Unidos mas que por el tenis-parte II

Nuevas dificultades.

Capítulo 29: Nuevas dificultades.

Narrado por Ryoma:

Era domingo por la mañana me encontraba desayunando en la cocina junto a mi madre, ya que durante varias semanas no la había visto debido a un viaje de trabajo. Así que ella me mirada expectante para que le contara como nos había ido a Sakuno y a mí en la última cita que habíamos tenido con la doctora.

–Vamos hijo dime ¿Cómo les fue con la doctora? ¿Qué les dijo?– dijo mi madre con entusiasmo.

–Mmm bien– dije sin darle mucha explicación.

–Ryoma cariño no seas así conmigo, por teléfono no me dices nada y ahora en persona tampoco, vamos cuéntame tu padre y tu hermano no están así que nadie puede molestarte– dijo mi madre curiosa.

–No nos dijo nada diferente a las otras veces dijo que las gemelas están bien y que pronto a Sakuno se le quitaran los malestares iniciales del embarazo, que de hecho ya no los tiene– dije mirándola con atención.

–Bueno me alegro que estén bien y ¿aún no les ha dicho el sexo?– dijo interesada.

–Yo creí que me estabas prestando atención– dije levantándome de la mesa recogiendo los platos.

–Claro que lo estoy haciendo– se defendió.

–Ya sé porque soy un poco distraído– dije con todo divertido mi madre no se había percatado que ya le había dicho cuál era el sexo de los bebes.

–Hijo no te entiendo, estas muy misterioso– dijo confundida.

–Mmm a Sakuno le gustaría ponerle Natsumi a una de las gemelas y a mí me gustaría ponerle Sora a la otra niña– mi madre me miro impactada y se quedó sin decir nada.

–Parece que aún no comprendiste lo que dijo la doctora– dije con sarcasmo –Bueno te lo diré más sencillo, seremos padres de dos niñas y ambas están bien por el momento– dije caminando a la cocina y dejar los paltos en el fregadero. Cuando iba a volver al comedor me encontré con mi madre en la puerta que me miraba asombrada.

–Ay Ryoma– dijo en un susurro para lanzarse hacia mí y abrazarme con fuerza llorando levemente.

Me quede helado con la reacción que había tenido, no entendía porque actuaba de esa forma ni porque había tenido esa reacción, pero lo que más me sorprendió fue escuchar lo que me dijo.

–Serás un gran padre, y has escogido a una jovencita muy buena y dulce para ser la madre de tus hijos, sé que eres muy joven y que puedes cambiar de opinión sobre lo que sientes por Sakuno, pero yo esperaría que algún día te cases con ella y de verdad vivan juntos para crear a esas dos niñitas– dijo mi madre separando el abrazo y mirándome fijamente.

–Mamá– dije avergonzado y a la vez conmovido con sus palabras.

–Es una alegría muy grande la que nos estas dando, solo que tienes que entender que a tu padre y a mí nos preocupa y asusta que sea tan a corta edad. No era el momento para esto y será una etapa muy dura, pero si mantienes firmes los sentimientos que tienes por Sakuno vas a ver como todo sale bien– dijo acariciándome el rostro y mirándome con nostalgia. –Has crecido muy rápido Ryoma y me estás haciendo vieja muy pronto– dijo revolviéndome los cabellos –yo abuela quien lo diría– dijo pensativa.

–Pero serás la abuela más bonita– dije en un susurro pasando por su lado sin mirarla.

–Eso no te lo discuto– dijo con alegría – ¿Qué vas hacer hoy cariño?– pregunto curiosa.

–Pensaba traer a Sakuno almorzar, supongo que quieres verla– dije indiferente y sin voltearme a verla.

–Supones bien– dijo con emoción.