Capitulo ocho.

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Gerard.

Trataba de mantener la calma mientras mi pie pisaba a todo lo que daba el acelerador.

Más y más, mientras veía a Frank de reojo quien sólo trataba de no retorcerse del dolor, regenerándose a cada minuto que pasaba, pero demasiado lento.

Y bueno... Seguía vivo.

Qué como?...

Regresemos un poco al momento en el que mi sangre yacía corriendose como manguera por las uñas clavadas de la pelirroja que estaba a punto de destrozarme con sus colmillos y entonces....
Yo ya me había preparado para mi destino, pero los segundos parecieron eternos, esperando la muerte que nunca me llego.

--- Que haces!!!?--- Había caído al piso abriendo los ojos enseguida y tratando de no perder la visión.

La pura sangre había sido aventada hasta el otro lado de la habitación mientras frente mío, con un gran peluche de un mono en la mano, se hallaba Frank, quien me veía triste y preocupado.
Se inco a mi acariciando mi mejillas mientras trataba de mirar mis heridas.
--- Más bien, que era lo que tú tratabas de hacer Megara.--- La voz del vampiro resonó en la habitación, mientras este tomaba una gran parte de tela de su camisa ya rota, enrollando mi cuello.--- Sal de aquí, Gee.--- En mis manos fueron depositadas las llaves de su auto mientras él se volteaba hacia la mujer que le veía con incredulidad.
--- Estas desafiando a la corte!?
--- No veo cuál sería el desafío.
--- Es un mundano!!!
--- Me he dado cuenta.
--- No puedes traicionarnos, Frank. No tú. Tú eres el próximo Lord primero, mi prometido!!--- Respire profundo para así recuperarme pues seguía viendo algo borroso.
--- Eres la única que ha decidido eso. Yo hace mucho que lo he negado.
--- Que tratas de decir?
--- Que ese mundano al que casi matas, es la persona con la que quiero pasar el resto de mi días.--- Entonces la situación empeoró.

Megara soltó un grito que al parecer solo me afectó a mi, retorciéndome enseguida.
Frank se abalanzó hacia ella, golpeándola haciendo que se calle, la pelirroja lo empujo corriendo hacia mi, que para ese momento ya estaba a duras penas llegando a la puerta.
Sus colmillos me rozaron la pierna, no llegando a más pues el castaño la tomo a ella de los tobillos aventándolo hasta el closet de madera donde guardamos nuestras ropas.
Este se destrozo enseguida, con Frank levantándome y ayudándome a salir de la habitación.
Empezamos a recorrer los pasillos a grandes zancadas, agradecido pues el hecho de que literalmente estuviera siendo cargado por el me daba tiempo de recuperar mis sentidos.
--- Frank!!!--- Fuimos votados en unos segundos donde ahora notaba al castaño peleando ferozmente con la pelirroja.
Esta trataba de arañarlo más Frank simplemente la tomaba con fuerza.
Sus colmillos mordieron el hombro de el, ocasionando un grito que hasta a mí me había afectado.
--- Mírate!!!--- Grito. Enseguida me miró desquiciada yendo hasta a mí mientras yo trataba de gatear para poder avanzar.
Me jaló por las caderas mientras trataba de golpearla, cosa inútil pues esta era demasiado fuerte.--- Te has vuelto débil por esta cosa!?--- Sus uñas de clavaron ahora en mis brazos llevando estos por encima de mi cabeza, sacando de nuevo sus colmillos, lista para darme un buen mordisco.
--- Aléjate de él!!!--- Frank volvió a salvarme tomando de su cuerpo y ambos posándose antigravitatoriamente en la pared, mientras Megara le rasguñaba la cara haciéndolos caer, ella encima suyo de nuevo y volviendo a morderlo.
Pero esta vez, Frank estaba más lento... Trataba de defenderse, golpeándola cómo podía más sus golpes ya no eran tan certeros, y la pelirroja ganaría.

Supuse que no podía seguir permitiendo eso... Supuse que un odio se había apoderado de mi persona pues no dejaría que aquella mujer acabará con la única persona en el mundo que me importaba.

Me levante con fuerza de voluntad caminando hasta la parte baja, donde busque una vara de metal que se usaba para avivar el fuego en la chimenea, corriendo de nuevo hasta el pasillo en la parte alta.
Corri con la mayor fuerza posible golpeando a Megara enseguida, que se aturdió por un momento mientras me encargaba de levantar a Frank que estaba bañado en su propia sangre.
--- Frank!...--- Le llame pero parecía demasiado perdido.--- Saldremos de aquí.--- Le asegure. Me puse de pie de nuevo empezando a andar para luego caer encima del castaño y soltar un gruñido.
Mi pierna estaba siendo mordisqueada. Intenté alcanzar la vara con éxito, golpeando a la pelirroja que enseguida gruño de dolor.
Se alejó de mí intentado recuperarse, más se lo negué enseguida golpeándola más y más y más y más... Tenía que morir... Y más y más...
--- Gerard....--- Mi respiración algo agitada, mi cuerpo con una leve capa de sudor, mis manos algo ensangrentadas.--- Gee, mírame...--- Tire la vara mirando a mi vampiro que me veía ya enderezado con una mano en su costado.
Los rasguños en su cara ya se habían regenerado, pero la profundidad era aún notoria en otras.--- Déjalo ya... Hay que irnos....--- Asentí inmediato yendo hacia su cuerpo algo moribundo cargándolo como si fuera pluma y corriendo a la planta baja, saliendo hasta donde su auto estaba. Saque las llaves que me había dado y abrí la puerta del copiloto, metiéndole, cerrando para subirme al piloto y arrancar fugaz, acelerando a todo lo que daba.

Mordisco. >>Frerard<<Donde viven las historias. Descúbrelo ahora