Confusión de persona

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Sin dejar al intruso un segundo para reaccionar, Emma desenfundó su pistola y la apuntó hacia él desde el otro lado del cuarto.

«Ni un gesto, cabrón, o te prometo que tu cabeza reventará antes de que tengas tiempo de decir esta boca es mía» gritó la rubia, rezando secretamente para que el hombre intentara huir para poder apretar el gatillo. Pero, para desgracia de ella, él obedeció, su rostro lívido. Levantando los brazos, intentó hablar entre balbuceos.

«No...no dispare, por favor. Yo...yo no...¿quiénes...sois?»

«Sabe muy bien quiénes somos, no se haga en tonto» respondió la rubia acercándose paso a paso, su arma todavía apuntando a la frente del hombre calvo.

Regina se acercó a la rubia y posó su mano sobre el brazo extendido.

«No es él Emma»

La decepción que sintió la joven en ese momento fue terrible. Tenía tantas esperanzas de haber atrapado al asesino que su corazón se estrechó, arrancándole una mueca de dolor.

«Mierda, entonces, ¿quién es usted?» exclamó bajando ligeramente su arma

«Es un malentendido, creo» respondió el hombre avanzando despacio «Me llamo George Mendel, soy en alcalde del pueblo»

Regina se sobresaltó cuando vio a su compañera abalanzarse sobre el alcalde y darle un puñetazo en la mandíbula. El hombre se encontró en el suelo sin poder hacer un movimiento.

«Emma, ¿qué estás haciendo?» dijo la morena completamente asombrada.

«Este tipo es el hermano de Greg Mendell, tu torturador» exclamó la rubia agarrando al alcalde por el cuello, obligándolo a sentarse «Me enteré esta mañana de que ese cabrón no actuaba solo y que su hermano estaba metido en el ajo. Ya te puedes imaginar la sorpresa que tuve al saber que la persona que está a la cabeza de este pueblo forma parte de la familia de ese psicópata» añadió ella apuntando con su pistola al hombre que temblaba contra la pared.

Regina no puedo contener un estremecimiento de asco.

«Es usted» dijo ella señalando al hombre con el dedo «Es usted la persona de la que no dejaba de hablar. No se cansaba de decir que usted iba a venir, que le iba a ayudar...mientras me golpeaba y me explicaba riéndose lo que quería hacerme»

La morena estaba al borde de la náusea. Agradeció al cielo no tener su arma, porque el alcalde se hubiera seguramente encontrado con una bala entre ceja y ceja sin que ella se diera realmente cuenta de cómo habría pasado.

«¿Por...por qué todo eso?» preguntó totalmente perdida «¿Por qué esos horrores, todas esas muertes, todo ese sufrimiento?»

Su voz se apagó suavemente, las palabras que quedaron bloqueadas en su garganta.

«Mi hermano está enfermo, solo intento ayudarlo»

«¿Enfermo? Está completamente loco, sí» gruñó Emma, llena de rabia «¡Ha matado de decenas de personas, ha intentado quemarme en mi coche, ha raptado a Regina pensando que era la reina de no sé qué cuento! Está mucho más que enfermo...él...él...no hay palabras para definir lo que realmente es» murmuró moviendo la cabeza.

«Blancanieves» respondió el hombre mirando a Emma a los ojos

«¿Qué pasa con Blancanieves?»

«Él piensa que Regina es la reina del cuento de Blancanieves» respondió el alcalde intentando levantarse con cuidado.

Emma no le dio tiempo de hacer un movimiento, tirándolo al suelo con una patada en las costillas.

«Quédate ahí, cabrón...» chilló ella «no te he dicho que te movieras»

Asesinato en StorybrookeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora