Hace 3 años que me perdió. Me olvidó.
Intenté retomar conversa.
Hablar...
Dicen que le deje ir ya, que ha cambiado.
Mientras yo iba perdiendo popularidad él la estaba ganando a una velocidad sorprendente.
Hasta que llegó la señor...
Estoy delirando. Seguro. ¿Estoy realmente en el pasillo de Union High? Pues al parece sí, porque algún imbécil me da un golpe en el hombro al pasar, haciendo que mis libros caigan al suelo, y yo detrás de ellos.
Pero, como esto es la realidad, y no esas películas americanas donde el malote ayuda a la nerd a levantarse, tengo que ponerme a cuatro patas y recoger yo misma mis libros, y de paso arreglarme la falda, que se me ha levantado de un lado y está llena de polvo del suelo.
Y allí siguen ellos. Rebecca y Dan. Comiéndose los morros, sin mirar a nadie mas. Es una burbuja de silencio perfecto la que los recubre. No deben de estar escuchando los gritos y silbidos de aprobación, las palmas, las risas... Sólo existen ellos dos, nadie mas. Dan y Rebecca. Rebecca y Dan. La parejita.
Esa guarra.
Ese imbécil.
El uno para el otro. Siempre y para siempre.
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El baño. Un triste y húmedo lugar. Lleno de moho y de dibujos obscenos en las paredes. Frases del tipo "Aquí perdí la virginidad", "Tonto quien lo lea", "Julen Anniston es mío, perras" o "Bff = Megan + Holly", son los lemas del baño. El distintivo de que el baño de Union High es un baño cojonudo. Como todos los baños del mundo. Igual de sucio, pegajoso y húmedo.
Y es aquí donde me encuentro ahora mismo. Llorando. Pensando. Todo gerundios, Dios mío. Es que pienso en Helen, en Dan, en mi madre, en Allison, en mi... Y lloro por mi, por ellos, por nosotros. Porque mi vida podría ser infinitas veces peor, pero también infinitas veces mejor. Todo es tan complejo. Tan rebuscado. Tan complicado.
Se acabó el jugar a las muñecas, la hora de tomar el té con mamá, mis besos cariñosos con Dan, el mismo que ahora se lleva a la cama a la primera chica que encuentra. Ni siquiera fui yo con la que perdió la virginidad. Y de algún extraño modo, me afecta que su primera vez no fuera conmigo.
