Asunto de familia

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Emma se había derrumbado al leer las notas de Otto...o Greg Mendell, no sabía muy bien cómo llamarlo.

El hecho de que Regina sea su última víctima la había hecho estallar en llanto. Sabía que la bella morena estaba en peligro, pero se imaginaba que el asesino la había raptado por venganza o como rehén para salir del entuerto. Pero su fin era otro. Iba a golpear a Regina hasta la muerte, violarla y degollarla, como a todas las cuartas víctimas de las series de asesinatos precedentes.

Ayudada por sus colegas, Emma se puso en pie y salió a coger aire para evitar tener que dar explicaciones por sus crisis de llanto, sin dejarles que hicieran la más mínima pregunta.

Después de algunos minutos, sacó su teléfono y llamó a Mary Margaret para saber algo más del estado de David, esperando que le comunicara buenas noticias, realmente las necesitaba.

«Todavía está en el quirófano» le dijo la pequeña morena, con voz temblorosa «Según el cirujano, debería sobrevivir, pero la bala ha perforado un pulmón. La operación durará aún algunas horas»

«Lo siento mucho» respondió Emma con lágrimas en sus ojos «Va a salir de esta, lo sé. Es fuerte tu sheriff»

Al otro lado del hilo telefónico, Mary Margaret asintió, sin darse cuenta que la rubia no podía verla.

«¿Y tú, has podido atraparlo? ¿Sabes algo de Regina?»

El tono de voz de Emma no dejó presagiar nada bueno, pero la joven debía preguntar.

«No...ninguna pista, ni de Regina, ni de ese loco. Lo único que he podido averiguar es que su verdadero nombre es Greg Mendell»

«¡Oh!» exclamó la morena «como nuestro alcalde, sin embargo es poco común como apellido»

«¿Qué estás diciendo?» preguntó la rubia, asombrada

«Nuestro alcalde, George Mendell. Tiene el mismo apellido que el asesino. Es una coincidencia, pero lo encuentro sorprendente»

«Hace tiempo que aprendí a no creer en las coincidencias» respondió Emma frunciendo el ceño. «Te dejo Mary, tenme al corriente del estado de David, te llamo si averiguo algo nuevo sobre Regina»

Sin dar tiempo a la morena para responder, Emma colgó y se subió al coche para dirigirse al hostal. Entró corriendo en su habitación, sacó su pc portátil de su maletín y lo encendió. Tecleó el nombre de Greg Mendell en la base de datos del FBI y suprimió de la lista las personas que no se correspondían con la descripción hecha por Regina.

Solo le quedaron dos nombres. El primero tenía una hermana y era chofer de autobús en Illinois. El segundo trabajaba para el estado y tenía un hermano, alcalde de un pequeño pueblo en Maine.

«¡Qué hijo de puta!» gritó la rubia cerrando con un gesto brusco su ordenador.

Cogiendo otra vez su teléfono, estaba a punto de llamar a Gold para ponerle al corriente de su descubrimiento, pero se detuvo. ¿Y si se equivocaba? ¿Y si no era ese Greg Mendell? Era mucha coincidencia, pero no podía arriesgarse a que le FBI se lanzara sobre una pista falsa, el mínimo retraso podría costarle la vida a Regina...Debía hablar con el alcalde antes de alertar al director con una información que podría ser errónea.

Cogió su chaqueta, salió de la habitación y se dirigió rápido al ayuntamiento.

«Agente Swan, FBI, desearía hablar con el Señor alcalde» dijo con tono autoritario.

«Lo siento, señora, el Sr. Mendell no está hoy, está fuera hasta mañana a última hora. ¿Puedo ayudarla yo?» preguntó su secretaria algo confusa por la presencia de la rubia.

Asesinato en StorybrookeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora