''30 Days with Lee TaeMin''

MOTO -ChangTae-

PALABRA: MOTO
PAREJA: ChangTae
RATED: T
ADVERTENCIAS: Slash
SUMMARY: Era doloroso, pero tenía una decisión por tomar...

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Estaba molesto. No, tachen eso, estaba más que molesto. Estaba furioso. Total y jodidamente furioso por culpa del estúpido, su muy, muy, muy estúpido, imbécil, idiota y jodido novio.

Se sentía traicionado, y dolía, porque ni siquiera era la primera vez que discutían o peleaban por algo similar a aquello. Pero sí era la primera vez que él se sintió tan, desmerecido, tan poco apreciado por el mayor. El segundo. Eso era algo que no había pasado antes y era una sensación horrible de sentir.

Él lo amaba mucho, en verdad lo hacía, pero esta vez no sabía si iba a poder perdonarle todo aquello tan fácilmente porque, quizás para muchos aquello no fuera nada o fuera algo bastante casual, pero para él, ver como su esfuerzo era ni apenas notado, darse cuenta de que el otro ni lo había recordado. No como él, quién justamente por ser una persona que pocas veces recordaba fechas -ya fueran importantes o no- se había puesto cuanto recordatorio pudo para no dejar aquello pasar.

Sentir que a su propio novio aquello ni le importaba.

Era duro.

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Habían vuelto hacía ya un par de días de su viaje conjunto a Japón y todo había estado bien hasta entonces, pero hacía ya dos horas que aquello había cambiado, justo desde que se enteró por apenas una llamada que le hizo el mannager de su novio avisándole que éste no llegaría porque de hecho se encontraba demasiado borracho para salir de donde estaban ahora, comentándole como si nada -porque realmente el pobre hombre no tenía idea de que estaba destruyéndole con aquellas simples palabras-, que el pobre tonto de 'su' novio había estado tan triste por el pronto enlistamiento de su amigo, compañero de trabajo, y -no olvidemos-, ex amante, JunHo que se había anclado a un bar hasta quedar tan borracho como para ni poder caminar.

Sí, su 'novio' llorando y emborrachándose en un bar por la partida de su 'amigo' y él ahí, solo en su casa, esperándole con una cena que nunca nadie ya iba a comer, para celebrar un aniversario que ya no valía la pena ni recordar.

Era cierto que ChangMin había estado bastante más triste y taciturno desde que se había enterado de aquello pero, que se deprimiera así, a tal punto de ponerse a llorar y a tomar por la pena -cuando a él ni solía gustarle tomar-. Al punto de olvidar completamente que él también existía, que también le quería.

Al punto de olvidar también y de paso que aquel era el día en que cumplían ya dos años de relación y de que el menor le había invitado ayer mismo a cenar para festejar aquello a solas en su propio apartamento. Sin importarle en lo más mínimo que hubiera trabajado demás para poder armarlo todo a tiempo ni que hubiera estado al límite de horarios llenos de sesiones gracias a que entre él y su mannager habían logrado juntar todo lo más posible para poder despejar su agenda aquella tarde y la mañana siguiente.

No. No iba a perdonarle tan fácil aquello, no después de todo el dolor que estaba haciéndole sentir porque, puede que él no fuera el mejor novio del mundo, pero le importaba, le importaba él y lo que tenían. Lo amaba, maldita sea, se lo demostraba tanto como podía y, así y todo...

Su celular sonó, pero él ni lo miró. Es más, lo obvió. Estaba manejando su moto a una velocidad ya de por sí poco prudente y venía molesto desde que arrancó así que lo mejor sería dejar a lo que sea para después ya que no quería terminar chocando solo porque su novio era un idiota condecorado. No, mejor seguir manejando un rato. Manejar le calmaba. Andar en moto era lo que más efecto le hacía cuando necesitaba aclarar la mente.

Finalmente, después de dar unas cuantas vueltas por los alrededores, llegó al tan conocido mirador y llamó a la única persona que sabía no lo dejaría tirado allí solo jamás.

No se equivocó.

Apenas veinte minutos después, un taxi paraba en la calle a un lado del parque y el bailarín de los EXO salió, mirando alrededor hasta encontrarle con la mirada y comenzar a acercarse.

No hubo palabras dichas porque una mirada sobre las húmedas mejillas que mostraba la hermosa cara del mayor le dijo al menor todo, por lo que, solo una lata de cerveza bien fría y un reconfortante abrazo sobre sus hombros fue todo lo que TaeMin necesitó para, en silencio, comenzar a ordenar lo sucedido y sus pensamientos al respecto antes de contarle todo al otro tal y como aquello pasó. Lo que sintió. Lo que pensaba respecto a todo. Más tranquilo ahora que sabía que había alguien dispuesto a escuchar sus problemas, fueran los que fueran, en dónde, cómo y cuándo fuera. Contando con el apoyo de su mejor amigo. Tal y como siempre.

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Sin embargo, mientras hablaba, más llamadas entraron. Llamadas que terminaban automáticamente en el buzón de voz porque Tae finalmente estaba tranquilo y no quería romper el frágil momento de su recién conseguida paz.

Aprovechando en silencio la tranquilidad y calidez que le brindaba el apoyo aquel para poder pensar porque, definitivamente tenía que hacer algo de ahí en más.

Sí, amaba a ChangMin, pero por mucho que le doliera pensar en aquello siquiera, él ya no sabía si el mayor también lo amaba de verdad o si... o si, a pesar de todo lo que pasaron juntos, él nunca había dejado de amar a alguien más.

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 CHAN... mierda, no recordaba haberlo terminado así!! jajajja 

Pues bien otro OS más UP ;) q les ha parecido? 

Espero estén bien, besos y cuídense gente! 

*Guadi*

PD: gracias a quienes han votado y comentado ya sea en este u otros fics!! :3