Bath, agosto de 1808
El cuerpo cálido de la mujer en su cama, se enredaba entre las sabanas aromatizadas con esencias de romero y limón.
James Prescott Proctor, vizconde de Logan y hermano del octavo Conde de Hardcastle no cabía en sí de dicha. Amanda Loring, la tímida hija menor del marqués de Laughton había aceptado ser su esposa. Y prueba fehaciente de ello era el cuerpo de la joven aferrado al suyo luego de una intensa noche de pasión.
- ¡Mandy, anhelo tanto estar contigo! Estos momentos robados son lo único que me quedará cuando ya no estamos juntos.- susurró Jamie, junto al delicado cuello de su amada.
- ¡No entiendo por qué te enlistaste! Eres el único heredero vivo de tu hermano. ¡No es necesario que un arrebato patriótico te lleve lejos!- le riñó la joven, con dulzura.
- Te equivocas querida. Está el hermano menor de mi padre.
- Sí, pero sir Cedric es muy feliz siendo vicario en Yorkshire. Además es casi tan rico como Creso gracias a la generosa herencia y a la dote aportada por tu tía Helena.
- Pero tienen hijos. Y aún cuando huyan como la peste de las obligaciones que conlleva el título de Conde de Hardcastle, saben que si algo me pasa uno de ellos asumirá mi puesto. Pero eso no sucederá. No pienso exponerme a peligros innecesarios, menos aún cuando la despampanante rubia que tengo entre mis brazos me espera con los brazos abiertos y su lecho dispuesto.
Y dejando de lado esa conversación que restaba tiempo al último encuentro entre dos amantes, Lord James y Lady Amanda se entregaron al deseo más primitivo y sensual.
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Herefordshire, inicios de octubre 1808
Había escuchado que las aguas termales de Bath eran milagrosas cuando de fertilidad se trataba. Por lo menos eso pregonaban su díscola madre y la difunta duquesa de Devonshire, ambas matriarcas de una nada despreciable cantidad de retoños.
- ¡ Qué haré Mary!- exclamó Amanda, su bello rostro congestionado de tanto llorar se veía cansado y derrotado.- James no ha contestado a mis cartas. Temo lo peor.
- Descuida mi niña querida.- dijo su fiel criada personal.- Estas cosas pasan y más con una guerra en pleno desarrollo. Algo similar ocurrió con la correspondencia enviada por el señorito Raymond. Ahora, lo que debiera preocuparte es la reacción que tendrá tu padre cuando se entere del asunto.- concluyó Mary con cara de circunstancias.
- Esa es mi preocupación más inmediata.- dijo Mandy, pues su padre era un hombre bastante liberal en cuanto a la educación de las niñas se refería.- Papá querrá que ponga termino a mi embarazo. Sabes lo reacio que es cuando alguna chica se casa apurada con cualquier petimetre sólo para cubrir las apariencias y darle status a la criatura en camino.
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Besos clandestinos ® #3 Serie Magníficos
Historical FictionLA VIUDA Luego de un apresurado matrimonio y una repentina viudez, Lady Amanda Caroline Sanders la bella hermana del marqués de Laughton ve como el pasado regresa para cobrar promesas incumplidas. EL PERSEVERANTE Tras una prolongada estancia en...