Cap. 7

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- ¡Hey! Despierta- sacudió a Sara que dormía plácidamente después de unos agotadores días, a regañadientes se sentó mirando de reojo a Lía.

- ¿Qué pasa? - contestó de mala gana.

-Debemos movernos antes que ellos, ten- le pasó trozos de carne que iban clavados en una vara alargada y entre trozos de vegetales gruesos.

- ¿Qué es esto? -

-El desayuno... bueno almuerzo -corrigió- espero que te guste el Jabalí- iba guardando en su mochila distintos tipos de cuerda, los tamaños eran variados y los colores también. Lía se le quedo viendo, esperando que comiera, Sara miro el alimento, olía y se veía bien, sin embargo, no terminaba de confiar en la chica.

Lo olfateo una vez más y mordió poco un trozo de carne, al contacto con su lengua su boca rápidamente se llenó de saliva; mordió más esta vez y mastico saboreando cada parte del trozo, acompañó el sabor mordiendo el vegetal que le dio un sabor completamente diferente pero exquisito de igual forma, aquello simplemente era una explosión de sabores que la derritió.

- ¿Cómo es que lograste está combinación de sabores? - preguntó con una curiosidad genuina, los sabores en su aldea eran más intensos o nulos, siempre uno u otro, a Sara lo que realmente le gustaba era el arroz que combinaban muchas veces con pollo y patatas, para ella era el mejor guiso de su aldea y sin dudarlo su favorito.

-Bueno, quizá un poco de sal o de pimienta o de vino, a veces me escapaba a las cocinas para aprender de las ancianas, ellas sí que saben lo que es bueno. - dijo con toda naturalidad. Había terminado de empacar sus cuerdas, dejando solo algunas de ellas fuera, su mochila era inmensa, lo que le recordaba a Sara porque no había podido quitársela.

- ¿Vino? -

- ¿Que bebían en tu aldea? - Sara se le quedo viendo extrañada- me refiero a alcohol.

-Pues no acostumbraban a beber, es decir tenemos licor de patata, pero es muy difícil que desperdiciemos ese alimento en bebida, aun así, hay quienes lo hacen. Generalmente los más grandes son los que beben. -

-Vaya suena a que tu aldea es aburrida-

-Nos cuidamos, eso es lo que pasa-

Lía rodó los ojos y sacó de uno de los tantos bolsillos de la mochila un frasquito, un poco más grande del que llevaba el alcohol que le puso a la herida. Sirvió un poco del líquido en la tapa del frasco y se lo extendió.

-Es vino, probablemente no sea muy de tu agrado... hace que la comida sepa muy bien-

Sara lo acepto más por curiosidad que por otra cosa, dio un pequeño sorbo que fue el suficiente para que el líquido en la tapa desapareciera. Un sabor amargo recorrió el interior de su boca lo que le pareció extraño más no malo.

-Sabe amargo- dijo aun pasando su lengua por sus labios.

-Lo es- dijo dando un sorbo a una tapa que se había servido haciendo muecas al tacto -En lo personal no es de mis bebidas favoritas-Lía volvió a cerrar la botellita, metiéndola cuidadosamente en uno de los compartimientos de su mochila. -Vámonos- con poco esfuerzo se colocó la mochila a su espalda, lo que hizo que la otra chica la mirara con sorpresa.

-De verdad cargabas eso cuando caíste ¿cierto? -

Lía extendió su mano para ayudar a levantarse, sin tomar muy en cuenta la pregunta de la chica que tomó su mano sin esperar respuesta.

Comenzaron a caminar en la misma dirección que llevaba Sara hace días, Lía comenzaba a trazar un plan de venganza contra Tanner y sus secuaces, sabía que de exponer su acto contra ella serían expulsados o degradados a un grupo menos productivo justo como le había sucedido a ella y su hermano, pero por otras circunstancias. Sara en cambio no tenía mucha idea de a dónde iban, su brazo aún se mantenía alerta y el dolor en él era constante, se mantenía detrás de Lía y aunque esta no le prestaba mayor atención más que un par de palabras para que caminara más aprisa decidió que aún no era momento de emplear su escape pues su cuerpo aún estaba bastante débil.

Aqua CuratioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora