DÍA -OnTae-

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PALABRA: Día
PAREJA: OnTae (Onew/TaeMin)
RATED: K
ADVERTENCIAS: Slash

SUMMARY:
Continuación de Cuchillo (y con este sí se definiría la pareja xD)

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DÍA

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Era el día... y los nervios estaban matándole lenta y dolorosamente desde ya hacía un mes.

Durante todo aquel día, Onew había sido nada más que un pobre ente.

Su siempre brillante mente aquel día brillaba por su ausencia.

Su característica y hermosa sonrisa había misteriosamente desaparecido y su humor -algo extraño pero humor al fin-, había pasado de raro a inexistente.

Pero ahora, apenas en minutos, todo aquello estaba por terminar... ¡Y ya no podía esperar! así como tampoco podía evitar recordar.

Había sido ya un año y medio desde que había conocido al menor, en aquella fiesta de beneficencia a la que, como siempre había planeado no ir, pero que, por azares del destino había terminado asistiendo... y disfrutando más de lo que jamás habría de admitir.

Había estado allí, en su mesa, charlando amenamente junto a algunos de sus varios colegas cuando la voz del presentador del evento llamó su atención -así como la de todos- al anunciar una nueva presentación.

Y ahí fue que lo vio.

Allí, en aquel minúsculo escenario, bailando junto a su compañera de baile con una fluidez y elegancia que lo había dejado con la boca abierta -aún momentos después de que hubieran terminado-, y con una cierta inesperada 'respuesta' en su anatomía.

Luego fue cuestión de tiempo realmente.

El chico -de quién aún no sabía el nombre-, y la chica, se encontraban hablando animadamente con su jefe de piso cuando él se encontró haciendo su camino directo hacia ellos. Sin importarle mucho el quedar como un entrometido ni como un idiota embobado porque aunque le doliera el ego, lo reconocía, lo estaba. Él había quedado idiotizado nomás verle y había quedado prendado al segundo de escucharle.

Conseguir su número de teléfono había sido la gloria pero el conseguir que aceptara a salir a cenar con él cuando finalmente le había hablado unos días después, fue su perdición.

El pequeño -entonces moreno y ahora rubio como el más brillante sol-, le había robado el corazón de tal manera que sabía sin lugar a dudas que él jamás podría volver a sentirse completo sin él.

Y de ahí sus nervios entonces porque era justo aquel el día en el que le pediría aceptara casarse con él. Se la pasó imaginando tantas respuestas y situaciones que su corazón se sentía estallar.

Sin embargo, lo que nunca imagino (y no podría haber imaginado ni en un millón de años tampoco), era que al entrar al departamento que ahora compartían, lo primero que escuchara fuera el muy audible llanto de su novio, oler un fuerte olor a quemado y ver hasta un poco de humo saliendo desde la apertura que sabía de sobra daba a la cocina de la casa.

Asustado, corrió a ver qué demonios había pasado.

— ¡TaeMin! — gritó sin más al entrar, viéndole allí, tirado en el piso, con su pequeño y tierno rostro todo rojo y arrugado por el llanto mientras notaba como acunaba una de sus manos dentro de un trapo algo sucio desde el cuál también se podía ver la sangre, con la otra.

— ¡Hyung! ¡Onew! Lo siento — lloró más fuerte el menor para asombro del recién llegado— . Lo siento, lo siento, lo siento. Yo... yo qui-se, ha-hacerte, la cena... pero... arroz y... quemado... y el cuchillo, entonces y... y yo... ¡AAAAAAAHHHH!

Y, pesar de lo extraño que aquello hubiera sonado. Onew le entendió a la perfección y de inmediato, enterneciéndose de adoración por el solo gesto. Avanzando hacia él -y cerrando todas las llaves de gas en el camino-, Onew observó todo y sonrió. Su bello novio había intentado -y al parecer batallado-, en hacer lo más difícil para él. Cocinar.

Su pequeño TaeMin había querido hacerle la cena... No era realmente su culpa que el pobre quemara hasta el pan por lo que, para el mayor, aquello era solo una prueba más porque ¿cómo no amar a aquel hermoso ser humano que haría lo que fuera, hasta lo imposible solo por darle un gusto a él?

Fue entonces cuando Onew, con toda la paciencia y amor del mundo, aún con una sonrisa boba en su rostro, levantó aquella tierna cara sonrojada y triste hacia él antes de solo relajarse y preguntar un simple y sorpresivo;

— Lee TaeMin, ¿quieres casarte conmigo?

Porque, puede que en su mente hubiera habido nervios y dudas antes, pero en su corazón el pensamiento de pertenecerse nunca flaqueó.

Y, si aquella noche la sonrisa boba de Onew no se borró, si TaeMin lloró un poco más, si la cena fue un poco más seca y 'ahumada' de lo normal; nada importó, porque de ahora en más serían ellos... ellos para siempre.

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Jejejeje no me aguanté y lo subí, así si alguien pasa ya va a entender más(? mmm

Bueno, espero que si alguien lo lee me deje saber qué les ha parecido sí? 

Ahora sí, see'ya!!

*Guadi*

''30 Days with Lee TaeMin''Donde viven las historias. Descúbrelo ahora