Capitulo dieciocho.

789 118 31
                                    

Gerard.

Sus dedos recorrían suavemente mis piernas, con sus labios recorriendo mis muslos internos, como si fueran a desaparecer.

Su lengua pasó sobre mi miembro ya erecto causándome un escalofríos demasiado complaciente.

Eche mi cabeza hacia atrás, permitiendo que tuviera acceso a mi garganta, donde con posesividad volvió a pasar su lengua muy meticuloso, tomándome de las caderas para enterrarse en mí sin más. Él sabía que yo amaba eso.

Sabía que odiaba que me viera débil.

Por suerte ya no lo era más.

Exigente, como sólo él, dio un mordisco a mi manzana de Adam.

Abrí los ojos, sentía que me ahogaba.

Segundos después, eso se desvaneció, quedando solo el sonido de la succión de su alimento, y mis gemidos quebrados, junto al choque de las pieles entre sí

Limpio con delicadeza la marca y me cargo por completo quedando a horcajadas de el, sin mover ni un solo músculo, pues sus manos se encargaban de cargar y bajar mi cuerpo.

"Hmm." Me sostuve de sus hombros y espalda mordiendo mis labios mientras trataba ahora de poner de mi parte para así profundizar la sensación.

Exitosamente, ahora se enterraba en aquel punto que tanto me volvía demente.

Pero entonces, mi garganta se secó.

Mis ojos se dilataron, lo vi en los suyos.

Me besó feroz, separándonos minutos después con una gran cantidad de saliva de por medio.

Gruño cuando instintivamente empezó a aumentar su ritmo.

Incluso llore por la embriaguez en la que la excitación me tenía.

Colapse al tiempo en el mordí su pecho en busca de saciar mi sed.

Sus dedos se enterraron en mis muslos, sintiendo como llenaba mi interior.

Incluso el suspiro en mi oído, la satisfacción de "alguna manera", marcarme con algo más que un mordisco.

"Tengo un mal presentimiento." Dije nervioso.

Frank se removió tras mío mientras me estrujaba más a su pecho y depositaba un beso en mi coronilla.

"Todo está bien." Murmuró.

"Eso no lo sabes... Megara está viva."

"Y?..."

"Y ella me odia, Frank." El gruño a lo bajo.

"No sé cómo es que puede."

"Bueno, le he robado a su prometido. También le di una paliza, yo si sé cómo puede." Exclamé algo divertido. Sentí como tomaba aire, exhalando caliente en mi cuello.

"No me importa. Ella no podrá separarnos." Reí con ternura al notar como su nariz me hacía cosquillas, con sus dedos apretándose a mi piel, dejándome marcas dignas de enseñar.

"Que haremos ahora?" Dije cambiando el tema.

"Que quieres hacer tu?" Me encogí de hombros.

"No lo sé. Pero no podemos quedarnos en esta cabaña por más tiempo, Frank."

"Lo sé." Resopló. "Hagamos un plan."

"Un plan?" Alce una ceja ante su tono animado.

"Si... Un plan para nuestra vida de ahora en adelante." Asentí.

"Bien."

"Qué tal una cabaña?"

"No podemos quedarnos aquí..."

"No está... Otra..." Se apresuró a decir. "Una frente a la playa, o frente a la pradera. Que cuando el sol golpee nuestra ventana al amanecer y te haga abrir esos bellos párpados, tu sonrías. Te tendría un desayuno ya preparado en nuestra pequeña cocina, para luego con una taza de café salir a ver cómo las olas se mueven en sintonía, o en caso de ser una pradera, las flores que danzan con el viento. Luego te diría que vayamos de picnik. Un buen almuerzo. Algo de vino y buen pan con carne. Si es una playa me gustaría verte jugar con las aguas, si es la pradera, recoger flores y hacer una coronas de esas con la que se que te verías muy hermoso." Reí enternecido. "Entonces tendríamos que volver a casa, y te prepararía un baño de agua caliente en una tina por supuesto. Y luego, colocaría el jabón en una esponja y me apresuraría de restregar todo tu cuerpo con todo el cuidado del mundo. Las marcas en el solo las puedo hacer yo. Y cuando estemos limpios, secarnos y cargarte tal cual hasta nuestra cama de nuevo, escondernos entre las sábanas y demostrarle a la luna reflejada en la ventana que nuestro amor es de verdad." Sentía que un nudo se atoraba en mi garganta, dejándome ahogarme lento.

Me volteé hacia el enseguida tomándole de las mejillas y depositar pequeños besos en sus suaves labios.

Correspondidos y cargados con intensidad, sus manos tomaron mi cintura jalándome más hacia el, rozándonos sin dejarnos espacio para respirar otro aire.

Era un nuevo inicio.


El sonido de la puerta de oyó como eco desesperado en toda la cabaña. Me levante a la par de Frank en confusión.

"Espera aquí." Murmuró levantándose y poniéndose sus prendas.

Me enderecé poniéndome de igual manera las mías oyendo un sonido por la ventana.

Me pare lentamente caminando hasta ella, entonces mis ojos se abrieron como platos haciendo que el rojo de mis mejillas se volviera blanco.

Nos tenían rodeados.

"Frank!!!" Grito enseguida corriendo hasta el. "No abras la....." Un peso demasiado grande cayó a mi espalda.

Dos hombres sosteniéndome con brutal fuerza, inyectándome en el cuello algo que no conocía.

Gruñí tratando de moverme, en incluso pude safarme de ellos debido a la presión que estaba creando, pero a medio camino caí, mi cuerpo no respondía.

"Gerard!!" Las ventanas de la sala estaban rotas, la puerta destrozada.

Megara sostenía a mi pura sangre apuntándole al pecho.

"No te atrevas!!!...." Grite clavando mis uñas en el frío piso. Sus manos temblaron negando enseguida a la vez que una macabra sonrisa aparecia en su rostro.

"No, Gerard!" Su lengua se enroscó saliendo mi nombre en un desagradable sonido. "Tú no te atrevas." Raspo la camisa de Frank quien era sostenido por otros dos pura sangre que ejercían presión sobre el para que quedara medianamente inmóvil.

Su pecho se abrió paso, notando la fina línea que le había hecho la daga de Megara.

"Frank..." Intente levantarme pero los pesos de antes me volvieron a tomar.

"Nuestro corazón, es un hijo de puta." Graznó la pelirroja. "No nos palpita pero puede matarnos!!" Ironizó. "Puedo sacárselo y clavar mi daga en el. Así morirá y no habrá manera de revivirlo. Eso es lo que quieres?" Mis sollozos empezaron a salir. Temblé sudando frío pues de nuevo me sentía débil.

Incapaz de proteger.

Negué.

"Bien..." Sus manos tomaron crueles mi pelo, haciendo que la mirase de frente. "Listo para tu juicio?"

***
Espero el capítulo les haya gustado, me e inspirando en "Misguided ghosts" de Paramore para la parte de él "plan" de Frank. Jajaja

Estoy enferma así que, literal, me esforcé escribiéndolo xD ya dos para el final :3 gracias por leer❤️

Mordisco. >>Frerard<<Donde viven las historias. Descúbrelo ahora