Cupid Jeon [VMin] {Corrigiendo}

Capítulo Doce

Guardó la última bolsa en el coche y se dirigió al asiento:

- ¿Ya está todo?

- Sí, podemos irnos –contestó, pero de repente su móvil comenzó a vibrar en su bolsillo-. No, espera –dijo al ver el nombre que brillaba en la pantalla-. ¿Jimin?

- Taehyung –la voz al otro lado sonó ahogada.

- Cariño, ¿qué pasa? ¿Estás bien? –se preocupó al oírlo.

- Tae –sollozó-. Tae...

- Jimin, me estás asustando –se puso de los nervios. Solo oía llorar a su expareja al otro lado de la línea y no había cosa que lo pusiera peor.

- Taehyung, por dios... -intentó regularizar su respiración para hablar claramente-. Dime que has visto a nuestro hijo, por favor.

- No, no lo he visto –se extrañó-. ¿Qué pasó?

Se percató de que la respiración de Jimin comenzó a acelerarse mientras luchaba por dejar de soltar lágrimas. Le oyó toser con fuerza y un pequeño quejido llegó a sus oídos:

- Jimin, ¿estás bien? ¿Qué pasa? –su corazón golpeaba fuertemente contra su pecho.

- Tae –pronunció en un hilo de voz apenas audible-. Ven a casa ya, por favor. Ven rápido –pidió.

Taehyung le hizo señas a Namjoon para que arrancara de una vez, apresurándolo para llegar cuanto antes:

- Estoy de camino ya. Llegaré en unos minutos –intentó tranquilizarlo.

- Taehyung... -oyó la voz de Jimin lejos y como la llamada se había perdido.

Se quedó mirando el aparato confundido y con un mal presentimiento. La garganta parecía habérsele cerrado al igual que el estómago:

- ¿Ha pasado algo? –preguntó su mánager.

- Namjoon, tengo que llegar a casa ya. Date prisa por favor –lo miró serio.

- De acuerdo –dijo acelerando ante la expresión del contrario.

En cuanto el coche detuvo su marcha, Taehyung bajó corriendo. Abrió la puerta con un pulso poco acertado y cuando entró miró a los dos presentes. El que debía estar allí y al que extrañó ver:

- Jimin...

El nombrado estaba sentado en el sillón con los ojos hinchados de tanto llorar y la mirada perdida en algún punto de la nada. Yoongi se encontraba de pie en medio del salón hablando por teléfono con el ceño fruncido y un tic nervioso en su cuerpo que le impedía estarse quieto:

- Cariño, ¿qué ha pasado? –dijo acercándose a su lado y haciendo que lo mirara.

Jimin giró su rostro clavando sus ojos en los contrarios y abrazó a Taehyung. A pesar de la confusión el otro lo abrazó estrechando su cuerpo entre sus brazos con ternura:

- Lo siento Jimin, no han podido localizarlo. Al parecer el móvil ha sido desconectado de la red y no ha estado funcionando desde hace bastantes horas –anunció Yoongi guardando su teléfono.

El nombrado se hundió más en el pecho de Taehyung queriendo creer que todo era mentira:

- ¿Qué está pasando? ¿Qué ha pasado, Yoongi? –lo miró con seriedad.