Rayos de luz se filtraban entre las copas de los árboles, empezaba a escucharse el canto de las pequeñas aves silvestres, estaba amaneciendo y Sara estaba preparada para marcharse. Se había levantado más temprano de lo que acostumbraba, se colocó su pantalón verde oscuro, la camiseta negra con capucha de mangas largas que cubría una brillante cicatriz sobre su antebrazo derecho en forma de garra, tomó una porción de pan que la tribu había preparado el día anterior y mientras disfrutaba quizá por última vez su sabor iba colocando sus riñoneras en cada pierna donde rápidamente colocó su navaja multiusos y cuchillo. Abasteció su cantimplora con agua potable de la tribu, tenía la pequeña esperanza de que no se molestaran por tal acto de egoísmo, si bien su tribu tenía dos plantas de Atio que había llegado hace unos días, nadie se daba el lujo de tomar para sí más de la porción que les correspondía pues a veces no corrían con la suerte y sus guerreros llegaban con las manos vacías o peor aún nunca regresaban.
Tomo un vaso pequeño y vertió en él algo de leche de Oso, saboreando lo más que pudo junto con la migaja de pan. Limpio el lugar, se colocó la capucha y ajustó su bufanda, se disponía a marcharse.
-Planeas irte sin despedirte, ¿verdad? - Una voz a su espalda la espanto lo suficiente para sacar su cuchillo de manera desafiante. Se giró y ahí estaba su novio.
- ¡Llorens! ¿Qué haces despierto a esta hora? - preguntó intentando cambiar el tema, pero no parecía que estuviera funcionando ya que ella aún mantenía la vista en el cuchillo de su mano.
-A decir verdad, no he dormido, me toco guardia esta noche y bueno... escuche ruido en las cocinas... y aquí estas- Se quedaron en silencio hasta que un ruido les hizo girarse. –Pronto será el cambio de guardia, será mejor que te vayas ahora. Yo no te he visto desde ayer, ¿ok? - Dio media vuelta y comenzó a marcharse.
Sara se sentía avergonzada, Llorens era su pareja desde hace bastante tiempo y no le había pasado por la cabeza contarle sobre su plan de irse de la tribu, antes de que pudiera seguir avanzando Sara lo abrazo por la espalda deteniéndose por unos segundos, quería transmitirle que no podía contarle a nadie, ni siquiera a él. Llorens tocó suavemente su antebrazo dando entender que no tenía de que preocuparse, se zafó de sus brazos y continuó caminando en los túneles hasta perderse de vista.
Suspiro, esta vez quería quedarse, ver el rostro destrozado de su novio era uno de los motivos por lo que no le había contado, sabía que èl era el único motivo por el que podría quedarse; sacudió la cabeza, no, no podía seguir ahí. Emprendió su viaje.
Ella no temía a la oscuridad, temía más a las criaturas que pudiese encontrar o que pudieran encontrarla, tampoco tenía miedo a morir quería explorar y conocer justo como se lo habría pedido Siam. Después de caminar todo el día empezaba a anochecer y debía buscar un refugio, para entonces en su tribu ya se habían dado cuenta que se había marchado y quizá, solo quizá estuvieran siguiendo su rastro; tal vez Llorens habría dado pistas falsas de su paradero o la habría traicionado y dicho la dirección donde iba cosa que no le extrañaría después de todo quien lo destrozo en un principio fue ella.
El cielo comenzó a tornarse naranja y la brisa golpeaba su rostro, sería una noche fría. Se frotó los brazos y se arrepintió de no llevar una chamarra más gruesa pues intentaba cruzar por las montañas, encontró un árbol con una forma extraña, parecía tener un gran hueco en medio; el árbol perfecto. Subió a él acomodando sus cosas de la forma correcta para que no cayeran. Se acurruco de la mejor manera para guardar calor y rápidamente se quedó dormida.
***
- ¡Disculpe! Olvide mencionar al grupo en el que voy- dijo Lía con voz un tanto agitada, en cuanto se había anotado para salir del búnker corrió por su mochila de expedición, se colocó su arnés y sus gafas que siempre olvidaba quitar de la cabeza, colocó los crampones a su cintura y apenas terminó de alistarse recordó que había olvidado elegir compañeros de viaje así que una vez más se encontraba corriendo hacia los registros. –Me acabo de registrar para salida de caza. - su voz era suave, pero con el silencio del lugar no era necesario repetir lo dicho.
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Aqua Curatio
AdventureUniverso alterno. La tierra ha sido destruida y transformada a manos del hombre y su guerra, convirtiéndola en un lugar totalmente diferente y hostil. ¿Cómo sobrevive la humanidad cuando el líquido vital para su supervivencia se transforma en su peo...