Unidos mas que por el tenis-parte II

En mal momento

Eran las 11:30 de jueves en la noche y todo era silencio en las calles de Tokio, mientras un ambarino corría para llegar pronto a su casa. Luego de unos minutos de carrera Ryoma estaba frente a la entrada del templo, abrió el portón con suavidad y entro para dirigirse a la puerta de la casa, introdujo la llave en el cerrojo, giro la llave y deslizo la puerta para entrar sigilosamente. Sentado en el suelo se quitó sus tenis azules, para rebuscar entre sus bolsillos su celular y así lograr alumbrar un poco el camino hacia la escalera. Ryoma camino con suavidad y al llegar al pie de la escalera fue sorprendido por su madre que se encontraba sentada sobre estas.

-Llegas muy tarde- le dijo Rinko molesta.

-Mamá- dijo Ryoma recuperando el aliento por el susto. –No pensé que estarías aquí-

-Me tenías preocupada, además como te dije quiero hablar contigo- le dijo con calma señalando la cocina para que lo siguiera.

-Es necesario hacerlo ahora- le dijo bostezando.

- Si hijo- le dijo con seriedad.

Ryoma camino hacia donde su madre le indicaba, sabía que no se iba a salvar de esa charla. Los dos entraron en la cocina y Rinko tomo asiento en una de las sillas indicándole a Ryoma uno de los lugares frente a ella para que se sentara. El ambarino tomo asiento y espero a que su madre comenzara hablar, sin imaginarse que sería más que un regaño.

-Ryoma, lo primero de lo que quiero hablar contigo son de las reglas de la casa- Rinko lo miro con seriedad y continuo –Hijo tienes que recordar que aunque eres muy independiente, no puedes estar haciendo lo que quieras, no me molesta que salgas con Sakuno y con tus amigos, pero últimamente no has respetado las horas de llegada a la casa y siento que por eso estas descuidando mucho tus estudios- le dijo con voz molesta.

-No me parece que esta conversación sea por eso- dijo de forma insinuante.

-¿Por qué lo dices?- pregunto sorprendida.

-No lo sé pero desde la tarde estas muy rara. Además siento que algo está pasando - le dijo con seriedad.

Rinko se quedó en silencio y bajo su mirada.

-¿Mmm tenía razón?- dijo triunfante -¿Qué sucede?- pregunto despreocupado.

-¡Ay! Ryoma, lo siento- dijo en un susurro su madre.

-Mamá, ¿Qué pasa?, ¿Por qué te disculpas?- le pregunto sin comprender lo que ocurría.

-Hijo de verdad lo lamento, pero la próxima semana nos mudaremos a Hong Kong, así que mañana iré hablar con tu director- le dijo con calma mientras lo miraba fijamente.

Ryoma se quedó impactado con la noticia, cuando proceso lo que su madre decía se levantó de la mesa molesto y miro a su madre con frialdad.

-Yo no me voy a ninguna parte- sentencio con furia caminando hacia la puerta de la cocina.

-Espera hijo, déjame explicarte por qué- le dijo Rinko desesperada, ya se esperaba esa reacción por parte de Ryoma.

-No, no quiero escucharlas, tú y mi padre me prometieron que me dejarían terminar mis estudios en Seigaku- le dijo con enojo golpeando levemente la puerta con su puño para dejarla sola en la cocina.

-Ryoma- dijo Rinko con tristeza al ver el enojo de su hijo.

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Sábado 9:30 am.

Ryoma se encontraba profundamente dormido boca abajo con Karupin recostado en su espalda, cuando fue bruscamente despertado por el sonido de su celular, provocando que Karupin saltara de la cama molesta. Ryoma busco su celular entre las sabanas y al encontrarlo contesto la llamada sin abrir los ojos.