Capitulo once.

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Gerard.

Miraba hacia un costado de la habitación, como si el suelo fuera lo más interesante del mundo.

Suspiro largo y tendido.

No entendía nada.

Frank me había convertido pero yo ya estaba convertido?....

Mi madre era una híbrida.
De padres mundanos y abuelos mezclados.

Mi bisabuelo era un pura sangre.

Al menos ahora sabía que no podían separarme de mi vampiro, no mientras tuviera algo a lo que aférrame.

Era un híbrido.

Uno demasiado extraño.

La puerta se abrió, notando como el castaño entraba a esta, quitándose enseguida la chaqueta y deshaciendo el nudo de su corbata.
Sonrei.

--- Que haces despierto?... Es demasiado temprano.--- Mire el reloj.
Tres am.
Me enderecé yendo hasta el prendiendo una de las luces de una lámpara que se hallaba al costado de un gran sillón de cuero.
Frank se sentó en el, conmigo encima.
--- Te he extrañado.--- Dije sincero. Sus manos me acariciaron el rostro con ternura bajando hasta mis costados, y así hasta mis muslos.
--- Solo cargas ropa interior y una camisa... Que es mía.--- Dijo burlón. Reí mientras me hacía cosquillas en el cuello depositando leves besos.--- Intentas provocarme?
--- Bueno.... Tiene tu aroma... Y te extrañaba así que...--- Me encogí de hombros.
--- Lo siento. Yo igual te extrañaba demasiado, amor. Pero, Megara está haciendo un lío lo que ha sucedido aquel día. Infracción al humano que le ha golpeado el rostro hasta desfigurarla.--- Bufo.--- Su abogado pide mucho, y su reconstrucción ha sido instantánea.
--- Dinero?, carcel?
--- No. Aquí van más haya de eso en los juicios. La corte es muy especial, sobre todo con los pura sangre. Nos dan demasiados privilegios pero a la hora de inculparnos, somos los más castigados.--- Hice una mueca.
--- Muerte?--- Frank se tensó mirándome fijo. Había dado en el clavo.
--- Muerte es una de ellas. Hay más.... Pero créeme, muerte es el mejor castigo.--- Me sentí a estremecer con aquello bajando la mirada y suspirando.--- Gee, sabes que no permitiré que te toquen, no es así?... En todo caso yo soy quien ha sido demandado.--- Reí incrédulo.
--- Tu mundo es igual de injusto que el mío.--- Exclamé frustrado. Frank suspiro apoyando su rostro a mi pecho, sintiendo su calor.
--- Te arrepientes?--- murmuró. Mire al techo ladeando la cabeza.
--- Dijiste que sería un infierno.--- El castaño alzó su rostro, notando su preocupación.--- Pero a mí me ha parecido el cielo a tu lado.--- Sus ojos se abrieron a la par desviando la mirada y sé, que si no fuera de aquella hermosa naturaleza suya, hubiera visto la más bella escena creada por sus mejillas en acumulación de sangre.
Un sonrojo. --- Tienes hambre?--- Pregunte, intentando hacer que su timidez se diluya. El asintió mientras se mordía leve su labio inferior, volviendo a mirarme.--- Puedes hacerlo donde quieras...--- Sonreí. Frank tomó aire volviendo a acariciarme con ternura, bajando hasta mis caderas y acercándome a el de un tirón, sin separar ni un centímetro su tacto de mi piel, subiendo a mi cuello y ladeando este para darse auto acceso.
--- A ti donde te gustaría?...-- Su ronca voz erizo mi ser. No respondí más que con un ronroneo, disfrutando de las lamidas electrizantes que le daba a mi marca.
Me despojo de la camisa, tirándola a algún punto de la habitación, sin importarme pues, al tenerlo frente a mi, no me hacía falta más, y sentí entonces su aliento recorrerme rumbo abajo hasta llegar a mi clavícula.

Mordisco.

Jadee extasiado con los labios entre abiertos que dejaban escapar leves gemidos, y mis ojos bién cerrados.

El sonido que su garganta hacia al traspasar mi sangre por su tráquea.

El calor que se formaba en mi pecho por ser el único que pudiera tener esa dicha de alimentarle.

Mis dedos estrujándose en su cuero cabelludo con fervor, mi rostro apoyado ahora en su frente.

El dolor era tan insignificante.

Entonces supe que el juicio sería pan comido si estaba a su lado.
El sería mi fuerza para las inevitables acusaciones en mi contra y yo sería la suya para salir adelante, pasará lo que pasará.

Bob.

Respiraba con algo de dificultad.
--- Me tratas de decir que él ya no se alimenta de ninguno de ustedes!?--- Negué. Megara río desquiciada para así asentir.--- Bien. Has sido valiente Robert. Con tu ayuda, de nuevo, podremos ganar. Todos saben que eso también es una falta grave. Un vampiro sea cual sea su clasificación, abandonando a su seguidor para dejarlo morir... Mi prometido se las juega por el humano, eh?--- Baje la mirada.

El juicio se llevaría a cabo al amanecer.

Frank sería inculpado por demasiados cargos en contra y todo por culpa de ese estupido mundano.

Pero ahora, sabía que mi amo tendría las de perder todas.

Gerard había resultado ser un híbrido y eso empeoraba el asunto.

No me quedaba más remedio que ayudar a Megara, todo por amor.
Tenía que hacer algo para salvar a Frank y ella lo prometió.
Abogaría por el y se casarían.
Haría que el mundano fuera culpado con todos los cargos y así que se llevase todo el castigo.

Era una lástima que sólo yo amara a Frank lo suficiente para apoyar en ello.

Ni Ray, ni Jamia, ni Lindsay quisieron aceptar el trato.

Pero no me importaba.

Si tenía que dar incluso mi propia vida, lo haría.
Gerard moriría para el bienestar de Frank.
Aunque sea lo último que haga.

Mordisco. >>Frerard<<Donde viven las historias. Descúbrelo ahora