La verdad

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-está estabilizado, la operación fue exitosa y estamos esperando que se despierte hoy, así que si pasa algo llámame urgente.

-bueno, cualquier cosa te aviso- le respondí al enfermero mientras cerraba la puerta detrás de mí.

-hola- Le dije a sam –una locura lo que paso, estoy muy contento de que estas bien, solo venía a contarte, tengo muchas cosas que decirte, cuando estuve, cuando entre en tu sombra, pude ver muchas cosas, ahora sé cómo te sentías.

Yo estaba igual, esa noche, llegue a pensar que quería morir, que el dolor era insoportable y sería mejor terminar con todo, que la vida no tiene sentido, y que si yo era mi propio dueño, entonces podía terminarlo todo cuando quisiera, no había nada que pensar.

Pero aprendí que mi vida no me pertenece solo a mí, verlo de esa forma es muy egoísta, por supuesto no lo digo solamente por la invitada que hay dentro de mí, sino por las personas que me quieren, una vez muera, no va a pasar nada, ¡yo!, no voy a sentir nada, pero las personas que quedan atrás, mi padre mi hermana, hasta Sarah y el doctor Brown seguro se sentirían tristes.

Sentirían lo mismo que yo sentí por la muerte de mi madre, y no quiero hacerlos sentir así, sería muy irresponsable de mi parte.

Además... tú no querías morir de verdad ¿cierto?

Si quisieras morir, lo hubieras echo, no importa si estas en un hospital o no, si de verdad quisieras morir, lo habrías conseguido, vos mismo lo dijiste.

La cuchilla no corta

La aguja no perfora

Mis dedos no aprietan el gatillo

La soga me provoca pavor

No puedo tragar las pastillas

En realidad, no podías morir, porque no querías hacerlo, estabas pidiendo ayuda, deseabas que alguien te diera una razón para seguir peleando.

Sabes... ya no vas a morir, la operación fue de maravilla, cuando te encontraron en la acera, estabas casi perfecto, como si te hubieses caído la cama y no de la azotea, pero el tumor se estaba esparciendo, así que tuvieron que sacarlo.

Ya no necesitas morir, estoy seguro de que podes encontrar una razón para vivir.

De repente Sam comienza a abrir los ojos, a mover la boca, me miró fijamente.

-¿Quién eres?

Me pregunto, Samuel había perdido la memoria.

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