LILAS -2MIN-

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PALABRA: LILAS
PAREJA: 2MIN
RATED: T
ADVERTENCIAS: Slash, angustia, drama

SUMMARY:
Un momento que nadie debería tener que pasar

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Era injusto. Era tan malditamente injusto que él solo, no podía. No podía, por más que quisiera mi mente se negaba a pensar en nada más y eso, el tiempo, el dolor, todo esto estaba acabando conmigo poco a poco, y lo sabía aunque, no, eso no era dolor; no realmente. Dolor es cuando uno termia una relación, cuando se pelea con un amigo o familiar, e incluso cuando te pasa algo y te lastimas. Son diferentes tipos pero dolor al fin y al cabo ¿cierto?

Esto, esto no podía clasificarse así.

Esto era mucho más. Era agonía. La más pura y triste agonía que solo aquel que lo haya vivido y pasado podría llegar a comprender. Nadie más.

Tanto dolor. Tantas preguntas sin respuesta que no me dejan en paz y quizás nunca lo hagan ya pero con las que aparentemente solo iba a tener que, lidiar.

¿Por qué? ¿Por qué otra vez? ¿Por qué entonces?

Sentí las lágrimas caer libremente por mi rostro -de nuevo-, y lo único que pude llegar a sentir fue una ligera sorpresa de que aún me quedaran más lágrimas para llorar.

Llevaba tantos meses haciéndolo...

No lo entendía.

Era tan cruel que creo que por más que alguien me diera una razón de todas formas no querría entenderla ya. No había nada que pudiera decirme nadie que hiciera que esto mejore. Y, francamente, ya estaba un poco harto de tener gente viniendo según ellos a consolarme y a apoyarme, a decirme cosas estúpidas y tan típicas que lo único que conseguían era enojarme cada vez más.

No ayudaba.

Nada lo hacía y nada nunca lo haría porque yo lo único que quería era a... quería a mi bebé, solo eso. Y nadie podía devolvérmela ya.

La quería dentro de mí.

Quería sentir sus suaves pataditas y el como se movía en mí.

Quería a mi pequeña.

Quería verla nacer y escucharla llorar.

¡Quería verla crecer!

Era tan injusto...

Con mis tres pérdidas anteriores fue duro, pero lo máximo que llegué con ellos fue a mi tercer mes antes de perderlos. En cambio con ella...

No lo entiendo. Todo iba tan bien, ¡iba fantástico! Incluso el miedo que me había agarrado desde que me enteré me había ido dejando poco a poco a medida que veía crecer mi panza cada día un poquito más, viendo como en realidad ella seguía allí, en mí. Había llegado a sentir paz por el solo hecho de llegar finalmente al cuarto mes y poder verla allí, en esa pequeña pantalla, moviéndose para nosotros mientras llorábamos al escuchar su hermoso corazoncito latir.

Cruel, cruel, cruel.

Tan cruel...

¿Qué había hecho yo para merecer esto?

¿Era acaso mi culpa?

¿Sería tan mal padre que los dioses y astros me negaban tan cruelmente mi más profundo deseo?

No lo sabía. Y, Dios, eso era casi peor que todo.

Dios, Dioses, astros o el destino, lo que sea que fuera me odiaba, estaba seguro ahora. Quizás fueran todos ellos a la vez incluso porque, ¿cuál era el fin, el propósito de aquello? ¿Cuál era el fin de haberme dado tantas esperanzas, de haberme dejado llenarme de ilusiones para luego venir y, de un momento a otro solo quitármelas, así como así?

''30 Days with Lee TaeMin''Donde viven las historias. Descúbrelo ahora