CAPITULO 8

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" La vida no se mide por los segundos que respiras sino por los momentos que te dejan sin respiración."
A.A.

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Cuando se decidió viajar a Bath, planteó su intención a Laughton. Era lo menos que podía hacer, dado que la destinataria de su amor era la hermana favorita de del marqués, y quien mejor la conocía.

Lejos de molestarse, Laughton accedió. Eso sí, poniendo como condición que se diera un tiempo para tratar a Nicholas, pues le parecía inaudito que aún no conociera a su primo y pupilo.

Al llegar a la hermosa residencia que por años rentaron los Loring para sus escapes a Bath y de la que ahora era propietarios, James se sentía ansioso, sensación que  comenzó a provocarle dudas. Así se lo hizo saber a Laughton:

- ¿ No habrá sido muy precipitado? Tal vez mamá y Amanda tengan razón. Cada vez que me dejo guiar por mis impulsos, cegándome ante lo que es razonable y siempre acaba mal. Ya ves tú lo que pasó hace tantos años...-

- Relájate, James. Pareces un niño que está a punto de ingresar a la escuela.- y retrucó.- ¿Quién hubiera imaginado que sería yo la persona  que algún día te llamara a la calma?

- Por lo menos yo, jamás.- río Hardcastle.- Si mal no recuerdo siempre era yo quien que te llevaba al redil.

- Crecí. Y no es tan malo como alguna vez pensé que sería.

En esas estaban cuando ingresaron a la casa, mientras Laughton se ponía al tanto del paradero de sus hermanas mayores, James, con la confianza de años tratando a la familia, se dirigió hasta el jardín trasero. Disfrutando de la caminata estaba, cuando sintió que algo chocó contra sus pantorrillas. Al bajar la vista, su mirada se confrontó con un rostro dulce y apuesto, muy parecido al del retrato que encontró en Sunshine Manor. Una emoción indescriptible le embargó, pero lo asoció al lazo tan estrecho que alguna vez tuvo con su tío Rand, padre de la criatura.

" La hermana de Saatfield se ha quedado corta cuando describió como guapo al jovencito Lord Sundley.".- se dijo James.

Nicholas era cautivador. No se podía esperar menos del pequeño teniendo padres tan apuesto como Mandy y Rand Sanders.

- Laughton, ¿podrías decirme quién ha osado agredirme de forma tan puñetera?.- dijo al recién llegado marqués, fingiendo un enojo que estaba lejos de sentir.

El marqués divertido por la situación, respondió:

- Hardcastle, tengo el placer de presentarte a mi sobrino y pupilo, Lord Nicholas Gideon Sanders, Conde de Sundley.- Y dirigiéndose al niño, le apremió : - Saluda, Nick.

- Buenas tardes,?mi Lord. Y por favor, disculpe el puntapié: Kyle, Lucas y yo estábamos jugando con un balón y no me di cuenta que estaba en mi camino..- se excusó el pequeño, quien al igual que su madre cuanto era pillada en falta, se sonrojaba hasta las orejas.

Al ver la preocupación en el rostro infantil, bajó hasta quedar a la altura de su pequeño "agresor", James dijo:

- No se preocupe, Lord Sundley. También
fui niño y más de alguna vez hice lo mismo con su padre.- la voz de Hardcastle y su sonrisa, evocaban momentos felices, lo cual no pasó desapercibido para el menor. Y mucho menos a Laughton.

- ¿ En serio? ¿ Conociste a papá?¿ Cuándo?- y cayendo en cuenta del nombre con el que le fue presentado el desconocido, respondió: - ¡Claro! Tú eres Jamie, el hermano del primo Noel.

Besos clandestinos ® #3 Serie MagníficosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora