Despierto en una habitación roja. En una cama roja. Hay posters de grupos de rock y... Posters. Dejémoslo en pósters...
Escucho pasos. Alguien se aproxima. Salto de nuevo hacia la cama.
¡PAM!
¡Ostia contra el cabezal!
Supongo que se debe de haber escuchado el ruido, pero yo sigo haciéndome la dormida, por si acaso. Me duele toda la cabeza. Seré estúpida.
Él estalla en una sonora carcajada.
Dan
—¡Oh, mierda! Debí suponer que eras tú... Te odio, te odio, te requeteodio, Dan. Me confundes, joder. Deja de jugar conmigo. Déjame. ¿Te he dejado suficientemente claro que no quiero saber nada de ti? Te odio. ¡¡¡Joder!!!
— ¿Requeteodio? ¿Has. Dicho. Requeteodio?
Ríe aún más fuerte. Esa risa que tan bien conozco. Esa risa que podía hacerme tanto daño acompañada de alguna que otra humillación. Eso. Conozco tan bien esa risa que se que me va a hacer mal.
—Sal de la jodida habitación. Véte.—Estoy empezando a llorar. Oh, mierda. Soy tan ridícula...
—No. Me voy a quedar a tu lado porque me importas. Me voy a quedar a tu lado porque pienso dejarlo todo. ¿Me oyes? Todo. Todo por ti.
Una risa amarga me sale de la boca antes de que pueda contenerla. Rabia acumulada, supongo...
— ¿Todo? Ja. ¿Incluso las drogas?
Le ha dolido. Eso ha sido cruel. ¡Bien! Decido torturarlo un poco más. Ahora está tan débil... Adorable.
—Oh, mierda. Que idiota soy... Se me olvida que no vas a hacer una mierda por mí. ¿Por que me empeño en creerte? Si mi valor para ti es igual a... ¿Cuantos gramos de marihuana?
—No repitas nunca más eso. ¿Me oyes?— Se le está hinchando una vena del cuello. Vamos bien. Si. Si. Si. Sigue así. Voy a desquiciarte, Dan. Voy a desquiciarte hasta que odies tu existencia. Voy a hacer contigo lo que tú hiciste conmigo.
—¿Diez gramos?¿ Veinte?¿Veinticinco?¿Me estoy arriesgando demasiado, Dan?
—Cállate.
—Oh, sí. A sus órdenes. Desea algo más.
—Por favor Ivy, te estás volviendo una persona ridícula.
—¿Que yo me vuelvo qué? Te equivocas. Esto lo debería de estar diciendo yo. Me he pasado años, ¿me oyes? Años queriendo a una persona que cambió de un día para otro.Años así. Preguntándome que había hecho yo. Y lo sigo haciendo.
—¿El qué? Joder, Ivy. ¿Que puto se supone que puto sigues haciendo?
—Queriéndote.
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NEGANDO //Trilogía: No caeré//
Teen FictionHace 3 años que me perdió. Me olvidó. Intenté retomar conversa. Hablar... Dicen que le deje ir ya, que ha cambiado. Mientras yo iba perdiendo popularidad él la estaba ganando a una velocidad sorprendente. Hasta que llegó la señor...