Cupid Jeon [VMin] {Corrigiendo}

Capítulo Quince

- Les tengo una sorpresa preparada –anunció mi padre Taehyung cuando llegamos a la puerta.

Le habían dado el alta hace un momento y nos encontrábamos saliendo del hospital:

- ¿Una sorpresa? –cuestionó mi padre Jimin.

- ¿Qué es, papi? Dime, dime, dime.

- Primero tendremos que llegar a casa –sonrió contento.

No pensé que esa frase tuviera doble sentido. Cuando íbamos en el coche nos extrañamos, porque no era el camino habitual y cuando nos bajamos mi padre nos señaló al frente, contento:

- Bienvenidos a casa.

Yo abrí mis ojos ante la preciosa estructura color crema que había tras el inmenso jardín. Tenía pinta de ser acogedora y muy cara también:

- Tae, ¿esto es en serio? –dijo mi padre Jimin encantado con la vista.

- ¿Viviremos aquí? –pregunté observando todo con detalle.

- Sí, ahora es nuestra. Toda nuestra –extendió los brazos intentando abarcar toda la posesión.

- ¡Es genial, papá! –corrí por el jardín con una sonrisa.

Vi como mi padre Tae abrazó por detrás a papi Jimin, rodeando su cintura y susurrándole algo al oído:

- ¿Te gusta, mi amor? –mi padre Jimin se dio la vuelta.

- Me encanta, gracias –respondió para después besarle de manera dulce y profunda.

- ¡Papis! –interrumpí el momento, divertido. Ahora podía hacer esas cosas, porque como estaban juntos se iban a repetir sí o sí.

- Cariño, tienes el don de la oportunidad –rio mi padre Jimin.

- Jungkook me llaman –palmeé mi pecho con orgullo-. No saben lo feliz que soy de verlos así.

- Nos alegra, hijo –respondió mi padre Tae-. Ahora puedo dormir tranquilo.

- ¿Por qué? –lo miró mi otro padre.

- Porque eres un peligro, cariño. Por cualquier sitio que vas, todos te miran. Cuando bailas, en la academia, en la calle...-enumeró-. Bueno, estoy diciéndolo suavemente, pero la realidad es que se les notan las ganas de empotrarte contra la pared.

- ¡Taehyung! –lo llamó sonrojado.

- Jiminie, eso no ha cambiado. Tengo que andar con cuidado.

- ¿Pasó algo antes? –pregunté interesado-. Cuéntame, papi –sonreí inocente.

- Jungkook –mi padre Jimin me reprendió y yo reí.

- Pues mira, tu padr...

- ¡Taehyung, pero no sigas!

- El niño tiene que saber qué clase de padre tiene, amor –besó la mejilla de un avergonzado Jimin-. Verás cariño, desde que estábamos en el instituto a tu padre se lo desnudaban con la mirada. Yo parecía pintado a su lado cada vez que me veían y por eso tenía que besarlo delante de todos para dejarles claro que ya tenía dueño.

- Papi Tae protegiendo lo suyo –asentí aprobando sus acciones.

- Pues no era yo quien recibía millones de declaraciones y cartitas y estupideces de esas todos los santos días.

- Papi Jimin claramente celoso –hice el mismo gesto que antes.

- Pero Jiminie, yo solo tenía ojos para ti. El único que podía desnudarte con la mirada era yo, y con las manos –dijo juguetón para hacer rabiar a mi padre.