Capitulo diecinueve.

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Narrador.

Un círculo.

Todos los pura sangre existentes del país estaban presentes, incluido a algunos clase A, que serían los testigos del "juicio".

Gerard respiro entrecortado cuando vio entrar a aquel círculo, atado de pies y manos, a su Frank.

Su salvador estaba consciente, y le miraba perdido y triste.

"Frank Anthony Thomas Iero Priccolo. Miembro de la corte, pura sangre en linaje, próximo Lord primero." Recitaron.

"Ex próximo Lord primero, señoría." Interrumpió el castaño. La mujer de aparentemente "edad avanzada", se detuvo a mirarlo muy curiosa para luego asentir.

"Ha dimitido a su cargo?" Preguntó

"Lo he hecho. Él pura sangre Tate Lacurt ha sido testigo." Dijo seguro.

"Señoría, el acusado miente." Inmediatamente, Tate se puso de pie apoyando ambas manos a la mesa que tenía en frente. "Yo jamás he escuchado absolutamente nada de la dimisión del pura sangre Frank."

"Es que acaso usted me ha mentido?" Sus ojos amarillos fulminaron a los avellanas, con estos muy cautelosos y calmados.

"No es así. Están en mi contra."

"Tate Lacurt es uno de los miembros más antiguos de nuestra organización, Frank."

"Me conoces Page, yo no sería capaz de mentir en algo así!" Exclamo exasperado. La mujer frunció los labios negando.

"Aquí soy la jueza. Esta es la corte de los vampiros. Tú no eres mi conocido, eres un juzgado. Lo siento, Frank. Tate Lacurt niega haber oído tu dimisión, así que tus cargos siguen vigentes. Que pase Megara Uwel." El tatuado resopló resignado dirigiendo su mirada a su híbrido quien ya hacía en medio del gran círculo, de igual modo atado, como alguien a quien van a...

Pero él no podía permitirse pensar en negativo.

No a Gerard.

Por qué no podría permitirlo.

No.

"Señoría." Megara sonrió a Page de la mejor manera que se le pudo moldear. "Como ya sabe, los cargos contra el acusado Frank Iero son imperdonables y muy notorios, pero, como también ya sabe, se hizo un conteo de votos a favor del acusado, de la absolución de sus cargos a cambio de la ejecución del híbrido Gerard Way." Sus avellanas se desbordaron en sentimientos en un segundo con aquellas simples y ácidas palabras. "Así que pido su autorización para dicho cometido."

"Que!?, que mierda te sucede, Megara!?" Grito él pura sangre.

Gerard se mantenía extrañamente sereno e inmóvil.

Sus verdes solo se figuraban en una sola cosa, más bien persona.

Si él iba a morir y a cambio perdonarían a su Frank, estaba más que dispuesto a derramar su inútil sangre.

"Solo te salvó el trasero, cariño." Escupió con evidente disgusto y a la vez satisfacción la pelirroja.

"No te atrevas, maldita loca!!"

"Orden!, orden!" Grito Page.

Frank se removió logrando lastimarse las muñecas de sobremanera.

"Señoría, por favor...." Megara tomó aire ignorando la mirada fulminante de su ex prometido. "Page... Tú me conoces. Conoces a Frank!!, míralo!" Señaló al castaño. "Ve cuan débil se ha vuelto!!, es un pura sangre!, el próximo Lord primero, mi prometido!!, mira su debilidad. Ese maldito humano le ha arrebatado la vida, Page. Yo solo quiero regresársela." Con sus orbes amarillos, Page observó detenidamente al pura sangre.

Mordisco. >>Frerard<<Donde viven las historias. Descúbrelo ahora