Comienzo de una nueva etapa.

971 31 22
                                    

Ryoma:

La noche se estaba haciendo presente en la ciudad de Narita, me encontraba caminando hacia la casa de mis padres, para informar a Ryoga y a Nanako de lo que estaba pasando.

Antes de salir de las clases de verano le había enviado un mensaje a Ryoga diciéndole que jugáramos un partido en la cancha del templo, que luego podría quedarme a cenar con Nanako y él.

Luego de caminar un par de minutos llegue frente a la entrada del templo, saque las llaves y abrí el portón, camine hacia el recibidor me quite los tenis deportivos, para anunciarme.

–Ya llegue– dije con fuerza.

–Oh Ryoma, bienvenido a casa, prepare tu comida favorita– dijo Nanako asomándose por la puerta de la cocina.

–Hola– dije con tranquilidad.

– ¿Cómo has estado? Hace mucho no vienes a cenar con nosotros– dijo Nanako abrazándome con suavidad, se le estaba haciendo costumbre hacer eso.

–No es para tanto– dije zafándome del abrazo.

Nanako me sonrió con delicadeza, mirándome con atención. –Ryoma ¿Pasa algo? Te vez un poco decaído–

La mire por unos segundos con algo de sorpresa por su pregunta, por lo que cambie de tema.

– ¿Ryoga está en su habitación?– pregunte subiendo el primer escalón.

–Sí, es extraño que vengas a jugar con él– dijo analizándome.

–Tal vez porque no vine a eso– dije caminando hacia la habitación de Ryoga.

Me encontraba frente a la puerta de habitación de Ryoga, respire profundo por un momento decidiéndome abrir la puerta. Al abrirla note que Ryoga estaba sentado en su escritorio tecleando algo en su computador. Al verme entrar sin tocar me miro ceñudo.

–No te enseño mi madre a tocar– dijo con molestia.

–Mmm– dije sin interés.

– ¿Estás listo para perder enano? Supongo que viniste a buscarme para ir a jugar– dijo apagando el computador.

–De hecho vine porque quiero...– el celular de Ryoga me interrumpió.

–Es mamá– dijo antes de contestar.

Llamada entre Ryoga y Rinko:

–Hola mamá ¿Cómo va todo en Hong Kong?–

–Hola cariño, todo marcha de maravilla, te llamaba para preguntar por Ryoma, lo he llamado varias veces pero no contesta–

–Ese enano desconsiderado ¿Quieres hablar con él?–

– ¿Esta ahí en la casa?–

–Sí, vino a cenar con nosotros–

–Me alegra que este ahí con ustedes, Ryoga me gustaría que les dijeras a Ryoma y a Nanako que tu padre y yo regresamos este fin de semana a Tokio–

–Oh eso es fantástico mamá, ya se les extraña en la casa–

–Eres muy amable querido, bueno debo irme nos vemos en unos días, salúdame a tu hermano y tu prima–

– ¿No quieres hablar con él?–

–Solo dale el mensaje, debo entrar a una reunión cariño–

–De acuerdo mamá–

–Adiós–

Fin de la llamada.

– ¿Van a volver?– pregunte pensativo.

Unidos mas que por el tenis-parte IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora