Besos clandestinos ® #3 Serie Magníficos

CAPITULO 13

" No tomes una decisión permanente, por una emoción temporal."

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-Y luego dicen que los milagros no existen.- dijo James, quien luego de su perplejidad inicial sonrió con regocijo.- Por lo visto no hay escapatoria Amanda. Serás mi esposa, lo quieras o no.

La rubia se incorporó mientras trataba de cubrir su desnudez, en un gesto tan remilgado y modoso, que Hardcastle no pudo evitar reírse como nunca lo hubiera hecho en su vida. Ante lo cual, la belleza exclamó:

- ¿ Qué te hace tanta gracia?.- dijo con ese delicioso fruncir de cejas que Jamie adoraba.

- Tú.- musitó el apuesto Conde contra el esbelto cuello de la mujer.- Me parece admirablemente ridícula tu actitud de virgen casta y pura, luego de haber hecho el amor de forma tan descarada.

La réplica de Mandy no se hizo esperar y esta llegó en forma de cojinazos y achuchones.

- ¡ Detente mujer!.- dijo James con fingida súplica.- Ten piedad de este hombre cansado tras el esfuerzo de hacer feliz a la mujer que ama.

- ¡Jamie Proctor, nunca pensé que fueras un quejica!.- le regañó la mujer, a la vez que sus dedos recorrían con delicadeza y no menos entusiasmo, los puntos más sensibles de la anatomía masculina, gesto que reactivó el deseo dormido en James.

- Y luego dices que soy yo el insaciable.- dijo un recompuesto conde, quien tomando las riendas de la situación se plantó sobre su mujer retornando así a las labores que propiciaron la dicha de una dulce espera que le otorgaba esperanza y dicha venidera.

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Tras el gratificante y sensual interludio, Amanda fue consciente que habían mucho rato fuera de la fiesta, y urgió a Hardacastle para volver a los salones de Spring Park.

Una vez adecentados, se dirigieron con todo el sigilo que les fue posible hacia el interior de la residencia, encontrándose a medio camino entre la vegetación de los exquisitos jardines con un Rossdale con los botones de su chaqueta mal abrochados y a su flamante futura esposa peinada de un modo totalmente distinto al que llevaba al llegar a la celebración. Dicha situación le hizo sonrojarse al recordar el frenesí compartido con James tan solo unos momentos antes, y empatizando con la joven Lady Charlotte, le sugirió acercarse a los tocadores para refrescarse. De más está decir que la delicadeza de su gesto le valió el aprecio instantáneo de la cuasi duquesa de Rossdale, quien de buen grado aceptó la invitación.

- Gracias por su discreción Lady Sundley.- dijo Leto una vez llegadas al femenino boudoir dispuesto para las invitadas.- Tal vez este a dos dias de convertirme en la esposa de Alex, pero la sociedad no perdona la fogosidad ni el ímpetu de la juventud.- y remedando el tono utilizado por la cotilla Lady Hewitt, dijo: Es algo indigno en una futura duquesa.

Mandy, agradada por la actitud simplista y sincera de la prometida de Rossdale, se limitó a sonreír.

- No se preocupe Lady Charlotte, se perfectamente lo que el amor provoca en las personas, y considero mezquino negarse a disfrutarlo a plenitud.-

- Creo que en algo se equivoca. La única enamorada en nuestra relación soy yo.- dijo la joven con tristeza.- Alex sigue aferrándose a un recuerdo doloroso.