NEGANDO //Trilogía: No caeré//

¿DE TOROS?

Inicio mi videollamada con Helen a las tres del mediodía, después de comer. Y la videollamada acaba por terminar a las 9:30.

Ambas teníamos demasiadas cosas que contarnos.

Se ve que terminó con el maltrata...( digo; el admirable y respetable Thomas) *NÓTESE EL SARCASMO PLS*

Por lo visto, el tío le dijo que para compensar "el golpecito" (cito textualmente, ¡pero tendrá cara!) la llevaría de viaje a España. Para ir a ver una corrida de toros.

Hel es animalista. Con eso lo digo todo. ¿No? Pues si quieres detalles permiteme que te diga que le cruzó la cara y se armó con una sartén, persiguiéndole por todo el piso y chillando como una posesa. Tan sólo con imaginarme la escena me puesto a reír como mera histérica, a lo que Hel ha respondido enseñándome la sartén con aire amenazador. Hemos reído por lo menos 5 minutos.

Se ve que su padre la va a cambiar de instituto. El bullyng ha ido a más. Y ella lo amenazó con cortarse las venas, aunque me ha asegurado que sólo lo ha hecho para persuadir a su padre.  (Marcando territorio, la tía)

¡¡¡Queda muchísimo menos para verla!!!

Al colgar la videollamada ( después de un interminable :"cuelga tú" "no, tú primero"), me entra el hambre, y decido que iré a cenar en Staggio's Pizza, ¡sep!

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Esto parece sacado de un cliché barato.

Ni que lo hiciera a posta.

Te debe tomar por stalker.

Seguramente.

La suerte no es lo tuyo, ¿eh?

 Estoy sentada en la mesa que està enfrente a la de Dan, Jason (¿o Jay, o Joe?) y otro tío al que no consigo identificar, pero que creo que debe estar como una cuba, ya que me repasa de arriba a abajo y veo como le cae la baba.  ¡Ah!nY una tía que no es Rebecca. Y que, como ella,  lleva unas extensiones de medio kilómetro (rosas, ¡ugh!), y unos morros que no puden ser naturales ( tipo Carmen de Mairena).

No, no... para nada stalker...

Me parece que me están señalando, la chica se gira y me dirije una mirada dulzona. ¿Tal vez demasiado dulzona? Definitivamente me está asesinando con la mirada. Que sí. Que sí tía. Deja de mirarme. De repente, pero sin dejar de mirarme, los ojos se le relajan.

¿Que coño?

Y entreabre un poco la boca. Como un rape en la pescadería. No sé si sabes a lo que me refiero.

Se ha empanado

Por lo que supongo que debe de ser rubia de bote.

 Me limito a girarme. Que escenilla tan rara.

Una vez acabo de pedirle mi pizza a Mario, y después de cuantas potas fingidas y de que su padre le lanzara miraditas desde la cocina al ver que por lo menos tres clientes de iban asustados de la pizzería, me dirijo hacia el baño para lavarme las manos (y aunque fuera para parir un hijo, que te importa lo que haga yo en un baño?, pervertido/a).

Abro la puerta, y cundo me dispongo a cerrar alguien me empuja dentro sin mucha delicadeza.

Huele a perfume masculino. Y no es Dan.