El momento.

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Capítulo 38: El momento.

Narrado por Ryoma:

Ingresaron a Sakuno en la sala de parto, mientras le colocaban las vías y los monitores necesarios, Amber se encontraba colocándome un traje esterilizado. Tenía miedo, realmente me sentía asustado, no estaba muy seguro de si el parto iba a salir bien, por más que me dijeran que las probabilidades eran altas para las 3 yo no podía dejar de pensar en que algo saliera mal.

–Ryoma, respira profundo y mírame– me dijo Amber tocándome el hombro, yo me sobresalte al sentirla.

–Lo siento– dije haciendo lo que me pedía.

–Si no quieres entrar está bien, Sakuno comprenderá– dijo con amabilidad mirándome con fijeza.

–Quiero hacerlo, solo estoy nervioso– le dije respirando profundo.

–Saldrá bien– me animo.

–Hasta que no pase, no cantare victoria– le dije pensativo.

–De acuerdo, entonces vamos que en un rato espero que estés enseñándole a Saku fotos de las niñas– abrió la puerta y me guio a mi lugar junto a Sakuno, me senté en el banco tomando su mano.

Saku me sonrió levemente, la verdad se veía tranquila y lista para lo que venía, el único que no estaba preparado era yo, pero por el momento haría lo que me dijo Cambell disfrutar del momento y tratar de tener mis miedos al límite.

La doctora Kanata entro a la sala colocándose en su sitio, Saku se quejaba por el dolor de las contracciones.

–Muy bien llego la hora, Sakuno necesito que respires como se te enseño y cuando te lo diga quiero que pujes con todas tus fuerzas– le dijo con calma. –Por suerte ambas niñas están en posición así que no deberían de haber complicaciones– nos explicó serena.

–Puja– dijo la doctora con autoridad.

Sakuno hizo lo que le pedía apretando mi mano.

–Puja– le volvió a pedir –Muy bien Saku, ya se ve la cabeza, lo estás haciendo muy bien– ánimo la doctora.

Acaricie la cabeza de Saku con ternura sintiéndome un poco mal al verla quejarse por tanto dolor.

–Saku vamos de nuevo puja– indicó la doctora –Bien hecho ¿signos vitales?– preguntó.

–Estables doctora– le respondió una de las enfermeras.

–Puja, ya casi tenemos a la primera– dijo emocionada comencé a sentirme un poco ansioso, esto ya era real, tendría que cuidar a dos pequeñas niñas.

–Lo haces muy bien– le dije a Saku con suavidad siéndome feliz por el gran regalo que me estaba dando, ella en respuesta acaricio mi mano.

–Excelente Saku una vez más puja– Sakuno lo hizo con fuerza gritando por el dolor y respirando agitada, se comenzaba a ver realmente cansada.

–Perfecto, tenemos a la primera– dijo la doctora.

La habitación se inundó de unos suaves quejidos, por lo que yo voltee a observar a la pequeñita que examinaba una de las doctoras.

– ¿Ella será?– me pregunta Amber con unos papeles en la mano.

Miro a Sakuno diciéndole –Natsumi– ella asintió mientras Amber anotaba el nombre y me pasaba el documento para que lo firmara.

Cuando vi que colocaban a Natsumi en la Unidad de cuidados intensivos no pude evitar sentirme un poco mal y más al no saber nada de su estado, sentí que Sakuno jala mi mano por lo que voltee a verla, al hacerlo note como pequeñas lagrimas brotaban de sus ojos.

Unidos mas que por el tenis-parte IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora