Necesitaba todo el tiempo que fuera para no solo encontrar el barro sino también algo que le sirviera como soborno por su vida, sabía perfectamente como actuaba aquella tribu donde estaba ahora, sacaban provecho de la gente para lo que querían y luego los mataban cuando les eran inútiles.
Se había topado con ellos un día que jugaba con su pequeño familiar Amadeo un cachorro de Lobo lo único que para ella era importante, si bien los lazos de sangre en su tribu nunca fueron fuertes los lazos con quien eran encomendados como tu familia lo eran todo. A pesar de sentirse cómoda en su familia deseaba hacer el ejercicio de desvinculación con todas sus ganas no solo para probarse a sí misma, sino porque quería ver más allá de su tribu. Había tenido encuentros con otras tribu en las cuales se quedaba un tiempo haciéndose fama de llegar a un alto rango y luego irse, adoraba sentir ese poder que le otorgaban, pero después se aburría fácilmente y buscaba algo más.
Esta vez había caído en una tribu de saqueadores que en cuanto se encontraron con ella y después de una intensa batalla la sometieron, para su mala suerte quien los lideraba noto aquel vínculo con el cachorro y lo tomo como rehén ella a pesar de resistir muy bien la pelea no pudo hacer mucho una vez tomaron a Amadeo. Desde entonces la usaban para ataques donde la estrategia era fundamental, pero estaba cansada y aunque sabía que Amadeo seguía a salvo necesitaba planear como iba a salirse de ese enrollo en el que se encontraba.
Ya había estado en ese lugar cuando era pequeña por eso conocía su sistema de entrada y salida. Cuando era niña casi se ahoga en unas arenas movedizas las cuales la habían debilitado y acudía a baños de ese barro mágico que la volvió fuerte de nuevo. Su tribu tenia acuerdos con el jefe de los pantanos y sus visitas de niña eran continuas junto a su familia que había sido escogida como los siguientes en liderar a pesar de ser la más apta para el puesto de líder el desvincularse la hizo un "alma libre" y dejo de ser una opción.
Continúo caminando a paso firme sabía que no iba a ser atacada, la tribu de los pantanos gozaba de un excelente trato con cualquiera, era terreno neutro y todos los sabían aun así había a quienes les importaba poco aquello. Se sintió miserable al llegar a una puerta en la que se dibujaban varios números sobre barro.
- Saboya-Aosta –susurro y la puerta se abrió lentamente.
***
- ¿Por qué se supone nos trajeron? No se supone les somos más útiles en la guarida, es decir somos buenas en campo, pero si yo fuera la líder nos mandaría a trabajar día y noche para dejáramos suficientes provisiones por si nos pasaba algo. -
- Por favor no se te ocurra decir eso frente alguno de ellos, sabes que eso puede pasar- se quedó pensativa- es más, no crees que hemos trabajado bastante y si ¿esta misión es la última? Ya sabes, algo así como: ¡si, si vayan y hagan lo que dicen mis hombres y cuando menos se lo esperen BAMM!!! Nos matan y nos dejan en el bosque... Ooh por dios y si ¿así es?
Las dos chicas se quedaron mirando unos segundos con miedo en los ojos.
- No, no creo Fer, les somos útiles, o sea si ya les hicimos bastantes armas, pero son demasiado imbéciles las pierden continuamente. No creo que nos maten.
- Matar ¿a quién? – El chico más joven iba llegando.
- A un ciervo que paso hace rato, Ale estaba diciendo lo bien que lo preparaba su tribu, pero como nos encargaron quedarnos aquí con esos bultos pues se nos fue-
- Saben que no deben hablar de sus tribus- resoplo y se sentó sin ganas- debemos esperar aquí hasta que los demás regresen-
- De nuevo te corrieron del lugar- susurro Fer.
- Cállate- hablo en voz baja, como si estuviera demasiado cansado para hablar, se recostó.
Fer y Ale veían cual pálido estaba desde que salieron de la selva y cada minuto parecía ponerse peor. Se sentaron junto a él, sabían que poca culpa tenía el de que ellas estuvieran ahí y de alguna forma el tiempo que llevaban con ellos el muchacho se había mostrado amable. Miraron a las chicas que seguían inconscientes, habían pasado ya día y medio desde que las habían capturado Fer en algún momento había hecho la broma que quizá se habían hecho la mezcla del veneno mal y que las habían matado, y aunque algunos de los hombres se quedaron pensando unos minutos el pequeño pulso que podían captar les decía lo contrario.
Estaban sentadas haciendo lo que les habían pedido que era vigilar a las chicas dormidas mientras jugaban con las ramillas y al mismo tiempo veían con miedo la palidez del muchacho, Fer tallaba el tronco más cercano con una pequeña "F" pero un ruido las sacó de su pequeño trance lo cual hizo solo quedara una especie de L invertida.
- ¿Escuchaste eso? -
- Por supuesto que escuche Fer, será que ya vienen de la aldea o solo mandaron a alguien más capaz a vigilar que vigiláramos bien- Miró nuevamente al muchacho mientras Fernanda se encogía de hombros.
En eso un camello albino apareció en escena mirándolas fijamente y mascando algo de paja. Las dos mujeres se le quedaron viendo primero sacadas de onda por el tamaño y después porque no era un animal que se encontrara por esos sitios.
- ¿Te perdiste amigo? - se acercaba poco a poco Ale, dando pequeños pasos hacia el animal que no se movía - ¿Qué haces por aquí-
-Sabes que no te entiende ¿verdad? -
- ¿y si mejor me ayudas a agarrar al animal, nos puede servir para que no nos maten-
En ese momento Fer se puso de pie rápidamente, el animal se alertó y comenzó a caminar contrario a ellas.
- Agg Fer, se nos va a ir -
- No si lo atrapamos - salió corriendo detrás del animal.
- Hey no... tenemos que cuidar, aaaah porque tengo que cuidarte también!! – salió detrás de Fernanda.
Después de estar siguiendo por un rato al animal, Fer veía como este se quedaba muy quieto robando un par de hojas de los arbustos. Se acercó lentamente y sin mucho esfuerzo lo agarró.
-Bien animalito, puede que seas nuestro pase de salida- le amarro una pequeña soga al cuello y lo obligo a seguirla, para su sorpresa no hacia resistencia parecía incluso estar adiestrado. Camino de regreso hasta que se encontró con Ale tomando aire junto a un árbol, claramente agotada de estarla siguiendo.
-Debiste quedar, mira- señalo la soga que amarraba el cabello- fue muy fácil. –
-Y COMO IBA YO A SABERLO- tomó aire intentando tranquilizarse.
- Si como sea, vamos- estiro su mano en son de paz y ella la tomo. Se habían hecho buenas amigas a pesar de venir de distintas tribu habían sido capturadas al mismo tiempo.
Se acercaban lento al lugar donde estaban o donde creían haber estado. El lugar estaba limpio, no había rastro de las chicas o de su compañero. Miraron a todos lados, pero no había nada que indicara si algo había pasado.
- Estas seguras que es aquí Fer. -
- Si, mira- señalo el árbol que tiempo atrás estaba tallando-
- Quizá regresaron por ellos y, y solo debemos alcanzarlos- Ale seguía mirando alrededor algo nerviosa.
- Eso es estúpido, saben que no los alcanzaríamos y de ser así no nos dejarían con vida. –
En ese momento el camello lamió la oreja de Fernanda que provoco soltara la soga y diera un gritillo.
- Ah! Me lamió- hizo una cara de asco.
- ¡Debiste ver la cara que hiciste! – Ale comenzaba a reír muy fuerte.
- Creo que no es momento de reír- el camello ya no estaba junto a Fer, ahora se encontraba detrás de alguien más –Es mejor que se vayan ahora- Tahm sostenía una alabarda que mantenía muy en alto amenazando a las chicas.
///Me divertí escribiendo este cap, los amo! <3
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Aqua Curatio
AdventureUniverso alterno. La tierra ha sido destruida y transformada a manos del hombre y su guerra, convirtiéndola en un lugar totalmente diferente y hostil. ¿Cómo sobrevive la humanidad cuando el líquido vital para su supervivencia se transforma en su peo...