¡Lo ha dicho!
— No le conoces, ¿verdad?— Dice, mientras se le rompe la voz. Se va a echar a llorar de un momento a otro.
—No. Pero eso da igual. Te voy a dar dos opciones Hel. Y quiero que me escuches bien, ¿entiendes?— Asiente levemente, poniendo unos ojos como platos. Está asustada.
—O le denuncias tú, o te juro por lo que mas quiero que llamo a la policía.
— No lo harás.— Silba con rabia. Está temblando. u cordura no durará demasiado tiempo.
— Te aseguro que soy capaz. No me lo tengas en cuenta, al final me lo agradecerás, te lo prometo.— Le digo lo mas dulcemente que me permite mi rabia acumulada.
— Por favor...—Empieza a llorar, pero no me ablando. Es por ella, no por mí. Me estoy haciendo más daño yo que ella, en cualquier caso.
— ¿Ves?—Chillo con rabia, por encima de los sollozos al otro lado de la pantalla.— ¡Eso es lo que hace un maltratador! ¡¡Te hace creer que tú eres el problema, que es tu culpa!!— Estoy gesticulando bruscamente, como una loca, cosa que daría poca credibilidad a mis palabras si no fuera porque están llenas de rabia. — Te aseguro que no lo es. Tú has recibido. ¡¡Él te ha pegado!! ¡Y esto, esto que te digo es la puta realidad, Helen! ¡¡¡Y si no lo ves tú, te lo haré ver yo!!!
Y se cuelga la llamada. Y he colgado yo. Quiero llorar, gritar, gritarle a la imbécil de Helen que sufre por alguien que no se lo merece.
Pero en lugar de eso, mis dedos marcan automáticamente el 016 en la pantalla. Y pulso el botón de llamar.
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NEGANDO //Trilogía: No caeré//
Novela JuvenilHace 3 años que me perdió. Me olvidó. Intenté retomar conversa. Hablar... Dicen que le deje ir ya, que ha cambiado. Mientras yo iba perdiendo popularidad él la estaba ganando a una velocidad sorprendente. Hasta que llegó la señor...