Capitulo doce.

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Gerard.
No podía subir la mirada.

A cualquier momento sentía que me rompería en miles de pedazos con toda la presión que los pura sangre ejercían.

Frank tomó mi mano con delicadeza, sonriéndome en calma mientras intentaba transmitirme tranquilidad.

"Frank Iero." Su nombre fue un eco en el lugar. "Me decepciona mucho que tu nombre sea el implicado en un asunto de alto grado de demanda." Un hombre, que a penas y alcance a ver, se veía joven y a la vez realmente conservado. Me daba una sensación extraña.

"Bueno, lamentó oír eso, pero no me arrepiento de mis actos."

"Cómo puedes siquiera decir eso!?... Es demasiado insultante incluso para alguien de tu calibre." Habló Megara.

"Insultante es que te atrevas a demandarme a la corte por algo que realmente no está prohibidamente estipulado en nuestras leyes."

"Somos vampiros. Has mantenido cautivo a un mundano, excediendo el límite de aquello al no morderle para convertirlo en tu seguidor."

"Pienso que no hace falta morder a alguien para mantenerlo a tu lado, y recalcó, yo no mantuve cautivo a nadie."

"No puedes desmentir los hechos, Frank. Verdades obvias."

"Has llevado esto demasiado personal."

"Lo personal es que este mundano se tome atribuciones que no le corresponden."

"Creo que estás exagerando el asunto."

"Te has visto últimamente?.... Eres tan débil, que pareces un ser demacrado inferior incluso más bajo que un seguidor." Megara aporreo sus manos contra la mesa, viéndonos amenazantes . "Como un pura sangre puede siquiera pensar en no consumir sus alimentos de sus seguidores!?"

"Eso no te consta!"

"Tengo testigos!!, has delirado demasiado. Has puesto tus necesidades encima de las de los tuyos!!"

"Basta." El silencio reino. "Ambos son hijos pura sangre de familias legendarias, incluso se hayan comprometidos. Frank, eres el próximo Lord primero. No puedo... No consigo aun entender cómo es que has llegado a este punto donde un humano sobrepasa el orden de todo lo que tú representas." El hombre río, haciendo que milagrosamente el tenso ambiente de la pelea anterior se disperse.

"Tate... Es que, es tan fácil de explicar!"

"Entonces hazlo!.... Puedo darte el beneficio de hablar!"

"Es un humano lo sé!, y aunque parezca que lo he tenido bajo cautiverio... Tate, eso es falso. Yo... Me enamore del mundano." Unas voces hicieron sonidos de sorpresa, empezando un murmullo en la gran mesa ovalada donde el juicio se llevaba a cabo.

"Silencio!, silencio!" El hombre, Tate, el juez, aporreo su maso dando orden a la sala. " Frank..." Suspiro. "Lo que dices... Es... Vamos, Frank. Sabes que eso está prohibido."

"Entonces por qué existen los clase B?... Sería muy descarado de nuestra parte ignorar ese hecho. O es por qué Gerard es hombre!?"

"Eso lo hace aún más insultante."

"Meg... Por favor..." Tate suspiro de nuevo. "Gerard... No es así?" Respingue asintiendo. "No pasa nada, puedes mirarme sin miedo." Mordí mi labio levemente asintiendo de nuevo repetidamente para así poder al fin alzar mi vista.

Los presentes me veían intrigados, a excepción de la pelirroja, que me fulminaba de tal modo que si las miradas mataran, ya estuviera a diez metros bajo tierra.

Mordisco. >>Frerard<<Donde viven las historias. Descúbrelo ahora